Grata sorpresa en la recta final de la campaña de excavaciones que está acometiendo la Unidad de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en el yacimiento de Buenache de la Sierra, en Cuenca.
Y es que cuando restaban tan solo un par de días para concluir los trabajos de este año ha aparecido un fósil de grandes dimensiones, que, por el momento, se desconoce a qué animal corresponde, si bien se tiene claro que “estamos hablando de un hallazgo importante y de relevancia”, tal y como ha asegurado a las Noticias de Cuenca el paleobiólogo de la UAM, Jesús Marugán.
El también director de las excavaciones no duda en manifestar su sorpresa y alegría por este hallazgo, que se producía el lunes por la tarde, y que viene a corroborar la importancia de este yacimiento paelontológico del Cretácico Inferior, en el que se lleva trabajando desde hace cinco años de manera paralela al de Las Hoyas y en el que se han acometido hasta ahora tres campañas de excavaciones.
En este tiempo, muchos han sido los resultados obtenidos con el descubrimiento de numerosos fósiles de especies similares a las de Las Hoyas, que han sido objeto de un proyecto de investigación que verá la luz el próximo mes de septiembre.
Aunque por el momento no se pueda determinar la identidad del animal de este último fósil, que tiene unas dimensiones similares a las del Concavenator corcovatus, Marugán detalla que podría tratarse tanto de un dinosaurio como de un cocodrilo o un terosauro, que, al fin y al cabo, son especies propias del ecosistema de este yacimiento, similar y coetáneo al de Las Hoyas.
“Lo que tenemos ahora es un bloque de piedra de un metro y medio cúbico aproximadamente, con muchos huesos de un mismo ejemplar incrustados en él, pudiendo adivinar trozos de un húmero y una escápula, entre otros, pero no podemos saber más”, afirma.
Queda por delante mucho trabajo hasta arrojar luz sobre este hallazgo, que curiosamente se ha producido en el transcurso de unas excavaciones que, según Marugán, este año estaban siendo meramente anecdóticas en este yacimiento, ya que se había optado por centrar el grueso de los trabajos en Las Hoyas.
A partir de ahora, la primera tarea a acometer, tal y como subraya, será el traslado de este bloque de varias toneladas con el fin de llevar a cabo la preparación de la piedra para quitarle con ácido todo el sedimento e ir extrayendo el fósil propiamente dicho. Trabajos que se dilatarán en el tiempo, pero que, según insiste, merecerán la pena.