La provincia de Guadalajara acaba de abrir su Centro de Interpretación Paleontológica y Arqueológica (CIPAT). Está en Tamajón, en la Sierra Norte de esta provincia en un edificio de nueva planta que se construyó hace unos años con fondos del Plan de Sostenibilidad Turística de la Arquitectura Negra, y que ahora ha sido adaptado para este uso siguiendo un proyecto del arquitecto Sergio Fernández Carenas, y con aportaciones del equipo formado por Mélani Berrocal, Julia Audije y Senay Ozkaya, entre otros científicos del Grupo de Investigación Paleontología Ibérica (PaleoIbérica).
El CIPAT abre con dos exposiciones, una dedicada a los 'Fósiles del Cretácico', y otra a la 'Piedra de Tamajón'. A partir de este sábado, el centro está abierto todos los fines de semana y festivos, de manera permanente, por personal designado por la Universidad de Alcalá, y diariamente, a demanda para grupos, por un técnico municipal, asesorado y asistido por la misma institución, gracias a un convenio firmado entre la la Universidad de Alcalá (UAH) y el Ayuntamiento de Tamajón.
El alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban, cree que su apertura “es importante para Tamajón, y también para toda la comarca del Ocejón”, e informó que en el futuro, el CIPAT contará también con la parte arqueológica, puesto que “contamos con el compromiso del Vicerrectorado del Campus en Guadalajara de la UAH”. En su lugar, y para abrir el CIPAT, el equipo técnico ha dado un primer paso ubicando en su interior una muestra dedicada a contar la historia de la afamada piedra y de las canteras de Tamajón.
Después de agradecer su esfuerzo al equipo investigador y responsable del proyecto “intelectual para diseñar el CIPAT, pero también físico en las excavaciones que han llevado a cabo en las inmediaciones de Tamajón”, Eugenio Esteban explicó que con este proyecto el Ayuntamiento de Tamajón va a poner en marcha un circuito turístico, que comienza en el CIPAT, va a seguir en Muriel, en su recién recuperada almazara, que también va a ser dotada de personal para apertura y explicación, y terminará en Almiruete, en el Museo de Botargas y Mascaritas y el horno vecinal reconstruido por el Ayuntamiento de Tamajón, pero gracias al celo y cuidado de los vecinos para su conservación.
Fernando Barroso, profesor de Geología, Geografía y Medio Ambiente en la UAH, y coordinador del proyecto agradeció “el apoyo del Ayuntamiento, y de su alcalde, desde el primer momento para convertir el CIPAT en una realidad”, la gran acogida que los agalloneros le han brindado al proyecto, y explicó el enfoque integrador de la exposición para mostrar la riqueza paleontológica y arqueológica que tiene el patrimonio de Tamajón. En una ilustrativa intervención, el profesor presentó el trabajo del equipo que ha dirigido a la audiencia, y explicó de manera sucinta fundamentalmente la disposición y piezas del área paleontológica, que es la que le corresponde.
El uso de la piedra en la arquitectura no es algo suficientemente tratado. Necesita una revisión. La piedra de Tamajón es singular, es uno de los materiales más nobles que se han utilizado en España
Por su parte Manuel Segura, profesor de Geología emérito de la UAH y comisario de la parte de la muestra dedicada a 'La Piedra de Tamajón', comentó que la muestra surgió como una segunda idea, ante problemas técnicos con la parte arqueológica. “El uso de la piedra en la arquitectura no es algo suficientemente tratado. Necesita una revisión. La piedra de Tamajón es singular, es uno de los materiales más nobles que se han utilizado en España, por sus cualidades escultóricas, a las que se une su proximidad a Madrid, que aporta facilidades logísticas. Figura como tal en documentos en documentos de los siglos XVI, XVII y XVIII”, explicó el profesor.
Pilar Cuevas, delegada de Hacienda de la Junta en Guadalajara, dio las gracias a los profesores y a su equipo, y recordó que el edificio que ahora alberga el CIPAT se construyó con fondos del Plan de Competitividad de los pueblos de la Arquitectura Negra, con la intervención y el apoyo de Gobierno de España, Junta de Comunidades, Diputación de Guadalajara, y de cinco ayuntamientos: Tamajón, Majaelrayo, Campillo de Ranas, El Cardoso y Valverde de los Arroyos.
“Años después, celebro que hayáis puesto en valor una iniciativa que se concibió con otra finalidad. La Paleontología y la Arqueología se suman a los cuantiosos y valiosos recursos que tienen los pueblos de la Arquitectura Negra de la que Tamajón es su puerta de entrada. Así, el CIPAT se une a los recursos paisajísticos, naturales, patrimoniales que tiene la comarca para con ello generar un aún mejor producto turístico”, señaló. La delegada también destacó la cesión al CIPAT de fósiles por parte del Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha.
Sobre el CIPAT
En el Centro de Interpretación, los estudiantes y el público en general ya pueden acceder al conocimiento del pasado de la región a través de tres áreas de exposición y didáctica. El proyecto, diseñado por un equipo multidisciplinar de la Universidad de Alcalá y de otras instituciones, como la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Autónoma de Madrid, en coordinación con el Ayuntamiento de Tamajón, ha sido presentado, siendo muy bien acogido, en congresos internacionales y reuniones especializadas en Patrimonio Natural. El recorrido de la exposición comienza en el Área Paleontológica (contextualmente más antigua) y continua con la dedicada a la Piedra de Tamajón, pudiendo complementarse mediante actividades educativas dispuestas en un Área Didáctica.
El Área Paleontológica del Centro de Interpretación explora la diversidad de la vida costera y marina que habitó la región de Tamajón en el Cretácico Superior. Como pieza destacada, cuenta con un modelo a escala real, sobre superficie tematizada, de uno de los posibles cocodrilomorfos que generaron las icnitas (huellas fósiles) que ya han suscitado el interés de diversas instituciones, como la National Geographic Society.
Asimismo, expone fósiles originales y réplicas de huellas de vertebrados (cocodrilomorfos, un posible dinosaurio terópodo y peces), plantas e invertebrados, incluyendo corales, braquiópodos, moluscos bivalvos, gasterópodos y cefalópodos y equinodermos, y algunos restos de peces y reptiles marinos.
Parte de estos fósiles que se exponen han sido cedidos por el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha. Santiago Langreo, director del Museo con sede en Cuenca, entregó en depósito los fondos al alcalde de Tamajón, Eugenio Esteban, en el salón de plenos de la Casa Consistorial en mayo pasado. Esas piezas, y en general el CIPAT, aportan información que complementa perfectamente el discurso de los grandes vertebrados, sobre todo los carnívoros y otros organismos descubiertos en distintos lugares con los que compartieron periodos de tiempo, aportando una visión integral de la evolución de la vida en el planeta.
La mayor parte de las piezas que se exponen fueron recolectadas por el profesor Manuel Segura, en Tamajón, entre los años setenta y ochenta del siglo pasado, quien también es el comisario de la parte de la muestra dedicada a la Piedra de Tamajón. Pertenecen al periodo del Cretácico Superior y tienen una antigüedad de entre 95-93 millones de años. El profesor Segura basó en ellas, y en otros muchos hallazgos y observaciones en la provincia de Guadalajara, su 'Tesis Doctoral sobre Estratigrafía y Paleogeografía del Cretácico en la Cordillera Ibérica, provincia de Guadalajara', un referente de la Paleontología española.
La segunda parte de la exposición tiene por objeto dar a conocer la denominada Piedra de Tamajón, una roca calcárea usada durante siglos en la construcción de numerosos y significados edificios, y en la talla de importantes elementos esculturales.
La exposición se articula en cinco unidades temáticas, desplegadas en otros tantos paneles expositivos que, además, cuentan con muestras, herramientas, y fotografías de los diferentes contenidos.
Esta piedra, utilizada en la construcción de casas desde la más remota antigüedad, fue durante los siglos XV a XVIII una roca usada en la construcción de importantes edificios de la región central de España, como el Palacio del Infantado, la Iglesia de los Remedios o las columnas de la Iglesia de Santa María, así como en iglesias, conventos, palacios o casonas de otras localidades de la provincia de Guadalajara.
La calidad constructiva y estética, y sus cualidades para la labra, hicieron de la piedra obtenida en las canteras de Tamajón un material de calidad contrastada y la convirtieron en una referencia entre las piedras constructivas más demandadas por arquitectos y escultores, bajo el nombre de Piedra de Tamajón, tal y como se puede apreciar en la documentación referente a la construcción de numerosos edificios.
Corresponde esta Piedra de Tamajón a una caliza dolomítica del Cretácico que aflora inmediatamente al oeste de la localidad. Las canteras de las que se obtuvo se abrieron allí, ya que la pendiente del terreno y las condiciones de buzamiento (o inclinación) y fracturación de la roca, permitieron obtener grandes bloques de los que se sacaban columnas, dinteles o sillares, a demanda, y cuya extracción se hacía mediante arrastre y carga en grandes carretones tirados por bueyes.
Tal fue el prestigio de esta “calidad de referencia”, que su denominación se aplicó por extensión a otras rocas calcáreas del Cretácico que afloran en localidades del pie del Sistema Central, desde Angón, en las proximidades de Jadraque (Guadalajara), hasta Guadalix de la Sierra (Madrid). Especialmente conocidas fueron las obtenidas en las canteras de Torrelaguna, El Vellón o Redueña y, de entre ellas, las sacadas de las canteras de Oncerruecas, las cuales se utilizaron en la construcción de edificios en Alcalá de Henares o en Madrid, favorecido su empleo por la mayor cercanía de las localidades de extracción respecto de los lugares de edificación. Con ello, se reducían importantes costes en el transporte, aunque se perdía calidad, ya que la piedra obtenida en la localidad de Tamajón ha mostrado más resistencia a la alteración y una tonalidad ligeramente dorada, de mayor valor estético.
No obstante, la calidad de la piedra obtenida en Tamajón se impuso a los costes en su uso para obras escultóricas realizadas en numerosos elementos constructivos ornamentales de Madrid o de otras localidades de su provincia. Esculturas y figuras escultóricas talladas en Piedra de Tamajón las encontramos en la conocida como Puerta de Felipe IV de los Jardines del Retiro, puerta que fue levantada a la altura de la hoy conocida como “Plaza de Neptuno” frente a la Carrera de San Jerónimo, hasta donde llegaba en esos tiempos la finca del Palacio de los Austrias.
Más relevantes nos resultan hoy las estatuas y otros elementos de la conocida como Fuente de Apolo o de las Cuatro Estaciones, que fue la primera de las fuentes con que se adornó el Salón del Prado, espacio madrileño que recientemente ha sido reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y de cuya materialización nos quedan, entre otras, sus bellas fuentes, no todas suficientemente reconocidas.
Las últimas obras realizadas con esta piedra procedente de Tamajón han sido las restauraciones que en los años sesenta del pasado siglo se hicieron en edificios de Guadalajara, como el Palacio del Infantado. Aún hoy pueden reconocerse las canteras de las se obtuvo esta piedra por lo que, si fuera necesario, podría lograrse nuevo material para futuras restauraciones.
Y, por supuesto, edificios construidos con esta piedra pueden verse en el mismo Tamajón, para lo cual se ha diseñado un itinerario urbano entre la Ermita de la Soledad y la Iglesia Parroquial de la Asunción, de cuyo recorrido y paradas se informa detalladamente en el CIPAT.
Por su parte, el Área Didáctica permitirá que se puedan llevar a cabo actividades educativas innovadoras, específicamente creadas para el Centro, como parte de los objetivos y la función del CIPAT.