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Este blog es un espacio de colaboración entre elDiario.es de Castilla-La Mancha (elDiarioclm.es) y el Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla-La Mancha para abordar diversas cuestiones sociales desde la reflexión, el entendimiento y el análisis.

Desafección política

Foto de archivo de una inauguración en Castilla-La Mancha
15 de diciembre de 2024 10:52 h

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Según datos de 2024 el 4,3% de la población española somos castellanomanchegas o castellanomanchegos. Aunque se trata de una nada desdeñable cifra de más de 2,1 millones de personas, esto nos da un escaso peso en el conjunto nacional. A pesar de estar al nivel, en lo que a población se refiere, de comunidades como Galicia o Euskadi; la dispersión de la misma, la falta de grandes ciudades que sirvan de referente y la gran dependencia de inmensas partes del territorio autonómico de la Comunidad de Madrid, de la que vivimos a su sombra; hacen que lo que pasa, y lo que nos pasa no abra telediarios, ni sea portada (ni impresa ni online) de los medios nacionales.

No vengo a echarnos tierra encima. No somos los únicos. Valga como ejemplo aquella vez que descubrimos que los vecinos de Castilla y León elegían Procuradores en lugar de Diputados a sus cortes autonómicas. Esto se debió al juego de desgaste a Ciudadanos (aquel partido naranja) por parte del PP, con un adelanto de las elecciones en esa comunidad, cambios en la normativa electoral mediante. Saliendo de la dinámica que, por supuesto ahorro económico, hacía que todas las autonomías y ayuntamientos, menos los territorios considerados históricos, celebrasen sus comicios a la vez; Castilla y León las celebró por primera vez en solitario en febrero de 2022.

Mientras que la composición de la cámara vallisoletana pasaba sin pena ni gloria en el medio de datos de otras 13 comunidades y más de 800 municipios, en la noche de aquel 13 de febrero todos se preguntaban por el sentido del voto que tendría en candidato de X Ávila, un partido provincialista. Y qué decir de la campaña. Aquella en la que Pablo Casado se iba a hacer fotos con vacas pastando en prados, porque Alberto Garzón se quejaba de las macrogranjas. 15 días en los que a toda España le interesaba lo que iba a pasar en la submeseta norte. 

¿Qué hacer ante estas circunstancias? ¿Cómo destacar desde Castilla-La Mancha sin tener una ciudad de más de 300.000 habitantes como Valladolid? ¿Sin tener la suficiente enjundia como para que se celebren los Grammy Latinos, como en Sevilla? Siempre hay formas y los políticos lo saben. 

Las noticias no son solo información, y hay que reconocer que una mejora de los quirófanos del Hospital de Tomelloso no es algo que llame la atención

De poco le vale a quien preside nuestra comunidad inaugurar una autovía, un hospital o publicar ayudas en contra de la despoblación. Las noticias no son solo información, y hay que reconocer que una mejora de los quirófanos del Hospital de Tomelloso no es algo que llame la atención. Sin embargo, ser díscolo, sacar los pies del tiesto o supuestamente remar a contracorriente, enciende los focos y enchufa los micrófonos. Y así es como Emiliano García Page consigue captar la atención más de los contornos de “sus dominios”.

Empezando por las críticas a la política del Gobierno de España respecto a Catalunya, Page se muestra tirante con Pedro Sánchez cada vez que tiene ocasión. Y esto gusta. Tanto, que cada vez que Puigdemont declara, en Toledo se activan las alarmas porque Antena 3 y Tele 5 van a querer las declaraciones del barón discrepante. Esto no es una novedad. Ya ocurrió con José Bono y la disputa con el gobierno de Felipe González por el intento crear un campo de tiro en Cabañeros, que acabó convertido en parque nacional.

Pero ¿este es simplemente opinión? El nacionalismo, sea el que sea es una emoción muy compleja de gestionar. Page sabe que preside una región españolista, con una identidad propia casi nula y totalmente eclipsada por el sentimiento español. No insinúo que no sea lo que piensa y siente, pero ha tenido multitud de ocasiones, para no cambiar el sentido, pero sí moderar el discurso. No solo por ser el Gobierno de España de su mismo partido, sino por lo que se pueden ahorrar las tensiones con los grupos independentistas catalanes.

Pero no. Page prefiere seguir apareciendo en la prensa nacional, que los micrófonos acudan a él cada vez que se pronuncie las palabras financiación y Cataluña en una misma frase. Y esto se debe a que sabe que es lo que quieren oír la gran mayoría de sus votantes.

Desde el 15M, hace ya más de una década, se ha hablado mucho de la desafección política, pero ¿ha habido en algún momento una desafección política real? He de insistir en que la apolítica no existe, pues incluso denominarte apolítico es en sí una opinión política. Pero es más, los movimientos y cambios que la política en occidente viene generando, son una clara muestra de que la ciudadanía vota en función de lo que quiere oír. Desde Podemos a Vox, a los que no comparo como extremos, sino como catalizadores de dar repuestas a demandas ciudadanas; se han enviado mensajes en función de lo que quieren o pueden querer los votantes.

Durante una de las campañas electorales nacionales entre 2015 y 2016, Albert Rivera dijo que otros partidos opinaban en función de las encuestas. Sin embargo, cuando las encuestas pronosticaban que podía 'sorpasar' a PP, prefirió nuevas elecciones y crear el concepto “sanchismo” antes que una coalición para la que sumaba con el PSOE. Aunque la atención mediática era notable, el resultado hace pensar que no leyó correctamente lo que quería el electorado. Se trataría, por tanto, del caso contrario.

Pero se pueden contar muchos casos más. No es lo mismo querer mantenerse en el gobierno que estar fuera y querer simplemente entrar. Es el caso de Alvise, que es más que evidente que no pretende llegar al gobierno, pero que ha sabido conquistar al nicho de mercado suficiente para conseguir sus objetivos y tener representación.

Ahora bien, y sirve el último caso anotado como un buen ejemplo ¿qué tiene más peso en todo esto? ¿Los discursos o las demandas? Claramente, Alvise siempre se va a vender como un intruso que ha llegado a la política, pero no hay que olvidar que los medios de comunicación tienen también un gran poder. Pero, aunque haya un público necesario que compre el discurso, el que haya ideólogos que organicen y expandan esas ideas, también genera el grupo y el movimiento. Por tanto, habrá que preguntarse una vez más ¿qué fue antes, el huevo o la gallina?

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