Educación no puede “ir más allá” en vacaciones de interinos y reducción de horas lectivas
La toma de posesión de Ángel Felpeto como nuevo consejero de Educación, Cultura y Deportes el pasado mes de mayo, supuso la resolución de la primera crisis de Gobierno de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha cuando no se había cumplido un año de legislatura. El presidente convenció a Felpeto para tomar el mando de una cartera con numerosos problemas debido a los recortes de la legislatura anterior. Sustituyó a la cuestionada Reyes Estévez, y ha prometido a los sindicatos de educación un nuevo proyecto educativo para la comunidad autónoma así como un calendario de implantación de medidas para revertir la situación del profesorado en la región. El consejero, de origen gallego, ha desarrollado casi toda su trayectoria profesional como profesor en Toledo hasta que decidió iniciar su carrera política como delegado provincial de Educación en 2002. Hoy vuelve a tener ante sí un reto que ahora es regional y que sigue sin conformar a la comunidad educativa.
Tras la última reunión de la Mesa Sectorial de Educación, ¿hay por fin avances en el calendario prometido para la reversión de los recortes?
Han continuado con el calendario de trabajo. Ahora se está trabajando con el proyecto de formación del profesorado. Yo me comprometí a presentar aquella normativa que va a ser el proyecto educativo para Castilla-La Mancha en los próximos años. Hablamos de la admisión de alumnos (modificar la zona única), el nuevo decreto de atención a la diversidad, de bilingüismo, puesto que el modelo existente no funciona, y de formación del profesorado.
¿Y en cuanto a la oferta pública de empleo en educación?
Antes de finalizar el mes definiremos en qué cuerpos hay oposiciones el año que viene teniendo en cuenta que la Consejería irá al máximo que permita la tasa de reposición. En este momento no tenemos decidido para qué cuerpo convocaremos el año que viene. Habíamos cambiado el ritmo de oposiciones. En este año tocaba convocar Secundaria y no Primaria, pero hemos convocado esta última porque ese era el ritmo de la anterior legislatura. Pero hay que cambiarlo porque vamos al revés de las demás comunidades autónomas que tienen una mayor convocatoria y eso produce ese trasvase de unas a otras. Para recuperar el ritmo pueden suceder dos cosas: que el año que viene no convoquemos ni Primaria ni Secundaria y en el 2018 convoquemos ambas, o que volvamos a convocar Primaria el próximo año y solo Secundaria en 2018.
Mientras, los docentes interinos siguen denunciando el agravio existente en Castilla-La Mancha por el hecho de no poder cobrar el verano.
Yo me comprometí a que podría llegar a algo más, a que el contrato no finalizara el 23 de junio y se ampliara hasta el 30 de ese mes. Y no lo he hecho por presión, sino por sentido común, debido a que tienen que hacerse evaluaciones y tutorías. Y presupuestariamente era asumible para 2017.
¿No se puede ir más allá?
No podemos llegar más allá. Son exactamente 23 millones de euros lo que cuesta la contratación del profesorado interino los meses de julio y agosto. Y en este momento no nos lo podemos permitir. Ojalá pudiéramos. No se trata de engañar a nadie ni de buscar subterfugios. Igual que no se puede ir más allá en la disminución del horario del profesorado de Secundaria. Yo voy todos los días a los institutos, me lo dicen a cada rato y lo entiendo, pero en este momento rebajar una hora el horario de secundaria también costaría, y coincide la cifra, 23 millones de euros.
Hay una cosa de la que se habla menos pero que también fue un recorte de los más sangrantes. Hay 650 maestros que dan clases en los institutos en primer ciclo de Secundaria, producto de la implantación de la LOGSE en el año 1996. Ellos cobraban un complemento por ser maestros en IES, un complemento que desapareció en 2011 y también es otra demanda de organizaciones sindicales. Está sobre la mesa y mi respuesta es que tendremos que ir poco a poco. A mí me lo dicen siempre de la misma manera: “tenemos que volver a 2008”. Y sí, estoy de acuerdo, pero el problema está en el cuándo.
¿Puede ser un objetivo de legislatura? ¿Podríamos decir que en 2019 se regresará a 2008?
Pues mire, está asociado mucho a la aprobación de presupuestos. Ahora estamos sin gobierno, en una circunstancia muy complicada que condiciona los presupuestos de las comunidades autónomas. Me gustaría que gran parte de esos objetivos se cumplieran en esta legislatura pero tampoco puedo dar una respuesta exacta ni comprometerme. Donde la he podido dar, la he intentado ir dando.
Lo cierto es que algunos sindicatos siguen apuntando a que las medidas de Cospedal se mantienen porque los recortes de septiembre de 2011 siguen ahí.
Todos no se mantienen. En este curso había un calendario de ratios que era para un curso de Infantil, otro de Primaria y otro de Secundaria y se ha decidido que se aplique la reducción de ratio en todo Infantil, con 25 alumnos por clase. Por lo tanto no estamos igual. Hemos cumplido el calendario aprobado en las Cortes con una asignación presupuestaria de 8,6 millones de euros. Yo pedí que se hiciera un cálculo exacto de lo que cuesta la bajada de ratios en todo Infantil, en Primaria un curso y en Secundaria otro. Con ese presupuesto se podía ir dos cursos más allá y decidí que se implantara en Infantil completo para ir de abajo hacia arriba y porque creo que 28 niños en una clase de Infantil es peor que 30 en primaria. Los sindicatos reconocieron que era más que nada pero que era poco. Yo les entiendo.
Por otra parte, ¿se ha presentado ya el recurso contra el decreto de reválidas del Gobierno central?
Todavía no, pero el consejo de Gobierno me ha autorizado a presentarlo y lo están elaborando los servicios jurídicos. No obstante, tengo confianza en que el ministro, después de sus reuniones con asociaciones de padres y alumnos, pare el calendario, que es lo que pedimos 12 consejeros de 12 comunidades autónomas. Estando el Gobierno en funciones se publicó, y se puede parar estando en funciones. No estamos hablando de derogación de ley sino de detener un año el calendario.
Pero mientras eso no suceda, tienen que ir preparándose las reválidas, concretamente la más importante, que es la de de Segundo de Bachillerato.
Estamos en conversaciones directas con la vicerrectora responsable de docencia. Las universidades del G9, donde está la UCLM, han tenido conversaciones para elaborar una prueba común. Por nuestra parte, nosotros, si hay reválida, trabajaríamos con la Universidad en la elaboración de la prueba y, si no la hubiera, entenderíamos que la Universidad elaborará la PAEG (prueba de acceso a la universidad) y en ese caso la que realice nos valdrá. Es decir, estaremos absolutamente de acuerdo con la Universidad pase una cosa u otra.
Se habla mucho de la falta de presupuesto en educación, ¿es una partida que ha quedado relegada por la necesidad de otras más urgentes para emergencia social o pobreza?
No, no han quedado relegadas con respecto al presupuesto. El presupuesto de Educación ha crecido por encima del resto de consejerías y por tanto no me puedo quejar, y el compromiso del presidente para el año que viene es el mismo. Lo que sí tengo sensación es que en algunas normativas muy estrictas, cada vez que te sales un poco de la norma trazada, el propio Ministerio de Hacienda te llama la atención. Incluso en algo que no debiera discutirse, como fue la oferta de empleo público, decidieron recurrirla, afortunadamente, sin éxito.
Es destacable que en los informes sobre resultados educativos digan percibiéndose muchas diferencias entre zonas de Castilla-La Mancha. ¿Hay recursos suficientes de la Inspección y de las direcciones provinciales para abordar esas necesidades especiales?
Se trabaja en dos líneas. Por un lado, los propios centros, que hacen esfuerzos por atender a la diversidad, por arriba y por abajo, y también situaciones de especial dificultad. Presentan proyectos para poder realizar lo que llamamos ‘agrupamientos flexibles’, para atender a los alumnos en grupos más pequeños. Por otro lado, la Inspección y las direcciones provinciales son las que tienen que velar por que efectivamente se pongan esos recursos donde más se necesitan, porque los recursos no son infinitos. Siempre tienen que ir dirigidos al alumnado con necesidades especiales, o al que esté en riesgo de exclusión o abandono. Este año se ha puesto en marcha un proyecto que ya se ha experimentado y que son las Comunidades de Aprendizaje: educamos todos, profesores, padres y asociaciones. Los padres colaboran con profesores dentro del horario lectivo en actividades complementarias dependiendo de su formación profesional. Empezó a funcionar en centros de especial dificultad en Albacete y hemos sacado una convocatoria para que cualquier centro lo solicite.
¿Por qué se ha decidido no recuperar los centros de formación del profesorado y sustituirlos por asesores provinciales?
En este momento lo que podemos hacer es llegar hasta dos asesores en cada provincia, no podemos llegar a más. En un momento determinado se rompió la red de centros de formación del profesorado. Yo puedo entender que podía estar sobredimensionada en época de crisis, pero de eso a romper con toda la red de formación… En este momento la formación del profesorado no puede estar solo confiada a la formación online, porque también tiene que ser comunicación, encuentro y compartir iniciativas, y eso solo se puede hacer con una parte de formación presencial. Necesitamos un brazo ejecutor en cada provincia para hacer más cercanos a los centros y a los proyectos y eso es lo que hemos hecho: que en cada provincia haya dos personas que promuevan iniciativas de formación y grupos de trabajo desde la cercanía.
Muchos de los participantes en la campaña ‘Sin un sí, es no’ del Instituto de la Mujer han planteado la posibilidad de llevarla a colegios e institutos. ¿Sería posible?
Educar en valores es siempre posible siempre desde la primera etapa, lo que incluye educar en la no violencia y en la lucha contra la violencia de género. Siempre digo que en estos temas ni todos somos especialistas ni todo debemos intervenir, debe hacerlo quien sepa hacerlo para no hacerlo mal. En los centros educativos, a la hora de intervenir en cuestiones de este tipo, debemos hacerlo con especialistas y expertos. Afortunadamente en todos los centros tenemos un departamento de orientación y todo debe canalizarse a través de ahí. También ahí debe ahondarse en la formación a las familias, y debe hacerse desde las asociaciones de padres. El centro educativo es un lugar adecuado para luchar contra esto dentro del marco de educación en valores.
La cultura, otro sector maltratado
Otro sector muy maltratado y que continúa sin recuperarse es el cultural…
Si los recortes en educación han sido duros, en cultura no lo han sido menos. Me preocupa enormemente no solo en cuanto a personal, que quedó reducido a la mínima expresión, sino también en cuanto a los recursos. Decir que en cinco años no han recibido ni un solo euro para adquisición de material bibliográfico es muy duro. Eso lo vamos a recuperar. Y tengo que poner en valor que los trabajadores de los espacios de cultura como bibliotecas, museos y archivos han sobrevivido a esa situación con mucho esfuerzo. Es encomiable el trabajo de todos, de funcionarios y gestores. Mi preocupación ahora es darles una mínima respuesta cada año, y qué mínimo que un respiro en cuanto a la contratación de personal y en cuanto a la adquisición de material bibliográfico. Ya hubo una cantidad en 2016 y en 2017 se subirá para ir recuperando poco a poco.
¿Se garantizará este año la partida para Artes Escénicas?
Está totalmente garantizada. Estamos hablando con ellos y está garantizada. Aunque sea poco, estará ahí.
¿No cree que los actos culturales dependen demasiado de Cervantes y su Quijote. O dicho de otra manera, ¿hay vida más allá de del Quijote en Castilla-La Mancha?
Esa misma pregunta también se planteó con Toledo. Preguntaban si había vida más allá de El Greco. Yo creo que sí. El Greco, por ejemplo, ha tenido una proyección más allá. Ha quedado ahí como una marca. Tiene que haber vida más allá del Quijote y de Cervantes en una región como la nuestra, donde deben tener presencia no solo en 2016 sino más allá. Las exposiciones tienen que servir y han servido para que muchas de esas piezas hayan sido restauradas y perduren. Por eso hay que marcarse hitos en el camino y estamos hablando el año que viene por ejemplo de Cisneros. Debemos seguir hablando en el futuro de marcar determinadas fechas que nos vayan dejando huellas en el camino pero que nunca finalicen ahí. Hemos puesto a Sigüenza y a Cuenca en el mapa, junto con Molina de Aragón y otras muchas localidades. Pero siempre con proyección de futuro. Me he dado cuenta de la importancia que esto está teniendo, con cada pueblo buscando sus señas de identidad para ponerse en el mapa, y eso debemos mantenerlo y lo mantendremos.