Estiman que 70.000 animales han muerto abrasados por los incendios en Castilla-La Mancha

elDiarioclm.es

27 de julio de 2022 10:36 h

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Son las otras víctimas de los incendios forestales y no son pocas. Hasta 70.000 animales han muerto abrasados por los incendios en Castilla-La Mancha, según estima la Fundación Franz Weber, que ha aprovechado esta cifra para advertir de que, de no afrontar la crisis climática con la gravedad que se le supone, la humanidad “va directa al desastre”.

Calcula que en el conjunto de Castilla-La Mancha los incendios habrían arrasado ya más de 6.000 hectáreas y de acuerdo con los modelos predictivos del catedrático Christopher Dickman, de la Universidad de Sidney (Australia) esto podría haber supuesto ya la muerte de más de 70.000 de animales silvestres y domesticados. 

En trabajos anteriores estima que por cada hectárea conviven, de media, entre diez y quince individuos de especies de mamíferos, aves, roedores y otros seres vivos, como invertebrados. A las bajas “silvestres” habría que sumar a aquellos que no han podido ser liberados de explotaciones ganaderas y a animales de familia, como perros, gatos o pequeñas especies, incluso peces.

De acuerdo con las sucesivas memorias de la Fiscalía General de Medio Ambiente, esta ONG apunta que la inmensa mayoría de los incendios tienen una intencionalidad humana clara de generar pastos para la ganadería, alejar depredadores silvestres o mejorar las acciones de caza en una determinada zona.

La renaturalización como medida proactiva

La ONG naturalista defiende que el Gobierno central y el castellanomanchego adopten una estrategia pública preventiva, desde políticas que contribuyan a cambiar hábitos alimentarios con menor impacto ambiental, con mayor ingesta de vegetales y menos cárnicos, cuya producción está recalentando el planeta, asumiendo la renaturalización como medida proactiva mientras se veta definitivamente la caza en los espacios afectados por las llamas y aquellos adyacentes.

Leonardo Anselmi, director de FFW para el Sur de Europa, ha explicado: “Nos encontramos en un punto de inflexión: podemos seguir percutiendo en el apoyo multimillonario a las industrias ganaderas y su modelo de macrogranja o apostar por cambios alimentarios de calado, porque está más que demostrado que la ganadería impacta sobre todo el planeta con sus emisiones y su ineficacia alimentaria”.

Asimismo, detalla la fundación que la creación de proteína de origen animal es más costosa que la producción de proteína vegetal, que se puede trasladar directamente del campo a las personas, evitando “intermediarios” que generan impacto ambiental. Existen provincias, como A Coruña, donde los espacios dedicados a cultivos para ganado ya superan a los centrados en alimentación humana.

De esta forma la propuesta de Fundación Franz Weber es una verdadera “transición proteica” que, además, contribuye a mitigar los incendios por motivos cinegéticos o ganaderos, y genera muchas menos emisiones de gases de efecto invernadero.