Ya se ha publicado el contenido de la asignatura Educación para la Igualdad, la Tolerancia y la Diversidad que se está desarrollando como proyecto piloto en una treintena de centros escolares públicos de Castilla-La Mancha, y que se está impartiendo en Primaria y Secundaria durante el presente curso escolar y con carácter voluntario. Se trata de una fase de prueba que ha levantado cierta polémica desde algunos colectivos, y que responde, según el consejero de Educación, Ángel Felpeto, a la necesidad de ampliar este tipo de aprendizaje.
El currículo de la asignatura, publicado en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), establece como primer objetivo fomentar el desarrollo de la igualdad efectiva entre hombres y mujeres, la prevención de la violencia por razón de sexo y la no discriminación de personas con discapacidad o por cualquier condición o circunstancia personal o social. El proceso se realizará respetando los currículos y horarios establecidos.
Según los anexos del decreto publicado, la materia quiere modificar los comportamientos sociales que dañan e interfieren el estado de bienestar y posibilitar al alumnado la adquisición de los instrumentos necesarios para “compensar la brecha de inequidad social actual”. Así, el área se define a partir de tres ejes fundamentales que deben convivir “de forma transversal y equilibrada”.
En el primer bloque se apuesta por una educación dirigida hacia la igualdad entre hombres y mujeres. “Debemos fomentar en nuestros alumnos y alumnas la capacidad de detectar, analizar y rechazar desde una perspectiva de igualdad de género, cualquier muestra de injusticia, discriminación o violencia que surja desde la intolerancia”. Pero también en este apartado se abordarán los motivos de la brecha de género, la discriminación laboral y las causas generadoras de desigualdad.
Asimismo, en el segundo de los bloques, el área dirige su mirada hacia un nuevo modelo de convivencia que evoluciona de la mano de una sociedad digital que establece “unos nuevos patrones de conducta, modifica nuestra manera de comunicarnos y necesita de protagonistas tolerantes, responsables, empáticos, sensibles y autocríticos”. La asignatura se centrará aquí en combatir el acoso escolar.
Finalmente, en un tercer bloque, el objetivo es abordar la educación emocional para la creación de la identidad personal. “La empatía, el autoconocimiento, la autoestima o la gestión de las emociones se convierten en instrumentos básicos que debemos poner al alcance del alumnado. La conexión entre las emociones y el rendimiento escolar es una realidad ineludible”, incluye el currículo. Esta parte exige por parte del profesorado un “adentramiento en el entorno socio-emocional del alumnado con la finalidad de dar la respuesta más adecuada a su desarrollo educativo y proponer los cambios necesarios que favorezcan la plena estabilidad de su proceso de aprendizaje”.
También se incorporan una serie de orientaciones metodológicas para poner en marcha procesos que ayuden a dar a conocer, entender y reforzar modelos propuestos, especialmente aquellos que generen un espacio de diálogo y una convivencia “igualitaria, pacífica y democrática”. Entre las mismas se encuentra, por ejemplo, fomentar el trabajo cooperativo, aprender a tomar decisiones en grupo, a gestionar tareas y repartir el trabajo.
Las dinámicas de grupo, las actividades de trabajo cooperativo en grupos heterogéneos, el desarrollo de proyectos que utilicen las tecnologías para generar conocimiento, los talleres de lectura, las dramatizaciones y el análisis de canciones serán algunas de las estrategias que orientarán el trabajo con el alumnado. Precisamente, también propone estrategias en grupos y orientaciones para la evaluación, centradas en que el alumnado adquiera “competencias personales, interpersonales e interculturales, así como formas de comportamiento que preparan a las personas para participar de una manera eficaz y constructiva en la vida social y profesional”. Por otra parte, la competencia lingüística es otro factor clave de la asignatura, posibilitando que se evite el uso del lenguaje sexista y los micromachismos.
Centros escolares elegidos
En cuanto a los centros en los que se va a impartir, en Primaria se sitúa el CEIP 'La Paz' Albacete, el Virgen del Carmen', de Almodóvar del Campo, el CEE 'Infanta Elena, de Cuenca, el CEIP 'Federico Muelas', de Cuenca, y 'Campos de la Alcarria', de Huete. En la provincia de Guadalajara, se impartirá en el 'Rufino Blanco', en el 'José Maldonado y Ayuso' de Mondéjar, en el 'Badiel' y en el 'Río Henares', en el 'Pastrana', en Pastrana, en 'Las Castillas', de Torrejón del Rey Guadalajara, en la 'La Arboleda de Pioz', en Pioz, y en el 'María Montessori', de El Casar Guadalajara. Mientras, en la de Toledo, se impartirá en el CEIP 'San Isidro' de Alberche del Caudillo, en el 'Miguel de Cervantes', de Ugena, en el 'José Bárcena', de Talavera y en el 'San Lucas y María' de Toledo.
En Secundaria, esta nueva asignatura se impartirá en SES 'La Paz', de Albacete, en el 'Miguel de Cervantes Saavedra' Alcázar de San Juan, en el IES 'Atenea', de Ciudad Real y en el 'Ribera del Bullaque, de Porzuna. El 'Lorenzo Hervás y Panduro', de Cuenca, el 'Jorge Manrique', de Motilla del Palancar, el 'Diego Jesús Jiménez', de Priego, el IESO 'Juan de Valdés', de Carboneras de Guadazaón, son los elegidos en la provincia de Cuenca.
De igual modo se impartirá en el 'San Isidro' de Azuqueca de Henares, en el 'Mar de Castilla', de Sacedón, en el 'Clara Campoamor', de Yunquera de Henares, en el 'Rafael Morales', de Talavera de la Reina, y en el 'Princesa Galiana, de Toledo.