En la segunda edición del festival de novela y cine negro-criminal de Toledo, Mazapanoir, no podía faltar un homenaje al escritor manchego Francisco García Pavón. Los encargados fueron Jesús Egido, estudioso del autor y Antonio Galán Gall, director del área de bibliotecas de UCLM, que coincidieron en que el nombre 'Mazapanoir' tiene “mucho” de Plinio, el jefe de la policía local de Tomelloso, protagonista de las novelas de este género de García Pavón, cuyo centenario se ha celebrado este año con distintas actividades.
“García Pavón es el mejor autor de novela policíaca español. Sin duda y, además, gana por enorme ventaja”, explicaba Egido, quien incluso llegó a afirmar que “si no hubiera sido por García Pavón no hubiera habido novela policíaca como tal” y destacó las “grandes influencias” de autores como Cervantes en la literatura del tomellosero. Galán, por su parte, destacó que el manejo del lenguaje de García Pavón es lo que hace tan atractivo su trabajo.
Sin embargo, también explicaron que haber desarrollado su trabajo durante los años del franquismo pudo suponer un problema para el autor, aunque él no compartiese las ideas del régimen. “El problema que tiene García Pavón es que pilla un momento muy condenado, se cree que todo lo que se hizo durante el franquismo era franquista y debia condenarse, pero eso no es cierto. Él era republicano y su familia también”, recalcaba Galán.
Por su parte, Egido señaló que la importancia del autor fue la de haber creado la novela policíaca “autóctona”, algo que, explicó, intentó Benito Pérez Galdós sin conseguirlo. “Pero llega García Pavón y sí lo hace”, señala. Entre sus obras, destacó 'Las hermanas coloradas', la novela que calificó como la “más triste y agria” del autor tomellosero, no sólo por su historia, sino más bien por su simbolismo. “Quería contar la falta de concordia que el régimen obligó tras la guerra”, reflexionaba.
Antonio Galán explicó que las obras muestran “todo lo que fue” el escritor, “muchísimo” en el mundo de las letras: licenciado en Filología, catedrático de Literatura en la RESAD, bibliotecario y archivero. “Lo que le dio de comer fue el personaje Plinio, con el que fue finalista del premio Nadal y que llegó hasta la televisión, el medio por el que todos podían conocerlo”, recalcó. La serie de televisión, puntualizó, hizo que finalmente se desvinculara de la literatura.
Pero, sin embargo, el recorrido de las novelas que tienen al jefe de policía local de Tomelloso como protagonistas son también un camino muy personal que emprendió García Pavón, explicaba Galán. Y, especialmente, como una manera de mostrar la vida en la Mancha, las costumbres más típicas, los vendedores ambulantes, el carnaval, la comida, el ocio. “Uno lee una novela de García Pavón, y lo que recupera son unas costumbres que también se han ido rescatando en el diccionario y recetario de Plinio. Al final, el relato policíaco es casi una excusa para contar lo que ocurre en su pueblo”, afirmaba.