Ecologistas piden al Gobierno central que niegue un posible trasvase del Tajo a las Tablas de Daimiel
- Sería “irracional e insensato” que la Junta de Castilla-La Mancha quiera repercutir en un río “exhausto” el coste ambiental de los déficits en el Guadiana
Ecologistas en Acción también ha querido pronunciarse sobre la situación por la que atraviesa el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel debido a la escasez de agua y posterior reducción de los encharcamientos. A este respecto, ha pedido a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente que no apruebe ningún posible trasvase del Tajo para solucionar el problema. Además, ha criticado que la postura del Gobierno de Castilla-La Mancha pone de manifiesto el “nulo compromiso de este con la recuperación” del Parque y del río Tajo y “cuestiona su capacidad para hacerse cargo de la gestión de los parques nacionales”.
Este colectivo afirma que cuando en el año 1973 se declaró este Parque Nacional, ya se conocían las circunstancias que lo convertirían en una “mala caricatura de lo que había sido”. No obstante, ya en plena democracia y con un gobierno socialista en la región, se impulsó “una política suicida de regadíos que remata la faena acometida” desde antes de la muerte de Franco: la “desecación-canalización-exterminio de la Mancha Húmeda”.
“Efectivamente, ha sido la política de regadíos a ultranza que aún se mantiene la responsable de la liquidación definitiva del fenómeno más singular y espectacular de los humedales españoles: la hidrogeología y sus múltiples manifestaciones que se reparte en muchos municipios de Castilla-La Mancha ligada al río Guadiana y complementada con las lagunas volcánicas del Campo de Calatrava”, destaca Ecologistas en Acción.
“Agroexplotación industrial insostenible”
En su opinión, la “desaparición completa” de las lagunas fluviales no tiene otra causa que la del descenso de los niveles freáticos de los acuíferos por la sobreexplotación de los mismos para “transformar una agricultura tradicional sostenible en un sistema de agroexplotación industrial insostenible”.
Señala que el Plan de Regeneración Hídrica para salvar el Parque Nacional realizado en 1985 contempló tres soluciones “sin ningún ingenio” como la construcción de una batería de pozos para poner agua en el Parque de manera artificial, una presa sobre el río Bullaque para bombearla en dirección a Daimiel y la derivación de caudales desde el Acueducto Tajo-Segura a través del río Gigüela para que llegaran a las Tablas. “De las tres soluciones, únicamente la tercera llegó a tener cierta repercusión en ocasiones, aunque la opinión de científicos y ecologistas siempre ha sido crítica con ella. Es el precedente del conocido y controvertido Trasvase Tajo-La Mancha o, familiarmente, la Tubería Manchega”.
Por todo ello, argumentan los ecologistas subrayan que la medida propuesta de derivar caudales desde el Tajo-Segura, como hace 35 años, no es otra cosa que “la constatación del nulo interés de las administraciones por tomarse en serio este conflicto y el reconocimiento de un fracaso que dura ya un tiempo insoportable”.
Un trasvase que sería “irracional e insensato”
Por ello, piden al Gobierno castellanomanchego una “rectificación” en sus planteamientos, que derive “en un vínculo firme con el sentido común y con el cumplimiento de la legislación vigente y los compromisos internacionales”. Consideran “del todo irracional e insensato” que el Gobierno de Castilla-La Mancha quiera repercutir en un río “exhausto y sobreexplotado” como es el Tajo, el coste ambiental de los déficits en el Guadiana.
Las Tablas de Daimiel ya están “extraordinariamente dañadas, y aunque una parte de su biodiversidad sea recuperable, no lo debe ser a costa de provocar un daño igual o mayor en el Tajo”. Y además, añaden, el trasvase de agua “sólo alentaría más sobreexplotación por parte de los regantes que verían otro grifo abierto a sus caprichos”.
Exigen asimismo a la Secretaría de Estado de Medio Ambiente que niegue el trasvase de agua del Tajo al Parque Nacional y que se replantee la capacidad de Castilla-La Mancha para “asumir sus responsabilidades en la gestión de los parques nacionales”. “Al menos mientras esta región y este Gobierno no hagan algo de verdad por recuperar las Tablas, y eso pasa inexorablemente por la reducción del consumo de agua de regadío desincentivando las transformaciones de cultivo y persiguiendo de verdad a quienes incumplen la ley”, concluye la organización ecologista.