El profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, Benito Díaz, comenzó a investigar en 1993 la historia de los huídos en la zona de la Sierra. Casi por “casualidad” conoce a quienes pasaron por la pequeña localidad de Aldeanovita, o Aldanueva de Bartolomé. Las entrevistas a los guerrilleros lo llevvaron a la historia de Jesús Bayón, comandante Carlos, uno de los “malditos” que acabó con su vida en Talavera de la Reina en plena década de los años 40'.
A través del archivo del Partido Comunista, los servicios históricos de la Guardia Civil y de Defensa pudo conocer la historia del guerrillero y convertirla en un libro, 'Jesús Bayón: un asturiano al frente del PCE', a través de la edición Almud.“Lo importante de este personaje es que fue un maldito, un militante comunista que prácticamente no aparece en la historia del Partido y a quien se le trata de traidor”, explica Díaz. La historia del guerrillero se podrá conocer en Talavera de la Reina, gracias a una iniciativa del Colectivo Arrabal que organiza la conferencia 'El final de la guerrilla antifranquista en el Centro: 70 años de la muerte de Jesús Bayón “Comandante Carlos” en Talavera', como parte del ciclo que conmemora 80 años de Guerra Civil.
La historia de Bayón es “azarosa”, al haber sido emigrante en Argentina y haber ocupado cargos de “poca responsabilidad” hasta que empieza a formar parte de la organización del Partido en Madrid. Fue parte de la ejecutiva de Heriberto Quiñones, un personaje “muy controvertido”, según explica Díez, del que finalmente llega a formar parte. “Quiñones decía que para tener responsabilidad había que estar en España, no fuera, era algo hereje a los ojos de los comunistas, al ser una visión centralista”, afirma Díaz.
Finalmente, Bayón llega a ser secretario general del PCE durante un breve periodo de cuatro meses en junio de 1942 y es finalmente apresado. “Pero se escapa, haciéndose pasar como familiar de preso y llega a la zona montañosa de Toledo”. Entre las montañas toledanas, de Badajoz y Cáceres hay un número de huidos de todo tipo pero todos, “marxistas y rojos”. Bayón intenta unir la primera agrupación guerrillera del llamado 'Ejército de Extremadura centro' con todos los huidos.
El 'comandante Carlos' logró reunir un ejército de unos 200 hombres “mal armados, mal vestidos y mal alimentados” a los que consigue dotar de una “cierta” organización militar. “Eran nombres que vivían como lobos en la montaña. Tuvieron cierto éxito, aunque en la sierra sólo había guardias civiles y nieve”, explica el profesor. El asturiano logró importantes enlaces, entre los que se incluyen también mujeres, una relación que se consideró finalmente como “esencial”. Los éxitos del ejército fueron relativos, como al tomar la población cacereña 'Mesas de Ibor' que contaba con un pequeño destacamiento de Guardias Civiles.
Bayón decide suicidarse poco después de comenzar la época de las deserciones, ya pasada la segunda mitad de la década de los 40. En septiembre de 1946, un grupo de guerrilleros llegan a Talavera de la Reina para atracar una oficina de un banco, que se relacionó con un otro intento de robo a la empresa que construía entonces el estado Santiago Bernabeu. Gracias a esta relación, la Brigada de Investigación Criminal se entera del intento de atraco. Al torcerse los planes, Bayón se suicida y acaba en una fosa común en Talavera.“ Él prefiere suicidarse antes que caer en manos de la policía”, remata Díaz.