Los accionistas se rinden: Elcogas cierra

Finalmente no habrá futuro para Elcogas. Eran ya pocas las esperanzas que albergaban los trabajadores de la central termoeléctrica de Puertollano, pero el Consejo de Administración de la compañía ha terminado definitivamente con ellas. Los accionistas, según fuentes cercanas consultadas por eldiarioclm.es, se han reunido esta mañana y han decidido echar el cierre en la planta, cuya desconexión definitiva de la red eléctrica será el próximo 31 de enero. Ese es el plazo estipulado de prórroga que el propio Ministerio de Industria decretó cuando lo amplió en octubre para que la empresa presentara un plan de viabilidad, una estrategia alternativa que fue remitida al departamento de José Manuel Soria el día 22 de diciembre pero que finalmente ha decidido rechazar, una vez pasadas las elecciones generales.

Este era el escenario más temido desde que comenzara el presente año sin que hubiera noticias de la decisión del Ministerio. De hecho, la propia compañía inició de nuevo la mesa de negociación para ejecutar el ERE extintivo de los trabajadores, cuya negociación estos han rechazado por entender que no había decisión firme del Gobierno central. Ahora, tras negarse Industria a considerar el plan de viabilidad, los accionistas, entre los que se encuentra Endesa con una participación mayoritaria, se dan por vencidos.

El plan estratégico con el que Elcogas ha buscado su supervivencia contemplaba, entre otras cuestiones, la producción de electricidad mediante biomasa y otros sistemas de hibridación, y había obtenido el respaldo de los accionistas y de los trabajadores. También contaba con el apoyo institucional de la Junta de Castilla-La Mancha y del Ayuntamiento de Puertollano. Por su parte, desde el PP se han empeñado en responsabilizar al presidente castellano-manchego, Emiliano García-Page del cierre de la central, e incluso llegaron a augurar que Industria respaldaría el futuro de la compañía, pero la realidad ha sido bien diferente al final.

Al margen del debate político, los principales perjudicados son los más de 100 trabajadores que se quedarán en la calle, aparte del centenar ya despedido de las empresas auxiliares. De momento hay encierros, movilizaciones y manifestaciones previstas durante los diez días que restan hasta la desconexión de la central, así como futuras mesas de negociación para que la plantilla pueda adquirir las mejores condiciones posibles para su salida de la empresa.