Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (GICAMAN) es la mayor empresa propiedad de la Junta de Comunidades, “heredada” de los gobiernos del PSOE, que ha mantenido su actividad pese a que otras empresas públicas y organismos han sido liquidados durante la presente legislatura por el Gobierno del PP. A pesar de una importante reducción de plantilla tiene todavía 32 trabajadores y una actividad centrada en la gestión del parque de vivienda de su propiedad, en venta y alquiler, además de realizar obras puntuales por encargo de la Junta como carreteras o el Remonte de Safont en Toledo, que no corren por su cuenta sino que se le pagan como subvención.
Para el ejercicio 2014 GICAMAN previó unas pérdidas de 12.936.850 euros, la mitad que el ejercicio anterior, pero finalmente, tal como consta en la documentación contable que acompaña a su presupuesto para 2015, cerró con una pérdida de 40.041.930 euros, es decir, un 209,5% más. La desviación cabe achacarla a una menor cifra de negocios, casi 5 millones menos de lo presupuestado, pero sobre todo al deterioro de sus inversiones inmobiliarias que se han depreciado en 14.416.000 euros y a un resultado financiero que incluye deudas y provisiones por importe de 11.515.520 euros.
El ejercicio 2010 fue el último en el que GICAMAN obtuvo un resultado positivo, de algo más de 7 millones. Desde entonces acumula pérdidas año tras año. Así en 2011, pese a que su previsión fue liquidar con más de 87 millones de euros de pérdidas, el informe final de Sindicatura de Cuentas arrojó un resultado negativo de 64.039.000 euros. Hay que tener en cuenta que en ese periodo se hizo cargo de la obra del polémico Hospital de Toledo, hasta la paralización de las obras y la liquidación de la UTE constructora. En 2012 el resultado fue de 33.171.670 euros de pérdidas y en 2013 de 25.130.530 euros. Es decir, que durante el Gobierno de Cospedal la empresa, con sólo 2,4 millones de capital social, acumula 162.383.130 euros de resultado negativo, pese a lo cual se mantiene su actividad para 2015 en que se ha previsto en su presupuesto una pérdida de “sólo” 9.020.410 euros.