La ecología es uno de nuestros principales intereses y es el centro de este blog: cambio climático, medio natural, desarrollo sostenible, gestión de residuos, flora y fauna, contaminación y consumo responsable, desde el punto de vista de periodistas, expertos, investigadores, especialistas y cargos públicos. También editamos la revista 'Castilla-La Mancha Ecológica'.
Un millón de especies estarán en peligro de extinción en las próximas décadas
El calentamiento global está causando importantes cambios meteorológicos y pone en jaque la supervivencia de muchas especies. De hecho, según informa la revista National Geographic, los últimos 8 años han sido los más calurosos jamás registrados: la Tierra se ha calentado más de 1,1 grados centígrados desde finales del siglo XIX. Una de las consecuencias directas más notables de este fenómeno es el deshielo de los polos.
La NASA ha constatado que, desde 1880, el nivel del mar ha aumentado 20 centímetros y estima que para el 2100 aumente entre 30 y 122 centímetros más. Datos como estos, han puesto de manifiesto la necesidad de aplicar medidas para evitar, entre otras consecuencias, el impacto a la fauna y la flora.
Las constantes inundaciones producidas por el aumento de precipitaciones fuertes en ciertas regiones y, por contraposición, las sequías que están sufriendo muchas zonas del planeta han provocado “la necesidad de un cambio en el modelo productivo para adaptarse a la disponibilidad de recursos actuales y, además, asegurar las reservas de estos en el futuro”, explica Beatriz Nespereira de la escuela de formación industrial MINT. Nespereira añade que, “todos estos cambios, producidos por el aumento de las temperaturas y las modificaciones meteorológicas, están afectando tanto a la flora como a la fauna terrestre y marítima”, indican fuentes de Nubika, escuela de formación veterinaria.
¿Cómo afectan estos impactos a la fauna y a la flora?
Debido al incremento de las temperaturas terrestres y marítimas, cerca de un millón de especies están en riesgo de extinción en las próximas décadas. La intensidad de los impactos del cambio climático provoca que las especies se extingan 1000 veces más rápido que en cualquier otra época de extinciones. En este sentido, el 28% de las especies incluidas en la Lista Roja de la UICN (35,765 especies de las 128,918) están en peligro de extinción. Nubika presenta algunos ejemplos de la amenaza que supone el calentamiento global para algunas especies y ecosistemas:
- Desplazamiento de especies a zonas más frías. El aumento de las temperaturas da lugar al desplazamiento de muchas especies a zonas más frías. Se tiene constancia de que aves, mariposas, zorros, plantas alpinas y algunas especies marinas han emigrado al norte. La Península Ibérica será de las zonas más afectadas por este desplazamiento al encontrarse en el límite sur de la zona templada.
- Afectación de los ecosistemas marinos. Este calentamiento afecta a los ecosistemas marinos a través de epidemias, presencia de especies invasoras y mortalidad masiva. Por ejemplo, debido al aumento de la temperatura se ha producido una disminución drástica de las poblaciones de algas pardas en la costa norte de España, las cuales dan refugio y son zona de cría de muchas especies de fauna marina. Por otro lado, se han registrado más de 30 especies de peces tropicales en las últimas décadas en las aguas de las Islas Canarias.
- Aumento de la concentración atmosférica de CO2. Este hecho influye de manera directa en la fotosíntesis y tiene efectos sobre el crecimiento de las especies. En este mismo sentido, la flora de alta montaña se ve afectada por el descenso brusco de la cantidad de nieve en las montañas, ya que esta escasez reduce el efecto aislante durante el invierno, sometiendo a la flora de las cumbres a temperaturas extremas.
En este sentido, Beatriz Nespereira, coordinadora editorial de MINT, escuela de formación especializada en la industria, recalca la importancia de seguir apostando por las energías renovables. “Si seguimos con los niveles de emisión actuales, habrá un momento en que la situación será irremediable y, en consecuencia, se habrán perdido muchas especies que no sólo dan diversidad a los ecosistemas, también son necesarios para el equilibrio de estos”, indica Nespereira. “La apuesta para la transformación verde tiene que ser firme y tiene que ser una prioridad para los estados”, concluye.
El calentamiento global está causando importantes cambios meteorológicos y pone en jaque la supervivencia de muchas especies. De hecho, según informa la revista National Geographic, los últimos 8 años han sido los más calurosos jamás registrados: la Tierra se ha calentado más de 1,1 grados centígrados desde finales del siglo XIX. Una de las consecuencias directas más notables de este fenómeno es el deshielo de los polos.
La NASA ha constatado que, desde 1880, el nivel del mar ha aumentado 20 centímetros y estima que para el 2100 aumente entre 30 y 122 centímetros más. Datos como estos, han puesto de manifiesto la necesidad de aplicar medidas para evitar, entre otras consecuencias, el impacto a la fauna y la flora.