¿Qué le falta a la Constitución de 1978? Hablan los jóvenes de Castilla-La Mancha
El debate de la reforma de la Constitución no es ajeno a los jóvenes. “Necesitamos políticas en las que nos sintamos reflejados”, explica Ana Villaseñor, coportavoz junto a Ricardo Blázquez de la Plataforma de la Juventud de Castilla-La Mancha. Por eso, en el Día de la Constitución, reflexionan de los cambios que hacen falta en una Carta Magna que ven cada vez más lejana y cuya reforma ven inevitables.
“Es fundamental que cualquier país democrático tenga una carta que determine derechos y deberes de las personas. Pero la nuestra viene de un contexto muy distinto al actual y no es que esté mal, pero muchos estados democráticos ya han tenido actualización de su constitución por esta misma tesitura”, afirma Ricardo. Lo que observa, prefiere hablar a título personal no en el de la Plataforma en esta entrevista, es que las circunstancias iniciales son distintas. “Salíamos entonces de una dictadura, pero ya llevamos 40 años de democracia y tenemos grandes retos como sociedad”, afirma.
La posible reforma de la Carta, explica, podrá determinar si el país se “cohesiona o se reparte en grandes bloques generacionales”. “Muchas veces escuchamos una serie de comentarios que siempre vienen en el mismo sentido por parte de la generación del 'baby boom'”, explica. Él tiene 24 años y siente que su generación es señalada por el “mantra” de que no están implicados o que “no hacen nada”. “Que si los ninis esto o lo otro, pero la realidad es que yo conozco más sisis que hacen todo lo que pueden porque no saben cuál es su futuro”, afirma.
De este modo, recuerda que los datos apuntan a que uno de cada cuatro jóvenes se encuentra ligado al movimiento asociativo en España. “Me gustaría saber cuál es el porcentaje de la población adulta”, se pregunta. Y es que, insiste, su generación y las que luego vienen tienen “más dificultades”. “Es que vamos a ser la primera generación que vamos a vivir peor que nuestros padres”, lamenta. Y por eso, aboga por “pedagogía” a cambiar la situación, también desde la Constitución, cuidando los salarios dignos, los accesos a las pensiones, a la vivienda. “La Constitución debe modificarse para darle salida a esta problemática social actual”, concluye.
Tampoco entiende la “controversia” que se genera ante una posible reforma. “Lo que haríamos sería subsanar los problemas de nuestra época. Para ello necesitamos más participación activa de la población civil y que esta disponga de dos causes adecuados para que se den las soluciones necesarias. La modificación de la constitución es una manera de abordar los problemas de la vida real”, concluye.
Artículo 48
“Es necesaria una reflexión. Lleva demasiado tiempo sin revisarse”, advierte Ana Villaseñor, coportavoz de la Plataforma. Tiene 23 años y estudia lenguas modernas y sus literaturas y lo tiene claro: una reforma es necesaria. O, por lo menos, cumplir con artículos que pasan por desapercibidos, como el número 48 que habla de cómo se debe propiciar la participación ciudadana de los jóvenes en las políticas del país. “Hay artículos base que no se están cumpliendo. Los jóvenes tenemos una situación muy compleja en España, la tasa de riesgo de pobreza está entre los 16 y los 29 años en un 33,8%. Es una tasa muy alta. Si nos paramos a pensar, de este modo no se cumple el artículo 47 de la Constitución”, señala.
Tampoco se cumple el 35, en el que se habla del derecho al trabajo o de cómo no debe haber discriminación, explica. “Pero la realidad es que la tasa de temporalidad entre los más jóvenes de España supera el 56%. Y, además, las mujeres tenemos que hacer frente al techo de cristal y a una brecha salarial, demostrada”, explica. En la misma línea llama la atención a que no se han creado políticas para la juventud que consideren “efectivas” y señala que es “necesario” para que los más jóvenes puedan vivir dignamente. “Simplemente independizarnos”, aclara.
“El artículo 47 habla del derecho a la vivienda digna y esto no se cumple, pocos pueden independizarse sin endeudarse. No tenemos derechos, los precios de los alquileres son altos, los trabajos son precarios. No hay manera”, afirma. Además, habla de cómo no se conoce que en el artículo 48 de la Carta Magna se habla de que es deber de los poderes públicos deben promover la participación juvenil. “Y sin embargo, en Castilla-La Mancha seguimos sin tener un Consejo de Juventud que nos represente, que construya un tejido regional. Por eso luchamos por cumplir este artículo y por ser escuchadas”, afirma.
Finalmente, es también favorable a la reforma para que se pueda plantear el derecho a voto de los menores de 16 años. “Una persona de esta edad puede casarse, trabajar, firmar testamentos, pero no votar sobre lo que le afecta. Cuando se habla en las noticias de la participación juvenil baja, ¿qué esperan? Hay que pensar por qué y qué está pasando. Y así fomentar nuestra participación”, recalca. De este modo, asegura, la juventud dejará de sentirse “tan abandonada” y podrá ser parte de las políticas que deciden su futuro.
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