Maratoniana jornada de la Conferencia de Presidentes celebrada en el Senado, tras la que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha celebrado algunos de los avances alcanzados en torno al nuevo modelo de financiación autonómica, que ha centrado básicamente todas las intervenciones. El presidente regional, Emiliano García-Page, ha valorado que se hayan alcanzado “logros importantes” en cuanto a acercamientos entre las comunidades autónomas para definir ese nuevo modelo. Y ha celebrado que se haya conseguido que todas las regiones asuman que la financiación autonómica “no es un fondo de saco”, al tiempo que ha pedido “corresponsabilidad” de todos.
Tras poner el acento en que si no hay un amplio consenso entre todos los interesados será difícil conseguir un acuerdo, se ha mostrado confiado en que se ha llegado a “un punto de encuentro razonable” para que a lo largo de 2017 se llegue a ese entendimiento.
“Parece bastante evidente que ya se asume que los servicios públicos que se prestan se tienen que valorar desde su coste efectivo, pero también se tiene que computar qué impuestos se cobran y cómo se pueden cobrar y que no se establezca en España el 'dumping' fiscal entre autonomías”, ha reclamado. Para García-Page, esta “competencia” resulta un problema para la comunidad autónoma, ya que al ser limítrofe hay gente que se puede empadronar en Castilla-La Mancha y reclamar allí la prestación de servicios públicos, pero a la hora de pagar impuestos “puede ponerse el domicilio fiscal donde más barato le resulte”.
Otra de las conclusiones celebradas por García-Page de la reunión con sus homólogos es que ha habido una “asunción” por parte del Gobierno de la nación de que para abordar la financiación autonómica se tendrá en cuenta las condiciones demográficas de cada región. “Hay que medir bien lo que cuesta y cuánto cuesta aplicar los servicios a cada ciudadano”.
En la reunión se ha concluido que lo que aborden las ocho comunidades autónomas con más problema de despoblamiento y lo que se aborde en el Comité de las Regiones de Europa será “el punto de partida de la negociación” por la financiación autonómica, algo que García-Page ha valorado como “logro importante”.
El presidente regional también ha avanzado que su Ejecutivo sigue estudiando un nuevo modelo de subasta de medicamentos, aunque en esta ocasión lo ha desligado del modelo andaluz, pero insistiendo en que el objetivo es ahorrar “todo lo que se pueda” pero “nunca en salud, sino en los costes”. “Se ha planteado que dentro del sistema de financiación hay que apartar la cuenta de la sanidad y dentro de ella el gasto farmacéutico, que es imprevisible y puede suponer hasta el 15% del gasto total”, ha apuntado.
Tasas de reposición, dependencia y política de agua
Una de las propuestas que llegaban a la Conferencia de Presidentes impulsadas por Castilla-La Mancha, como es la eliminación de las tasas de resposición a la hora de convocar plazas de empleo públicas en sanidad, educación y servicios sociales, ha sido otro de los puntos que el presidente regional considera que han salido reforzados en la cita.
Así, ha asegurado que “hoy se han entendido mejor los motivos planteados en las comisiones previas”, al tiempo que ha añadido que ha habido “incoherencias” del Gobierno nacional que han pasado por “bajar las ratios de alumnos y sin embargo no permitir contratar a más profesores”. También ha hecho un análisis de lo tratado en materia de Dependencia, otras de las reivindicaciones compartidas por Castilla-la Mancha. En su opinión, “ha quedado muy claro que la demanda no es falsa ni es nueva”. “Estamos pidiendo al Estado el dinero que compromete la ley”.
Por otra parte, ha desvelado que se ha emplazado con su homólogo murciano, Pedro Antonio Sánchez, para concertar una reunión en próximas fechas y abordar “desde la mejor voluntad” el problema del agua. Ha defendido la necesidad de hablar de este tema “entre todos” y no solo abordando la problemática del río Tajo. “A ver si podemos hablar de todo el agua. En España llevamos cuatro décadas hablando solo de un río, y me gustaría poder hablar incluso del mar”, ha espetado.
El líder del Ejecutivo castellano-manchego ha puesto el acento en que ni Murcia ni la zona del Levante es el “rival” de la región en la defensa del agua, y sí lo es “la gestión nula que se ha tenido en España” del asunto.