“Era como estar en el Ártico. Nunca había visto algo así”. Con estas palabras define lo que ha visto los últimos días uno de los operarios de la Empresa Pública de Gestión Ambiental de Castilla-La Mancha (GEACAM) desplegados durante los últimos días como refuerzo de las tareas contra el temporal de nieve, hielo y frío que sufre la comunidad autónoma, con especial virulencia en las provincias de Toledo y Guadalajara. Más de 150 efectivos de esta empresa, junto con los Agentes Medioambientales de la Consejería de Desarrollo Sostenible, las Brigadas Forestales BRIF del Ministerio para la Transición Ecológica y la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ministerio de Defensa, siguen trabajando en la región para intentar que vuelva a la normalidad lo antes posible.

Es personal que está formado principalmente para trabajar contra los incendios forestales, pero que ha demostrado su versatilidad en muy pocos meses. Durante el confinamiento domiciliario de la pasada primavera con motivo de la pandemia de COVID-19, GEACAM y los Agentes Medioambientales ya realizaron la desinfección de residencias de mayores y pedanías. Ahora, con máquinas quitanieves, con todoterrenos, o a pico a pala, todavía tienen “tarea por delante” contra el hielo y la nieve acumulada.

El consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, detalla que son cerca de 800 efectivos, entre el personal de GEACAM, el Cuerpo de los Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha y los técnicos de los Centros Operativos de la Consejería, los que han realizado trabajos de adecuación y limpieza de los accesos y vías de enclaves esenciales como son los centros sanitarios, hospitales o residencias, procediendo a la apertura de transportes sanitarios, o trasladando personal esencial del 112.

Entre las casi 400 actuaciones que ya han realizado, se encuentra el traslado de vacunas contra la COVID, pruebas PCR y material sanitario en el medio rural que “está siendo prioritario”. Además, el personal del Plan INFOCAM (la planificación de emergencia por incendios forestales) está procediendo tras las históricas nevadas caídas desde el viernes a la limpieza de vías y caminos, al rescate de vehículos, esparcimiento de sal, la retirada de árboles, o la limpieza de cascos urbanos.

Desde Guadalajara, Federico Romero, técnico provincial de GEACAM, cuenta que los equipos fueron activados en esta zona el pasado viernes por la tarde, cuando las nevadas arreciaron en la provincia. Una de las primeras operaciones que llevaron a cabo fue prestar auxilio mediante avituallamiento a los más de 1.000 transportistas que quedaron atrapados en los parkings de invierno y áreas de servicio de la A-2 a la altura de Azuqueca de Henares, Alovera, Torija y Alcolea del Pinar, tras prohibir la Comunidad de Madrid el tráfico de vehículos pesados.  

A partir de ese momento se multiplicaron las tareas. Aunque GEACAM no es un servicio de vialidad invernal, sí cuenta con recursos y equipamientos muy útiles para combatir los estragos de las nevadas, con vehículos todoterreno de gran tracción preparados para condiciones extremas. Además, los dispositivos están repartidos por toda la provincia, algo fundamental para llegar a las zonas rurales con muy poca población.

Sin embargo, lo que se encontraron rompió los esquemas de lo visto hasta ahora. En la madrugada del viernes al sábado “eso parecía el Polo Norte”. “Fue algo asombroso, nunca había visto algo así, era como estar en el Ártico. Estalactitas en los espejos retrovisores, la calefacción enfocando para el cristal delantero intentando que no se congelara, limpieza cada pocos minutos de los limpiaparabrisas para que no se rompieran por hielo, dunas de nieve formadas por ventiscas...”, cuenta Federico.

Entre los imprevistos, el rescate de coches atrapados

De hecho, aprovechando estos viajes de los convoyes para prestar servicio a los transportistas, sobre todo en las primeras horas, desde GEACAM se realizaron también otras tareas no previstas como auxiliar a coches que se encontraban atrapados en las carreteras. “Hicimos que algunos vehículos nos siguieran por nuestras propias rodadas y que pudieran llegar a áreas de servicio donde mejoraran sus circunstancias”.

Después, a partir del sábado, llegaron otros problemas: los de la intransitabilidad en pueblos y ciudades, que era “brutal”. Lo prioritario, dar a acceso a hospitales y centros de salud, y también transportar a personal sanitario para que pudiera hacer el relevo a sus compañeros y compañeras. Y otro servicio esencial ha sido asegurar el servicio de las vacunas contra la COVID para que el calendario se cumpliera. Las rutas de suministro llevaron a estos trabajadores a transportar equipos de sanitarios y vacunas por toda la provincia.

También se han despejado las carreteras principales de comarcas más remotas como la de Molina de Aragón, dando acceso a los pueblos, y desde hoy trabajan en la limpieza de los entornos de colegios e institutos, farmacias y pequeños comercios que suponen tiendas de primera necesidad en las pedanías.

Actualmente, la máquina quitanieves de Plan INFOCAM está las 24 horas del día en funcionamiento. “Solo la paramos cuando hay que hacer relevo de conductor y ayudante, y para su mantenimiento”. Las prioridades en este caso son los centros logísticos de la capital alcarreña, de Azuqueca, de Torija o de Cabanillas del Campo, de gran importancia en la provincia para asegurar los suministros en grandes superficies.

Trasladando el foco a Toledo, las brigadas forestales de la BRIF son otro  ejemplo de la versatilidad de los trabajadores contra el fuego. Medio centenar de estos efectivos, con 14 vehículos (prácticamente la totalidad de la base ubicada en La Iglesuela), trabajan desde ayer en la ciudad, al igual que sus compañeros de La Higueruela (Cuenca) en Tarancón. Quitan el hielo, retiran la nieve y cortan las ramas partidas y árboles caídos para mejorar el acceso de centros de salud y hospitales, permitiendo la entrada y salida del personal sanitario, de las ambulancias y de los pacientes.  

“Con palas, con azadas, con herramientas contra incendios, igual que quitas el combustible, quitas el hielo. Es la primera vez que trabajamos quitando hielo. Hemos hecho algún rescate en zonas nevadas pero nunca hemos trabajando con las secuelas de un temporal así, y creemos que este es el camino, que trabajemos en todo tipo de emergencias sea del tipo que sea. Si nos forman y nos dan material adecuado, podemos trabajar en lo que sea”, comenta Pepe Hernández, capataz de la BRIF de La Iglesuela.

Y en Albacete, aunque están desplegados en toda la región, son cerca de 90 los agentes medioambientales que trabajan en la zona de la Sierra de Alcaraz y del Segura, explica el portavoz, Miguel Fajardo. Todos mostraron “cien por cien” de disponibilidad para trabajar durante los días más duros de la borrasca, especialmente para ayudar a los habitantes de las distintas pedanías que tienen “pocos habitantes, y los que hay son mayores”.

“Tienen mucha necesidad de todo, porque la nieve ha traído muchas dificultades y dependen de los transportes públicos, así que hay que ayudarles en todo, incluso pasando a ver si simplemente necesitan algo”, recalca Fajardo. Desde el día 7, el cuerpo trabaja sin cesar en la ayuda de estas zonas, ya que cuentan con la ventaja de conocer bien caminos y rutas, además de contar con vehículos que les permiten transitar con más facilidad.

Los habitantes de la sierra “los conocen bien y nosotros a ellos”, explica, además de estar más acostumbrados a grandes nevadas que otras zonas de la región y la provincia. “Preguntábamos qué es lo que hacía falta y pasábamos a por los suministros básicos, así como por el centro médico”, recalca. En el caso de Yeste, por ejemplo, se unió la borrasca a un brote “importante” de COVID-19 que se dio en la localidad, por lo que tenían que llevar muestras a los hospitales de Albacete y Hellín, al igual que también tuvieron que llevar el relevo de profesionales sanitarios a centros como el de Riopar, Elche de la Sierra, Molinicos o Socovos.

Entre la asistencia que prestaron, Fajardo recuerda que los agentes tuvieron que acompañar a una ambulancia por una de las carreteras secundarias hasta la red principal, porque el vehículo no contaba con tracción 4×4 y era de noche. “Un compañero estaba terminando de repartir productos de farmacia y se encontró con la ambulancia con un servicio urgente y la acompañó, para pevenir cualquier problema”, recuerda.

De todos modos, explica que los habitantes de estas pedanías han vivido “muchos episodios de esta naturaleza”, por lo que están acostumbrados y habían hecho acopio de los productos necesarios. Eso sí, el trabajo de los agentes fue crucial, a la hora de llevar oxígeno medicinal, pues éste depende de la electricidad, que sufrió cortes durante estos días y puede ser un problema. Tuvieron que llevar bombonas tanto a Bogarra como a Yeste. “Somos unos 90 agentes con bastante conocimiento de la realidad y dispuestos a hacer estos servicios y muchos más. La disposición del personal ha sido al cien por cien”, recalca en las zonas de Yeste, Riopar, y Elche de la Sierra, que son las patrullas que han trabajado estos días.

Finalmente, nos quedamos con la reflexión de Federico Romero, de GEACAM, que resume de esta forma la labor que ahora están desempeñando: “Estamos dispuestos y preparados para todo aquello que se reclame y se necesite en cualquier punto de Castilla-La Mancha, desde cascos urbanos, grandes ciudades y zonas rurales. En el último año hemos demostrado nuestro esfuerzo y vocación de servicio público en muchísimas circunstancias, desde la lucha otra contra el coronavirus, el combate de los incendios forestales o el traslado de PCR y vacunas a los pueblos de la región y las tareas que hemos realizado y seguimos realizando debido al temporal son una muestra de las posibilidades que ofrece a la ciudadanía castellanomanchega un equipo formado y con ganas de trabajar como son los profesionales que conforman GEACAM e INFOCAM”.