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Una ciudadrealeña propone aprovechar los residuos del sector olivarero para convertirlos en energía limpia

La ciudadrealeña María Luz Sánchez Silva es una de los 60 personas de toda España que ha conseguido una de las Becas Leonardo que concede anualmente la Fundación BBVA gracias a su proyecto: ‘Valorización integral de biomasas olivícolas mediante gasificación para la producción de energía renovable’ o lo que es lo mismo aprovechar los residuos del sector olivarero para convertirlos en una fuente de energía limpia. 

Las Becas Leonardo están destinadas a apoyar directamente proyectos personales de investigadores y creadores culturales en estadios intermedios de su carrera, entre 30 y 45 años, que se caractericen por una producción científica, tecnológica o cultural altamente innovadora. El destino específico de la beca admite una gran flexibilidad, adecuándose a las necesidades específicas de cada proyecto, que podrá desarrollarse en un plazo temporal de entre 6 y 18 meses.

Esta ciudadrealeña, profesora titular en el Departamento de Ingeniería Química de la Universidad de Castilla La Mancha, cree que la conversión de la biomasa en energía renovable es una de las alternativas más prometedoras para sustituir a los combustibles fósiles. Con este objetivo, su proyecto se centra en la producción de un gas combustible a partir de los residuos olivícolas, que puede lograr dos objetivos: por un lado, el gas obtenido puede mover una turbina para la generación de energía, y además su producción puede generar residuos carbonosos con capacidad para adsorber gases de efecto invernadero como es el dióxido de carbono y metano. 

El proyecto ensayará esta tecnología en una planta piloto. Posteriormente, se realizará un análisis de viabilidad técnica, económica, social y medioambiental del proceso estudiado para su implementación a escala industrial y su comparación con los procesos de transformación de combustibles fósiles tradicionales.

¿En qué consiste este proyecto? 

Persigue dar valor o segundo uso a todos los subproductos o residuos que se generan en el sector de la producción de aceite de oliva. Este proyecto surge tras varios años trabajando en la línea de investigación sobre valorización de biomasa empleando procesos termoquímicos (pirólisis, combustión y gasificación). Concretamente, se propone emplear el proceso de gasificación para valorizar orujillo, hueso, ramas o ramones y otros residuos que se puedan generar en las almazaras.

Este proceso consiste principalmente en calentar en presencia de un gas, como es vapor de agua o dióxido de carbono, la materia orgánica (residuos), generándose una serie de reacciones que permiten obtener gases combustibles que pueden ser utilizados para producir energía a través de una turbina de gas o ser empleados en un motor de combustión. Además, se obtiene un residuo carbonoso que se puede utilizar para adsorber gases de efecto invernadero, como es el dióxido de carbono y el metano.

¿Cuándo empezaste con la idea de este proyecto?

Tras haber dirigido dos tesis doctorales en este tema y disponer de equipamiento en el laboratorio para poder desarrollar estas tecnologías, surgió la idea de emplear biomasas que estuvieran disponibles en nuestra región en gran abundancia. Por este motivo, se pensó en los residuos prevenientes del sector olivícola y se comenzó a evaluarlos como materia prima en los procesos termoquímicos para obtener energía (combustión) o combustibles líquidos, sólidos y gaseosos (pirólisis y gasificación).

Además, existe la necesidad en la industria de la producción de aceite de oliva que todos los subproductos o residuos tengan otro uso para aumentar la rentabilidad de estas empresas y a su vez no generar más problemas medioambientales. Por tanto, la idea del proyecto persigue dar una solución a la demanda energética por un lado y por el otro a la concienciación medioambiental con las emisiones que se están generando. 

¿En qué fase se encuentra el proyecto?

El estudio de las características o propiedades que tienen los subproductos o residuos del sector olivícola esta bastante avanzado, pero es necesario evaluar las condiciones de operación (temperaturas, velocidad de calentamiento, cantidades de gases, etc) en el proceso de gasificación para cada una de estas biomasas y sus mezclas. Además, el uso de una planta piloto adquirida con fondos FEDER para estudiar estos comportamientos es necesaria al permitir emplear cantidades mayores de biomasa y generar mayor cantidad de productos. De esta forma se puede escalar el proceso y extrapolar los resultados obtenidos a la industria. 

¿Qué diferencia a tu proyecto de otros similares?

Actualmente existen plantas en Europa y España de gasificación de biomasa pero aún no se ha llegado a optimizar o ser implantadas de forma efectiva debido a que el trabajo con grandes cantidades de biomasa genera una serie de problemas como es la generación de alquitranes. Lo novedoso en este proyecto es el uso de todos los subproductos de la industria olivícola desde las ramas hasta el orujillo e incluso el residuo del propio subproducto es utilizarlo como adsorbente de gases contaminantes dentro del propio proceso. Por tanto, se trata de una valorización integral de todos estos deshechos desde un punto de vista medioambiental.

Además, hay que considerar que el precio del aceite de oliva tiene mucha fluctuación y las almazaras tienen que superar estos problemas económicos por lo que deben potenciar o dar salida a todo lo que se genera en esta industria dándole un valor económico siendo amigables con el medioambiente. 

¿Para que irá destinado el dinero de la Beca Leonardo?

La cuantía máxima de la Beca son 40.000 euros. Yo propuse un proyecto que consistía principalmente en contratar a personal para trabajar en el proyectos y gasto de reactivos y gases que se utilizan en el proceso de gasificación, esto suponía una cuantía para los 18 meses de aproximadamente 39.000 euros. Y la Fundación BBVA me han concedido la totalidad del presupuesto solicitado. La intención fundamental es que con este presupuesto se pueda investigar sobre este proceso en mayor profundidad y llegar a unas conclusiones que puedan servir para que el conocimiento no quede solo en el laboratorio si no que llegue a la industria y tenga una repercusión social.

La ciudadrealeña María Luz Sánchez Silva es una de los 60 personas de toda España que ha conseguido una de las Becas Leonardo que concede anualmente la Fundación BBVA gracias a su proyecto: ‘Valorización integral de biomasas olivícolas mediante gasificación para la producción de energía renovable’ o lo que es lo mismo aprovechar los residuos del sector olivarero para convertirlos en una fuente de energía limpia. 

Las Becas Leonardo están destinadas a apoyar directamente proyectos personales de investigadores y creadores culturales en estadios intermedios de su carrera, entre 30 y 45 años, que se caractericen por una producción científica, tecnológica o cultural altamente innovadora. El destino específico de la beca admite una gran flexibilidad, adecuándose a las necesidades específicas de cada proyecto, que podrá desarrollarse en un plazo temporal de entre 6 y 18 meses.