El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha avanzado que el Gobierno de Castilla-La Mancha no recurrirá la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha que anula el Plan de Recursos Humanos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha aprobado por el anterior Ejecutivo de María Dolores de Cospedal en 2013, ya que “entendemos que tienen razón los trabajadores”. “Cuando haces algo mal en materia sanitaria lo más importante después es recuperar los efectos secundarios. Y estos son los efectos secundarios de tantas decisiones mal tomadas, sobre todo en materia de personas”, ha añadido.
Sobre esta cuestión, el consejero ha afirmado que el Gobierno de Cospedal no fue “nada cuidadoso” en materia de personas, recordando que “hubo despidos, colocaciones en malos momentos, hubo recolocaciones indebidas y que además, no reportaban nada positivo para el servicio de salud, y ahora nos encontramos con un montón de personas que no se merecían aquello y ahora nosotros tenemos que acordar decisiones”.
Además, ha dicho esperar que estos efectos secundarios creados por el Gobierno del Partido Popular se minimicen lo más posible, recordando que “nos encontramos a los interinos en su día, ahora es esto… esta sentencia nos va a generar verdaderos problemas, pero seguramente en las negociaciones que tenemos con los sindicatos espero poderlo solucionar”. “Esto supone un trabajo extra para el servicio de salud de Castilla-La Mancha al que nunca deberíamos haber llegado”, ha concluido.