“Son los hielos peores que puede haber”, los que llegan para las cruces de mayo, tal y como advierte el secretario provincial de ASAJA en Albacete, Jorge Navarro, y este año el campo los ha sufrido. Y es que la adversa climatología registrada en prácticamente toda la península en los últimos días de abril y primeros de mayo ha causado daños en diversos cultivos de Castilla-La Mancha.
En la madrugada del 1 de mayo se produjo una importante bajada de temperaturas que llegaron a situarse por debajo de cero grados en muchos puntos de la región. La helada no podía llegar en peor momento: ahora es cuando la viña saca la hoja y los brotes y tallos, que son muy tiernos y que aguantan menos los cambios de temperatura, empiezan a moverse.
En este caso la superficie de la que ya se han recibido declaraciones de siniestro asciende a cerca de 5.300 hectáreas, de las cuales casi 4.800 corresponden a uva de vino, según los datos de Agroseguro. Los daños han llegado a las provincias de Cuenca y Toledo, que son las que hasta el momento registran más daños, si bien también se han visto afectadas Albacete y Ciudad Real.
En el caso de la provincia de Albacete son las comarcas de La Mancha y Manchuela las más afectadas aunque agricultores y técnicos están todavía contabilizando las pérdidas que se han producido de manera desigual. “En la provincia tenemos afección en Villarrobledo, hay afección en La Manchuela en zonas como Navas de Jorquera, Cenizate, la zona de Alcalá del Júcar también”, explica Pedro González, técnico de UPA Castilla-La Mancha. Especialmente les han llegado avisos de la zona de Villarrobledo donde el daño podría ser mayor que en otra parte del territorio regional. “Tenemos en nuestra provincia distintos microclimas” que hacen que el desarrollo de la cosecha de la viña sea diverso.
La afección también depende de la variedad
La clave del daño es la variedad de la uva en cuestión. “En el caso de la Garnacha Tintorera tiene una recuperación bastante importante, recuperación con cosecha que si el daño no ha sido mucho hace que la cosecha sea normal”, explica Pedro González que señala otras variedades como la Macabeo “que tienen una recuperación nula si se ha helado la yema”. Tanto es así que hay parcelas casi irrecuperables, con daños del 70 al 80% de las yemas completamente heladas.
Pero además de la variedad el daño sufrido tiene que ver con el tipo de viña. Así, están más afectadas las viñas “en vaso” que las que están en espaldera. Dice González que eso es porque las capas más pegadas al suelo son más sensibles al las temperaturas.
“Lo que se veía venir era una cosecha bastante buena” ya que, tras un otoño e invierno muy secos, la primavera ha dado un respiro y ha sido una de las más lluviosas de los últimos tiempos. “De hecho las reservas que han cogido las viñas en estos tres meses de agua han sido bastante importantes y hacían prever que con poco más que lloviese estaríamos ante una cosecha normal” que se ha truncado por una helada tardía en el mes de mayo.
Leñosos y frutales, también dañados
La viña no es el único cultivo al que la helada ha dejado con daños. Los leñosos y frutales de la provincia de Albacete no se han librado de las consecuencias de un descenso de temperaturas que, dependiendo de la zona, dejaba la escarcha a la vista. Lo dice Jorge Navarro, de Asaja Albacete que asegura que cultivos como el almendro han notado el efecto de la climatología. Ha afectado, según Navarro, a cultivos de huerta que “ahora mismo están naciendo” como son la patata, la cebolla, el maiz .
También el cereal, que está padeciendo un mal año, puede haber rematado una mala campaña. “El cereal esta año además nació my mal, lleva retraso de un mes y le afectan los cambios de temperatura”, explica Navarro que señala: “Hemos pasado de 26 -27 grados a 1º bajo cero”.