Se necesitan profesionales para avanzar en la lucha contra el cambio climático

Aunque multitud de científicos, asociaciones, organizaciones, voluntarios y la gran mayoría de la ciudadanía ya ha interiorizado la necesidad de luchar desde ya contra el cambio climático, este fenómeno está adquiriendo tal importancia que confrontarlo ha hecho necesario que se incorporen cada vez más profesionales. Es la gran urgencia ambiental de nuestro tiempo, y sus consecuencias y mitigación han llegado más allá de los círculos políticos. Nos afecta a toda la población y las soluciones pasan por especialistas capacitados para esta tarea.

Desde numerosas entidades se ya se han puesto las pilas y entre ellas destacamos la labor que está realizando el proyecto ProClima. En esta iniciativa parten del hecho de que los costes económicos del cambio climático pueden ser muy elevados, especialmente en regiones de climas más extremos como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. Y coincide con que son comunidades autónomas con altas tasas de desempleo, es decir, “muy vulnerables” a los desafíos asociados a la creciente inestabilidad climática.

Ante la oportunidad urgente de incorporar estas necesidades de respuesta social desde cualquier puesto de trabajo, quiere así capacitar a personas desempleadas para que adquieran “competencias diferenciadoras” que les aseguren un empleo de calidad que satisfaga las necesidades y urgencias sociales y ambientales. 

Ha puesto en marcha, con este objetivo, una acción gratuita cofinanciada por el Fondo Socio Europeo (FSE), cuyos destinatarios principales son mujeres desempleadas, jóvenes desempleados de hasta 35 años, y personas desempleadas residentes en áreas protegidas y/o zonas rurales. Para acceder a los cursos es indispensable estar en situación de desempleo y contar con formación previa o experiencia en el área profesional del curso.

Cursos y programa

Dentro del programa formativo, cuenta con cursos a distancia, semipresenciales y presenciales. En el primer caso, se centran en Responsabilidad Social Corporativa, restauración de ecosistemas, agroecología, gastronomía por el clima, jardinería y ciencia e innovación social.  Los semipresenciales también incluyen la materia de responsabilidad social corporativa y agroecología; y los presenciales forman sobre dinamización por el clima. 

Proclima es uno de los proyectos de la Plataforma Ecoherencia, formada por ambientólogos, restauradores de ecosistemas, educadores ambientales y permacultores, con formación y experiencia en proyectos de diferentes países (Argentina, Australia, Brasil, Costa Rica, Chile, Francia, Inglaterra, Portugal y Suecia). En España, numerosas entidades sin ánimo de lucro, empresas privadas y organismos públicos participan en sus actividades.

Entre sus objetivos se encuentra la apuesta por los valores cooperativos y la economía social como herramienta de trabajo colectivo, promoviendo la innovación social y la creación de sinergias como mecanismos para dar respuesta a los desafíos actuales. Para todo ello, aportan visión sistémica global y ofrecen una formación de calidad basada en la participación del alumnado y la diversión como metodología de aprendizaje.

Aunque multitud de científicos, asociaciones, organizaciones, voluntarios y la gran mayoría de la ciudadanía ya ha interiorizado la necesidad de luchar desde ya contra el cambio climático, este fenómeno está adquiriendo tal importancia que confrontarlo ha hecho necesario que se incorporen cada vez más profesionales. Es la gran urgencia ambiental de nuestro tiempo, y sus consecuencias y mitigación han llegado más allá de los círculos políticos. Nos afecta a toda la población y las soluciones pasan por especialistas capacitados para esta tarea.

Desde numerosas entidades se ya se han puesto las pilas y entre ellas destacamos la labor que está realizando el proyecto ProClima. En esta iniciativa parten del hecho de que los costes económicos del cambio climático pueden ser muy elevados, especialmente en regiones de climas más extremos como Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha. Y coincide con que son comunidades autónomas con altas tasas de desempleo, es decir, “muy vulnerables” a los desafíos asociados a la creciente inestabilidad climática.