Desde alcalde por el PSOE, entre los años 1999 y 2007, a finalmente una de las voces más destacadas de Podemos en Castilla-La Mancha, aunque sin el beneplácito de Pablo Iglesias. Esa es la trayectoria política inmediata de Gregorio López, si bien su trayectoria con Podemos se ha dado por terminada desde este mismo fin de semana. López encabezó las listas contrarias a las de José García Molina, actual secretario general de Podemos, en las últimas primarias de la formación y, aunque perdió, no se quedó tan lejos. Los votos de diferencia no llegaban a los dos centenares.
¿Por qué se va de Podemos? López señala que no es una decisión que se toma de la noche a la mañana. Sobre todo después de haber participado en la iniciativa desde sus inicios hace más de un año, y que su retirada se refiere principalmente al alejamiento que observa de lo que define como los principios fundamentales de Podemos: la transparencia, la participación y la horizontalidad en la toma de decisiones.
¿De dónde viene este alejamiento? “Me cuesta entenderlo porque cuando Podemos irrumpe en el panorama político se abre un hueco muy claro en el descontento de la gente respecto a los partidos tradicionales”, explica López. En este sentido, el ya antiguo miembro señala que la formación “está pecando en los mismos errores”, en especial en el “funcionamiento vertical” del Partido, a pesar de haber anunciado que “no eran un partido como los demás”. López acusa a la formación de tener un funcionamiento “preococinado de la cúpula, con un debate escaso”.
La falta de comunicación y de debate es para López uno de los principales problemas, sí, pero también el tema de la influencia de caras como Pablo Iglesias que hacen “prácticamente” imposible competir con aquellas listas que contaban con el apoyo de las fuerzas más importantes de Podemos. “Esto, a pesar de que casi mil puestos orgánicos se han manifestado en contra de las primarias a las generales y casi ocho mil personas se les han unido”, señala López. “Esto denota ensimismamiento y alejamiento de los principios originales”, finaliza.
En este sentido cree que este tipo de problemas pueden explicar la baja participación en los procesos de elección interna, que ha sido señalada por los detractores de Podemos. “La baja participación tiene que ver con que la gente se da cuenta de que los procesos de primarias para validar lo que se propone desde la cúpula”, asegura. En este sentido, afirma que ha escuchado repetir muchas veces que la gente afirma haber votado “sin saber a quién ha acabado”, al sentirse lejos de los candidatos.
Se va de Podemos de la misma manera en la que se fue de PSOE, tras haber participado activamente y haber conocido el funcionamiento de un partido convencional en los términos de debate interno y también de “búsqueda de la pluralidad”. Su consejo a Podemos: “debe ser más horizontal, más transparente y debe haber un ejercicio de dejar trabajar a la inteligencia colectiva”, concluye.