“La gente ha perdido el amor a la vida” en la ciudad siria de Alepo
“Han pasado seis años de esta guerra absurda y todavía queda mucho camino para llegar a la paz”. Con esta contundente frase se ha referido el padre Ibrahim Alsabagh, fraile franciscano y párroco de la Iglesia latina de San Francisco en Alepo (Siria), a la guerra civil en este país. Lo ha hecho con motivo de su visita a Toledo, donde ha presentado el libro ‘Un instante antes del alba. Crónicas de guerra y esperanza desde Alepo’, que ha sido editado por Encuentro, en un acto organizado por el Arzobispado de Toledo y la ONG Cesal, en colaboración con la Delegación de Apostolado Seglar y Cáritas Diocesana de Toledo.
El padre Ibrahim Alsabagh comenzó afirmando que en Siria “estamos vacíos, golpeados profundamente”. “Una parte de estos golpes se producen porque somos atacados como cristianos”, expresó este franciscano, que recordó que “pocas iglesias están funcionando actualmente. Estamos llenos de signos de destrucción y devastación, y solo permanecen un tercio de los habitantes de Alepo”.
En este sentido durante más de una hora el párroco de la Iglesia de San Francisco en Alepo fue describiendo cómo es la situación actual de la población de los ciudadanos de una ciudad “que fue ciudad grande y rica y que ahora se ha convertido en un pueblo, donde las personas que quedan se preguntan si quedarse o partir”. “Una población donde las madres menores de 35 años sufren problemas depresivos y de corazón”, ha relatado.
Explicó también que muchos niños tienen problemas de sueño y enfermedades en la piel, así como ancianos que necesitan atención y muchas madres solas, debido a que los hombres se han marchado en busca de un futuro mejor o han sido llamados para el ejército regular. A ello se une el desasbastecimiento y los problemas de electricidad y de agua, entre otras carencias. “La gente de Alepo ha perdido el amor a la vida, y muchos prefieren morir”, destacó.
A pesar de la grave situación de esta ciudad, el padre Ibrahim está trabajando en más de una treintena proyectos para ayudar a todas las personas y familias de Alepo que son “el futuro de la ciudad”, como la iniciativa denominada ‘Creato’ para que las familias reciban alimentos, ayuda para pagar la electricidad y cobertura antes y después del embarazo.
El director de la ONG Cesal, Pablo Llano, destacó por su parte que “desde un principio tuvimos claro que los refugiados y nosotros estamos en el mismo camino. Cómo no vamos a hacer algo por aquellas personas, dándoles esperanza”. Así, todo lo recaudado de la venta del libro se ha destinado a los proyectos del padre Ibrahim en Alepo.