Una historia de amor, la tragedia y las movilizaciones estudiantiles contra la dictadura franquista
Enrique Ruano, Dolores Gonzáles y Francisco Javier Sauquillo fueron tres estudiantes españoles en el Madrid del Franquismo. Pero no fueron estudiantes cualquiera. Los tres son una parte importante de la historia de del movimiento estudiantil antifranquista, que comienza a forjarse en España a la vez que el nacido en mayo del 68' en Francia. El recuento minucioso de su vida, y también de su historia de amor, se puede encontrar en la galardonada obra 'A finales de enero', que ha recibido el XXXI Premio Comillas de historia, biografía y memorias 2019.
Su autor, Javier Padilla, ha presentado el libro en Toledo junto a Comisiones Obreras y la Fundación Instituto de Estudios Sociales de CCOO, a quienes ha agradecido su labor para preservar la historia de Enrique, Dolores y Francisco, así como de tantas personas que fueron víctimas de la represión franquista. Padilla se decidió por escribir la biografía de estos tres estudiantes gracias a una conversación en el Colegio Mayor Chaminade, cuando lee también el obituario de González, un año después de que Lola muriese, en el 2016.
La obra que ha planteado Padilla toca los azares del amor y también de los celos, propios de relaciones juveniles en una época tan inflamada. Pero, sobre todo, hace un repaso a la historia de los abogados laboralistas, del trabajo del PCE durante el franquismo, el movimiento vecinal y el nacimiento de instituciones como Comisiones Obreras. En la investigación ha sido crucial la figura de Margot Ruano, hermana de Enrique, gracias a cuya ayuda pudo sacar adelante el proyecto.
Ruano muere en 1969, asesinado por la policía franquista. Javier y Lola, por su parte, fueron víctimas del tristemente recordado ataque al despacho de abogados de Atocha en 1977. Pero Padilla describe toda su historia desde su involucramiento con el movimiento laboralista desde que era “muy incipiente”, hasta los origenes del movimiento vecinal, del que Dolores escribió incluso un libro.
La muerte de Enrique Rueno supone el capítulo más detallado del libro. “Fue un escándalo”, recuerda Padilla, que esñala que se produjo en un piso en el que era custodiado por tres policías y se difundió la idea de que hbaía sido un suicido. En el movimiento estudiantil, explica el autor, contaba con “muchos grupos” dentro de la universidad, todos antifranquistas y de izquierda. “En mayor o menor medida eran revolucionarios o abogaban por instaurar el comunismo”, explica.
“El ambiente estudiantil era muy radical y debemos tener en cuenta el contexto de la época, cuando la represión era brutal”. Entre otros, el libro habla del Frente de Liberación Popular, cuyos “ídolos” eran el Ché Guevara y Fidel Castro, y sus lecturas de cabecera eran Lenin, Althusser y el movimiento de la Escuela de Frankfurt. “Lo que buscaban era la instauración del socialismo real y actuaban en células en los partidos políticos y organizaciones”.
Las actividades entonces, recuerda, iban desde los juicios críticos a los profesores, a las manifestaciones, pintadas y los comandos. Pero, además, se produjo una suerte de “eclosión cultural” en Madrid, impulsada precisamente por este tipo de movimiento. La música, la poesía y el cine se convirtieron en herramientas esenciales del movimiento. “En cierto modo, se veía la politización como una manera de acceder a la cultura”, reflexiona Padilla.
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