Un “aire diferente” para la podología y el emprendimiento en Albacete

La historia de Marta García no es muy diferente de todas las que han nacido de la crisis en España. Una profesional muy cualificada que, cansada de las malas condiciones laborales que le ofrecía el mercado español, decidió darle una vuelta a su formación y partir hacia Londres. Sin embargo, nunca abandonó la idea que la llevó a abrir su propia clínica en junio de este año: ser su propia jefa, con todas las posibilidades de crecer que eso le ofrece.

Esta idea fue la que la llevó a participar en la última edición del Programa Sherpa, de la que salió elegida como una de las ganadoras elegidas por el jurado. Explica que se siente especialmente orgullosa de que su proyecto haya sido distinguido como uno  de “éxito” entre todos los que se presentaron. El programa Sherpa es una iniciativa de la Confederación de Empresarios de Albacete, y que cuenta con el apoyo de la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Albacete y BBVA. En él, se ofrecen herramientas, capacidades y asesoramiento a los trabajadores para mejorar sus opciones de éxito en sus proyectos.

“Me enteré de Sherpa por un amigo que me dijo que lo echase por si acaso. Y como yo ya tenía el plan de proyecto desarrollado, me decidí y me seleccionaron”, explica Marta. De la experiencia en el programa destaca la ayuda que ha recibido para formar una “mentalidad de empresaria” que no tenía. “Como podóloga sé cómo tenía que trabajar en mi campo, pero no como emprendedora. Me ha venido bien para mejorar mis habilidades en cuanto a finanzas, marketing, publicidad. Todo lo que desconocía”, explica la médica. Recalca que recibió formación para innovar en su proyecto, en cómo llegar al público y también para utilizar nuevas herramientas, como las redes sociales. 

“Te abren una idea global de cómo debes gestionar tu empresa, gestionar tu tiempo y cómo tratar a tus pacientes. Además, mejorar a nivel de finanzas, contabilidad, cosas que desconoces en un principio”, explica García. Como emprender supone muchos gastos al principio, reconoce que esta “balanza” que le ofrecieron fue muy útil. “No me esperaba ser seleccionada, para mi fue un orgullo y sobre todo me siento satisfecha por el reconocimiento del jurado y los docentes que votan tu proyecto como un programa de éxito”, explica. Los 5.000 euros que ha recibido de premio los invertirá en mejoras de la tecnología que utiliza en su clínica, así como en las instalaciones.

Experiencia para emprender

¿Por qué se decidió por la podología? “Siempre me ha gustado la medicina y en la podología vi la posibilidad de crecer y montar mi propio negocio, ser mi propia jefa”, explica. Y es que explica que el campo parecía un “mundo desconocido” y “todavía por explotar”. En los últimos años ha habido “bastante evolución en el campo” pero sigue siendo una carrera “relativamente nueva”. “Siempre me había llamado la atención el estudio de la biomecánica, la postura y la posición del cuerpo”, explica.

En Reino Unido aprovechó para aprender y formarse, ya que, aunque siempre tuvo trabajo tras acabar la carrera, lamenta que las condiciones laborales en España “no eran buenas”. “Me vi estancada y quería crecer profesionalmente. Me fui a Londres porque estaba mucho más desarrollado respecto a España y quería mejorar técnicas y nuevos conocimientos sobre este campo”. Estuvo tres años trabajando tanto en la sanidad pública como en la privada, por lo que pudo apreciar ambas realidades y una que no existe en España. “Es una perspectiva diferente y aprendí muchísimo de la mano directamente con cirujanos del pie y habilidades quirúrgicas”, explica.

Tras sus años en la capital inglesa, se vio con “suficiente experiencia” para poder dar el paso adelante, emprender y tener su propio negocio. “Fue una experiencia gratificante, pero mi intención era establecerme en Albacete”. “La oportunidad de ir al extranjero me ha abierto una mentalidad diferente y a la hora de trabajar he podido incorporar servicios que en España desconocíamos. Busco un aire diferente en los tratamientos, en los servicios y lo compagino con la tecnología que es fundamental en la biomecánica”, concluye.

La historia de Marta García no es muy diferente de todas las que han nacido de la crisis en España. Una profesional muy cualificada que, cansada de las malas condiciones laborales que le ofrecía el mercado español, decidió darle una vuelta a su formación y partir hacia Londres. Sin embargo, nunca abandonó la idea que la llevó a abrir su propia clínica en junio de este año: ser su propia jefa, con todas las posibilidades de crecer que eso le ofrece.

Esta idea fue la que la llevó a participar en la última edición del Programa Sherpa, de la que salió elegida como una de las ganadoras elegidas por el jurado. Explica que se siente especialmente orgullosa de que su proyecto haya sido distinguido como uno  de “éxito” entre todos los que se presentaron. El programa Sherpa es una iniciativa de la Confederación de Empresarios de Albacete, y que cuenta con el apoyo de la Diputación provincial, el Ayuntamiento de Albacete y BBVA. En él, se ofrecen herramientas, capacidades y asesoramiento a los trabajadores para mejorar sus opciones de éxito en sus proyectos.