La Guardia Civil de Ciudad Real ha destruido seis cohetes antigranizo que fueron localizados en una caseta-almacén en una finca de la localidad de Fuente El Fresno (Ciudad Real).
La actuación se inició cuando la Benemérita recibió la alerta del propietario de una finca, en la que mientras realizaba labores de limpieza en una caseta-almacén encontró lo que en un principio parecía tratarse de cohetes antigranizo.
Inmediatamente se activó al Grupo Especialista en Desactivación de Explosivos (GEDEX), que se desplazaron hasta el lugar y verificaron que se trataba de seis cohetes granífugos modelo 'Torpedo', utilizados para la dispersión de las tormentas de granizo, cuyo uso está prohibido en la actualidad al suponer un riesgo tanto su almacenamiento como su utilización por personal no cualificado.
Los agentes, una vez adoptaron las medidas de seguridad pertinentes, destruyeron los cohetes en una zona aislada.
La Guardia Civil de Ciudad Real recuerda que, ante la aparición tanto de éste como de otro tipo de artefactos explosivos, se deben abstener de tocarlo, moverlo o manipularlo de cualquier forma, debido a su peligrosidad, debiendo únicamente marcar su ubicación y avisar a la Guardia Civil.
La Guardia Civil agradece la colaboración ciudadana y recuerda que dispone del teléfono de atención permanente, 062, para comunicar cualquier tipo de incidencia.
Controlar el clima, una aspiración de viene de lejos
Este tipo de cohetes forman parte de la llamada geoingeniería que según el informe publicado por el geógrafo-climatólogo Jonathan Gómez Cantero en 2018 para el Instituto de Estudios Estratégicos del Ministerio de Defensa se concibe como una técnica de lucha contra el cambio climático aunque en ocasiones se ha utilizado con fines militares.
La idea de manipular tormentas, en particular las de granizo, es algo en lo que los Estados vienen trabajando “desde hace décadas”, según el mismo informe. Jonathan Gómez Cantero explicaba en un reciente artículo del blog Ecológica de eldiarioclm.es cómo esa práctica en España se remonta a mediados del siglo XX. Incluso se han encontrado documentos que así lo reflejan como el que dispone el Archivo Municipal de la localidad toledana de Torrijos.
Los eventos meteorológicos extremos se han convertido en protagonistas en los últimos tiempos. Precisamente, Gómez Cantero alude en su informe a la manipulación meteorológica a pequeña escala para la que se utiliza el bombardeo de nubes cargadas de yoduro de plata. Una técnica que se conoce como 'fertilización de nubes' en el caso de querer provocar tormentas.
Lo contrario es el uso de técnicas para evitar el granizo. “Si tenemos una nube de tormenta de gran desarrollo vertical, conocida como cumulonimbo, en su interior se puede formar el granizo con graves daños para la agricultura”. Si se usa el yoduro de plata (también es empieza a utilizar bromuro de plata) antes de que se forme, para provocar lluvia, puede evitar que el granizo no se desarrolle o al menos que lo haga con un tamaño menor, minimizando daños.
“La investigación en geoingeniería no deja de crecer”, asegura este experto y ya no interesa solo a los gobiernos sino también a las empresas privadas. Gómez Cantero plantea si es o no “correcto” provocar precipitaciones o inhibir granizo y quién puede o no hacerlo, al margen de los “posibles impactos negativos” en el medio ambiente porque está demostrado que se trata de materiales que se depositan en el suelo o en las plantas y por tanto pueden pasar a nuestro organismo. “Quién lo regulará”, se pregunta el geógrafo-climatólogo que apuesta por otras soluciones alternativas para mitigar el cambio climático.