Los tres representantes castellano-manchegos en la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE han presentado esta tarde su renuncia para provocar la caída de Pedro Sánchez como secretario general, según han confirmado fuentes socialistas castellano-manchegas a eldiarioclm.es
La renuncia se ha hecho ya efectiva por parte Emiliano García-Page (vocal), Manuela Galiano (secretaria de Pequeños Municipios) y Luz Rodríguez (secretaria de Empleo), esta última muy cercana hace unos meses a Pedro Sánchez, llegando incluso a tener un hueco en la lista por Madrid que encabezaba el propio secretario general en las Elecciones Generales del pasado diciembre, de la que fue desplazada (pasando a encabezar la de Guadalajara) para que su lugar lo ocupara Irene Lozano, 'ex' de UPyD.
Emiliano García-Page había dicho por la mañana durante un desayuno en Toledo que se sentía “engañado” por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y por quienes, junto a él, pidieron a los dirigentes socialistas que apoyaran la no celebración de un congreso federal porque “era una irresponsabilidad y una indecencia” convocarlo en medio de una investidura “cuando todos los españoles están esperando una solución”.
En este sentido comentaba no entender por qué hoy Pedro Sánchez plantea un congreso y reclamaba “coherencia” a su secretario general además de anunciar su voto en contra de convocar un congreso federal con primarias en octubre.
El presidente castellano-manchego también expresaba su queja por no haber sido convocado a la Ejecutiva Federal, lugar donde podría haber tenido ocasión de expresar que está en contra de ser “incoherentes” con la posición fijada por el PSOE hace unas semanas. “Tengo derecho” a ser convocado, espetaba.
García-Page había evitado pronunciarse sobre si Sánchez debía seguir siendo secretario general del PSOE tras los últimos resultados electorales en el País Vasco y Galicia para explicar que su opinión solo la daría dentro de los órganos del partido.
También había considerado necesario intentar “evitar por todos los medios” una gestora en el PSOE, algo que según apuntaba hace tan solo unas horas debía ser el último recurso.
Un total de 17 dimisiones
En total son 17 los miembros de la Comisión Ejecutiva Federal del PSOE que esta tarde han presentado su renuncia. El dirigente andaluz Antonio Pradas, que hasta hoy era secretario de Política Federal, ha entrado en Ferraz al filo de las 17:30 horas para formalizar la renuncia en bloque de otros dieciséis miembros de la dirección, según informa eldiario.es. Una de las dimisionarias ha sido Micaela Navarro, que ha sido la presidenta del PSOE desde julio de 2014.
Todos los miembros andaluces de la Ejecutiva -menos María Luisa Faneca que era próxima al secretario general- han dimitido: Antonio Pradas, Noemí Cruz, Estefanía Martín Palop, María José Sánchez Rubio, Francisco Pizarro y Juan Pablo Durán.
Los madrileños Tomás Gómez y Eva Matarín también han firmado, así como Carme Chacón. El canario José Miguel Pérez, responsable de Educación, también ha presentado su renuncia, así como el aragonés Carlos Pérez Anadón, próximo al presidente Javier Lambán y la extremeña María Ascensión Murillo.
Los estatutos del PSOE señalan que si la mayoría de la Ejecutiva presenta su dimisión, el partido pasa directamente a manos de un órgano interino que pilota su actividad hasta la convocatoria de un congreso que designe un nuevo secretario general y una nueva dirección.
Los números con los que se había especulado para que la fulminación de Sánchez fuera efectiva eran 19 o 18 bajas, en función de si se tenían en cuenta los actuales miembros (35) o los 38 que se eligieron en el congreso extraordinario.
Sin embargo, los cálculos que han hecho las federaciones críticas es que con 17 dimisiones era suficiente porque tendría que sumarse a ellas las tres bajas que se han producido, por distintos motivos, en los dos últimos años: la muerte de Pedro Zerolo, y las dimisiones de José Ramón Gómez Besteiro y Javier Adreu. El sector crítico considera las 17 bajas, sumadas a esas tres, supone la desaparición de la mitad más uno de la Ejecutiva necesaria para acabar con Sánchez y que el partido quede en manos de un órgano interino. Verónica Pérez, como presidenta del Comité Federal, el máximo órgano entre congresos, se hará con las riendas del PSOE hasta que se constituya una Gestora.