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Lo que empezó como un juego y se convirtió en trabajo

Que tu pasión desde muy pequeño se convierta en un trabajo con una impresionante proyección y, además, lo puedas desarrollar en tu ciudad natal no es algo que pueda decir mucha gente. Y si a eso añades el hecho de que se trate de un trabajo relacionado con el sector tecnológico y en una pequeña ciudad como Cuenca lo hace más inusual, si cabe, aunque no por ello imposible.

Y si no que se lo digan a Carlos Plaza Cuenca. Un joven conquense de 29 años, ingeniero informático y programador, que, tras formarse académicamente, primero, en la UCLM en Albacete y después en Madrid con un Máster de Desarrollo de Videojuegos, conseguir ser uno de los finalistas del prestigioso certamen nacional PlayStation Talents en su edición de 2017 con el videojuego ‘Listen to my voice’ y llevar trabajando “en lo suyo” casi tres años en un lugar con tanto potencial en este campo como Madrid, decidió apostar por su ciudad natal, Cuenca, para incorporarse a un proyecto muy ilusionante, que no fue otro que el de Vsion Studio; una empresa tecnológica especializada en proyectos de realidad virtual y realidad aumentada que se está haciendo un hueco en el exigente mercado tecnológico.

Carlos Plaza, por lo tanto, se ha convertido en un claro ejemplo del tan ansiado y deseado regreso del talento, del que tanto necesitan ciudades como Cuenca, que llevan viendo desde hace décadas cómo sus jóvenes van nutriendo el potencial de otros destinos con mayor desarrollo industrial.

Cambio de actitud

De ahí que este joven sea de la opinión de que hay que esforzarse por darle la vuelta a esta situación y acabar con ese sentimiento generalizado y estereotipado de que en Cuenca no hay nada y no hay futuro. Y es que, a su juicio, “en primer lugar, lo que hay, y mucho, en nuestra provincia es talento” y, en su opinión, “hay que hacer todo lo posible para motivar a esos jóvenes para que vean esas posibilidades dentro y no solo miren hacia fuera como si esa fuera la única opción”.

En este sentido, Carlos no se va muy lejos y se pone él mismo como ejemplo, puesto que, según confiesa, hace unos años ni siquiera a él se le había pasado por la cabeza que iba a desarrollar su trayectoria profesional como desarrollador de software en Cuenca y, sin embargo, “aquí me tienes, trabajando en una empresa tecnológica con mucho potencial y en lo que más me gusta”. No es de extrañar, por lo tanto, que no dude mostrar su alegría por su actual situación, ya que “volver a Cuenca y trabajar en lo que te apasiona es todo un lujo”.

Y es que este ingeniero informático se confiesa como un enamorado de Cuenca, de la que dice “es la ciudad perfecta”, en la que “hago diariamente algo impensable en Madrid o en ciudades similares: ir andando al trabajo y no perder varias horas en ello”. Una ciudad, en consecuencia, “muy cómoda”, en la que, además, según remarca, le está permitiendo realizarse profesionalmente.

No en vano, en Vsion Studio está trabajando no solo como coordinador de proyectos y desarrollar labores de programación, sino también formando parte del equipo docente del curso que está impartiendo esta empresa conquense en la Escuela de Artes y Oficios José María Cruz Novillo.

Pero eso no es todo, puesto que, tal y como recalca, desde esta empresa se están llevando a cabo proyectos de relevancia no solo para Cuenca, Madrid, Ourense y otros puntos de España, sino también para Latinoamérica. De hecho, esta semana está en el Salón Internacional del Estudiante y la Oferta Educativa, AULA 2020, que se celebra en IFEMA con tres apss y dos proyectos de realidad virtual que ha elaborado para la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, que permitirá a los alumnos de ciertos ciclos de FP realizar prácticas sin salir de clase y tan solo utilizando unas gafas de realidad virtual.

Una labor que, en opinión de este joven ingeniero informático, está contribuyendo a mejorar la Marca Cuenca, ampliando su imagen hacia un sector tan en boga como es el tecnológico, pero, eso sí, sin desligarla de su gran potencial turístico. Y es que, desde su punto de vista, tecnología y turismo hacen un buen tándem, puesto que el rico patrimonio artístico, histórico y natural de Cuenca abre un campo impresionante en el ámbito de las recreaciones o los asistentes virtuales para facilitar su difusión y, por su puesto, mejorar la experiencia del visitante.

Que tu pasión desde muy pequeño se convierta en un trabajo con una impresionante proyección y, además, lo puedas desarrollar en tu ciudad natal no es algo que pueda decir mucha gente. Y si a eso añades el hecho de que se trate de un trabajo relacionado con el sector tecnológico y en una pequeña ciudad como Cuenca lo hace más inusual, si cabe, aunque no por ello imposible.

Y si no que se lo digan a Carlos Plaza Cuenca. Un joven conquense de 29 años, ingeniero informático y programador, que, tras formarse académicamente, primero, en la UCLM en Albacete y después en Madrid con un Máster de Desarrollo de Videojuegos, conseguir ser uno de los finalistas del prestigioso certamen nacional PlayStation Talents en su edición de 2017 con el videojuego ‘Listen to my voice’ y llevar trabajando “en lo suyo” casi tres años en un lugar con tanto potencial en este campo como Madrid, decidió apostar por su ciudad natal, Cuenca, para incorporarse a un proyecto muy ilusionante, que no fue otro que el de Vsion Studio; una empresa tecnológica especializada en proyectos de realidad virtual y realidad aumentada que se está haciendo un hueco en el exigente mercado tecnológico.