Una vez que GEACAM, empresa pública dedicada a la prevención y extinción de incendios forestales en Castilla-La Mancha, ha conseguido desbrozar y despejar el camino dando respuesta a las incógnitas planteadas por la plantilla que, a partir del 1 de enero, trabajará los 12 meses de año, es cuando la empresa puede plantearse el futuro y trazar las líneas de trabajo a seguir y formalizar proyectos, como afirmó el gerente de la empresa pública, Darío Dolz.
Cuenca es una de las provincias forestales “más ricas de toda España”, con más de 800.000 hectáreas forestales, que se incrementan hasta los 3,5 millones en la región, y esta empresa pública trata de poner en valor esta riqueza natural a través del aprovechamiento de los restos de corta que se generan a la hora de realizar los trabajos de tratamientos selvícolas en el monte, lo que se conoce como biomasa forestal. “Ahora mismo estamos triturando haciendo los trabajos preventivos para sacarle un rendimiento económico a esa riqueza, la biomasa forestal que se genera en los montes”, aseguró Dolz.
El aprovechamiento de la biomasa forestal, la fracción biodegradable de los productos, subproductos y residuos procedentes de la selvicultura aplicada a la vegetación que cubre los terrenos forestales, era la apuesta en la que empezó a trabajar la Consejería de Agricultura y ha estado paralizada durante cuatro años. GEACAM se propone retomar primero “la investigación para ver que los datos teóricos a través de los estudios que ya existen son certeros en cuanto a la realidad física en la masa forestal que tenemos en la región”. Y puesto que existen estudios teóricos, completarlos con el trabajo de campo para tener “una cuantificación de lo que estamos haciendo desde el punto de vista de la biomasa que producimos”, afirmó Darío Dolz.
En la actualidad, una parte de los restos de corta que se obtiene en las labores de limpieza del monte se trituran con una máquina destinada a esta función o se quema in situ y se incorpora al suelo pero también hay un aprovechamiento, puesto que una parte del material que se corta es aprovechable. Es el material al que se puede sacar rendimiento económico y poner en valor.
Prevención y plan de trabajo
En el monte es necesaria la labor de prevención como paso previo. La extinción por sí sola sería “un trabajo vacío” si no hay un “manejo” de las masas forestales. Por ello, “lo que hacemos fuera de los meses de extinción es trabjar en las masas forestales con las directrices que nos marca la administración forestal, la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en este caso a través de la dirección general de Política Forestal y Espacios Naturales, para que en el caso de que llegue un incendio, el monte esté en la mejor predisposición para que no arda con tanta facilidad como ocurre”, afirmaba el gerente.
Un trabajo “poco valorado”, como destacaba Dolz, pero “muy importante” porque es “la condición previa que tiene que darse para que los veranos sean lo más tranquilos posible, incendios vamos a seguir teniendo, pero cuando llegue un incendio, si nos encontramos en una zona donde han hecho tratamientos preventivos de montes, el dispositivo puede defender mejor las masas forestales porque se encuentran en zonas más seguras a la hora de acceder y trabajar”.
Además de la prevención y extinción de incendios forestales, la empresa pública ofrece asistencia técnica a distintas direcciones generales de la Consejería, “a Red Natura, controles de campo, calidad ambiental, residuos y asistencia técnica a la dirección general de Política Forestal”.
El personal técnico de la empresa realiza estudios, planes y programas, para la administración, pero para no depender únicamente de la administración regional, GEACAM se propone aceptar encargos y trabajar con otras administraciones, “confederaciones hidrográficas, ayuntamientos, diputaciones, las que estén relacionadas con el objeto social de la empresa que es el medio ambiente y el desarrollo rural, los pilares fundamentales de la empresa”, según su gerente.