La estatua hallada el pasado 21 de junio de este año que muestra un joven romano, denominada 'el efebo', ha pasado de manos del Consorcio de Toledo a la Junta de Comunidades. A partir de ahora, residirá en el Museo de Santa Cruz, de titularidad regional, y para esta despedida las distintas administraciones y expertos organizaron un acto en el que plasmaron la importancia de la estatua. El viceconsejero de Cultura, Jesús Carrascosa, ha destacado hoy que el ‘Efebo de Toledo’ ampliará el “continente y contenido” de uno de los museos más representativos del Estado como es el Santa Cruz.
Carrascosa señaló que la obra tiene un valor “incalculable” y que será parte de la memoria colectiva de la región. El concejal de Urbanismo de Toledo, Teo García, señaló que la obra es una muestra más de lo “inabarcable” del patrimonio de la capital autonómica. “Este redescubrimiento viene a ahondar en el Toledo romano y es el más espectacular de los últimos años”, señaló el edil. García señaló además que la importancia de esta estatua hace que la ciudad esté “muy orientada al futuro teniendo en cuenta el pasado”.
El gerente del Consorcio de Toledo, Manuel Santolalla, ha explicado que en la despedida del 'efebo' se ha querido incluir la participación ciudadana, con un concurso de cenas y lotes de libros a cambio de hacerse una foto con el 'efebo'. “Ha sido una suerte haber encontrado esto ya que ratifica los trabajos del Consorcio”, señaló el profesional. Los expertos en el acto han coincidido en que el hallazgo demuestra la existencia de unas termas romanas en el centro del casco histórico de la ciudad, que estatuas como el 'efebo' habrían adornado. Una copia de la obra quedará también en el lugar de su hallazgo, para que los visitantes puedan disfrutarlo.
El arqueólogo Carmelo Fernández, director de la excavación, ha destacado que la “agilidad” de la administración local permitió que el 'rescate' de la obra se hiciese rápidamente durante el transcurso de su hallazgo. “Es una muestra elocuente de lo que fue Toledo en la antigüedad, de lo monumental de la época romana y fundamentalmente de un edificio que surge entre los siglos II y V después de Cristo”, señaló, una estructura que serían las grandes termas romanas de las que hablaba Santolalla.
El 'efebo' tiene aproximadamente unos 1.400 años de antigüedad y en él se pueden observar características que se han encontrado también en obras romanas por el norte de África. Finalmente, el catedrático de arqueología de la Universidad de Murcia, Miguel Noguera, señaló que la estatua muestra evidencias de haber sido un cargo “exprofeso” y que costó “mucho dinero”. Además, una de las características más llamativas que es el engarce de mármol de la cadera, demuestra que era efectivamente parte del edificio.