La representación legal del diputado de Podemos Castilla-La Mancha y portavoz de su Grupo Parlamentario, David Llorente, ha iniciado ya el procedimiento de querella por el escrito que se hizo público el pasado 18 de abril, una petición interna de la formación morada a la Secretaría de Organización en la que, según se filtró a los medios, “el grupo de mujeres que conformamos el equipo técnico” del partido le acusaban de “trato sexista”.
Como primer paso previo y obligatorio de ese procedimiento, Llorente ha presentado una demanda de conciliación, donde, según ha dicho el propio parlamentario, las personas firmantes de ese escrito “tendrán la oportunidad de reconocer que las acusaciones son falsas y que, por tanto, las retiran y hacerlo público”.
El parlamentario castellano-manchego ha dejado claro que de no ser así, sus abogados procederán a interponer la querella propiamente dicha en la que solicitarán la pena correspondiente por los delitos de injurias y calumnias, así como una indemnización por el daño moral causado. Ha adelantado además que este importe lo donará a entidades del movimiento feminista, “al que se está dañando también con todo esto”.
Al hilo de ello, el diputado de Podemos ha insistido en que tales acusaciones “solo pueden responder a una campaña de desprestigio por mis posiciones políticas”. Además ha considerado que las declaraciones que se hicieron en los días posteriores por parte de la secretaria de Organización de Podemos, María Díaz, y del secretario regional de Podemos, José García Molina, confirman que “nos encontramos efectivamente ante una campaña de desprestigio y ha quedado claro quiénes han aprovechado para alimentarla”.
“Es inaceptable que María Díaz se haya referido públicamente a unas acusaciones como ‘hechos’ y haya afirmado además que no se puede cuestionar su veracidad, aunque no haya ni hechos ni pruebas. Esto vulnera flagrantemente mi derecho a la defensa y a la presunción de inocencia y es totalmente inaceptable, particularmente de una secretaria de Organización. En Podemos no cabe la difamación, ni las acusaciones sin pruebas. Es algo contrario a nuestro código ético”, ha recalcado.
En cuanto a García Molina, ha lamentado que aprovechase también la coyuntura para “salir a los medios a tratar de desautorizarme públicamente como portavoz”, además “sin referirse a ningún hecho concreto en el que apoyarse”, algo “totalmente impropio” de un secretario general. “En cualquier caso, y aunque a algunos no les guste, yo soy el portavoz de Podemos en las Cortes regionales y voy a seguir ejerciendo como tal”, ha concluido.