A base de réplicas y contrarréplicas se está forjando el último debate político en torno a la construcción del almacén de residuos nucleares en Villar de Cañas (Cuenca). Las matizaciones realizadas por el secretario de Estado de Energía, Álvaro Nadal, en cuanto a lo que supone la paralización del Plan de Residuos Nucleares, y afirmando que el proyecto de construcción del silo nuclear sigue en marcha, no sirven al Gobierno de Castilla-La Mancha. Su portavoz, Nacho Hernando, se ha reafirmado en la posición de la Junta: “El ATC está paralizado”.
De esta forma, confirma lo declarado por el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, quien ya dio por paralizado este proyecto tras anunciar el Ministerio de Industria que el Plan de Residuos Nucleares echaba el freno. Para el Gobierno castellano-manchego esta es la única interpretación que cabe, puesto que es “incomprensible” que se plantee aumentar la vida útil de las centrales nucleares hasta 60 años y al mismo tiempo construir un cementerio nuclear que de esa forma quedaría “desfasado y obsoleto”.
“Me preocupa que diga que hemos tergiversado sus palabras cuando nos han dado la razón numerosos medios de comunicación”, ha remarcado el portavoz, acusando al secretario de Estado de Energía de defender con ella “dos ideas absolutamente contradictorias”.
“Si se está firmando que la intención es aumentar a 60 años la vida útil, lo más lógico es abandonar el proyecto del ATC y replantear otro proyecto distinto que pueda dar cabida a ese aumento de la vida útil”, argumenta, insistiendo en que no tendría sentido gastar más 1.500 millones de euros en un almacén para dar servicio a centrales nucleares prolongadas en su actividad.