El Gobierno de Castilla-La Mancha ha solicitado permiso judicial para decretar el confinamiento de la localidad albaceteña de Villamalea. Este municipio, de unos 4.000 habitantes, tiene, según datos actualizados, un total de 99 positivos procedentes de dos brotes iniciales, uno de ellos por una despedida de soltero y otro en ámbito familiar que pasó al ámbito social. Es la primera localidad confinada en esta comunidad autónoma. La mayoría de los contagiados son jóvenes y asintomáticos y solo hay una persona hospitalizada.
Así lo ha avanzado el vicepresidente del Gobierno autonómico, José Luis Martínez Guijarro, quien ha añadido que la decisión ya se ha comunicado a la alcaldesa y a las autoridades judiciales, que deben dar el visto bueno a lo largo de la mañana. A partir de ese momento, se procederá a la “absoluta restricción de entradas y salidas” del municipio salvo casos de emergencia o en situaciones donde sea necesario por la actividad laboral esencial.
Ha sido la Delegación Provincial de Sanidad en Albacete quien ha emitido en primer término la resolución para este confinamiento tras constatar transmisión comunitaria de COVID-19 en el municipio. Tal y como informa la Dirección General de Salud Pública, la evolución de la situación epidemiológica en esta localidad, tras la declaración el pasado 14 de agosto de dos brotes de COVID-19, “hace necesaria tomar esta medida para contener y evitar el contagio en el municipio”.
Desde el servicio de Epidemiología se está realizando un seguimiento “minucioso” del aislamiento de todos los casos y contactos, en colaboración con el equipo sanitario del Centro de Salud y las enfermeras de Vigilancia Epidemiológica, quienes recuerdan que es fundamental que todos los casos y contactos sigan sus instrucciones en cuanto a las medidas de aislamiento que deben seguir. Además, siguen vigentes las medidas sanitarias urgentes y necesarias que emitió la Delegación Provincial de Sanidad en Albacete el pasado domingo, con el objeto de “salvaguardar el interés público y evitar la expansión del virus”.
Cierre de toda la actividad no esencial
Entre las medidas recogidas en la citada resolución se encuentra el cierre de los bares del municipio, la suspensión de actividad religiosa de cualquier tipo, así como la vigilancia y control estricto de los centros socio-sanitarios (suspensión de visitas y salidas, así como mantener estrictas medidas de higiene y control de la infección).
Asimismo, se suprimen las actividades colectivas de ocio, de espectáculos deportivos con asistencia de público, de mercadillos y mercados al aire libre, el cierre cautelar de parques y jardines y el control estricto del número máximo de personas y distancia entre ellas. Tampoco se autorizan reuniones sociales y/o familiares con más de 10 personas; se restringe el número de personas en velatorios a un máximo 10 y se suspenden los eventos sociales, como bodas y bautizos.
Por otra parte, se deben extremar las medidas higiénico-sanitarias en las tiendas del pueblo, limitando el número de personas en cada momento (máximo dos clientes dentro del establecimiento), uso obligatorio de mascarilla e higiene de manos, con gel hidroalcohólico en la entrada de la tienda.
La Junta ha querido realizar un “llamamiento a la tranquilidad a los ciudadanos” pero ha señalado que ante la evolución de la situación, “lo más oportuno ha sido optar por este confinamiento”, según el vicepresidente. Hay otros pueblos en Castilla-La Mancha, como es el caso de Consuegra (Toledo), donde siguen aumentando los positivos, por lo que el vicepresidente ha reconocido que “hay localidades que también preocupan”. Estas situaciones las están analizando los responsables de salud pública, sin descartar otros confinamientos.