Sin luz, calefacción ni quitanieves en la España vaciada: “Parece que en el Telediario solo existe Madrid”
La borrasca Filomena y la ola de frío extremo que recorre el centro de España ha dejado 21 horas sin luz, calefacción, teléfono ni internet al Centro de Salud de Retuerta del Bullaque, en Ciudad Real, un pueblo que no llega a los 1.000 habitantes, en las estribaciones del Parque Nacional de Cabañeros.
“Tenemos calefacción de gasoil que solo funciona con luz, un microondas, vitrocerámica, sin agua caliente en el termo… Y luego sin fijo, ni móvil, internet o televisión”, relata Reyes, enfermera en el centro sanitario, quien cuenta cómo desde el viernes por la noche, en pleno aviso rojo por nevadas, “fue imposible comunicar con el 112, no sabemos si había urgencias”.
A eso se sumaba la imposibilidad de mover el vehículo para las urgencias del centro. “Se quedó encerrado en el patio y cubierto de nieve. Ayer cuando salió el sol hasta usamos los reposapiés de las sillas de ruedas para limpiarlo, con cubos de agua caliente y tardamos dos horas”, comenta la enfermera.
Fueron los vecinos los que tuvieron que trasladar a los sanitarios a varios domicilios que necesitaron su ayuda y prestar un grupo electrógeno a la vivienda tutelada del municipio que estaba en la misma situación. “No recuerdo nunca algo así”, dice Reyes. Salvo en las cuestiones de la luz. El año pasado estuvieron varias horas sin suministro y sin teléfono. “Ha habido mucha solidaridad vecinal”, añade.
Es la misma situación que vivió la vecina localidad de Navas de Estena. Su alcalde, Isidro Corsino, es también médico en la misma zona. El viernes por la noche se fue la luz y con ella el repetidor de telefonía. “Nos quedamos a oscuras, sin nada y sin poder decirlo a las compañías. Hasta el sábado por la tarde no volvió la luz y el teléfono lo hizo momentáneamente. Solo algunas líneas”, comenta.
A eso se suma la falta de comunicación por carreteras. “Ha caído tanta como en Toledo”, comenta. La Delegación de la Junta en Ciudad Real estuvo en contacto con el alcalde, también el responsable de zona de Unión Fenosa. El problema con el suministro de luz viene de largo en la zona. “Ocurre cada vez que cae una gota de lluvia, nieve o si hace viento. No se resuelve”, lamenta.
Esta zona de la provincia de Ciudad Real no ha sido la única con problemas de suministro eléctrico o teléfono. En Toledo ocurría en Villanueva de Bogas o Villamuelas, donde han estado tres días sin luz. O en las sierras albaceteñas del Segura y de Alcaraz, a las que tuvo que desplazarse la UME.
La alcaldesa de Yeste y presidenta del Grupo de Acción Local Sierra del Segura, Cortes Buendía relata que su pueblo ha sufrido cortes de suministro eléctrico en todo el término municipal durante el fin de semana, que ya se ha restablecido.
Pueblos aislados en la Sierra Norte de Guadalajara: “También existimos”
Sonia Atienza es alcaldesa de Majaelrayo, en la Sierra Norte de Guadalajara, en uno de los 'pueblos negros' más espectaculares de la provincia en el que ahora, en invierno, apenas residen unas 25 personas y muchas de ellas de avanzada edad. Con la borrasca Filomena, el pueblo ha acumulado hasta un metro de nieve en sus calles.
En esta zona de la provincia de Guadalajara están acostumbrados a las inclemencias de este tipo, pero la alcaldesa, socialista, se muestra indignada. “No nos asusta la nieve pero, ¿qué mínimo que se acuerden de enviar una máquina? El domingo estaba acojonada y pensando en que no pasara nada. La ventisca ha sido muy fuerte, hoy sigue, y todo se hizo intransitable”.
La alcaldesa dice entender que tengan que dar salida a otras zonas de Guadalajara, incluida la capital, “pero es que también existimos, pagamos los mismos impuestos, la gente es mayor y hay ganado que atender. Y aquí también hay niños ¿eh?”.
“Parece que en el Telediario solo existe Madrid, pero es que también hay gente aquí. Y la verdad para ser Madrid la que se ha liado con 300 efectivos que decían que tenían. Yo solo pedía una quitanieves. Que no solo están Molina y Sigüenza en la provincia. La sierra también existe y hay que cuidar a su gente, igual que a Madrid o a Guadalajara”, lamenta la Atienza.
Esta alcaldesa reprocha la actitud hacia estas zonas. “Luego se llenan la boca con la despoblación. ¿Pero quién se va a venir a vivir aquí? Y gracias a que esta vez no se nos ha ido la luz”.
“Gracias a que los vecinos cogimos las máquinas particulares y el tractor porque ha sido un abandono total el que hemos tenido por parte de Diputación, Junta de Castilla-La Mancha y de todo el mundo. Llamé tres veces al 112 y no vino nadie”. No fue hasta el domingo, dice, cuando la quitanieves llegó al pueblo, “pero se quedó en la entrada, no pasó a las calles como les pedí”.
Llevan más de una semana sin visitas médicas. “Tengo a dos personas que necesitan el Sintrón y si no puede venir… pues no sé”, en un pueblo cuya referencia sanitaria es Tamajón, a unos 16 kilómetros.
La alcaldesa está en contacto continuo con Francisco Maroto, alcalde del vecino municipio de Campillo de Ranas. “Estamos en la misma situación y nadie nos ha llamado”, insiste, para consolarse con la actitud que, dice, existe en los pueblos. “Nos ayudamos unos a otros porque como tengamos que esperan a que nos vengan a salvar, nos morimos y no se entera nadie”.
Ni siquiera tienen pan, el que les trae un panadero de otro pueblo aún más lejano, Cogolludo. Tan solo, remarca, “David, el forestal, se ha ofrecido este lunes a comprar medicamentos y comida. Hoy que se puede bajar hasta Tamajón, pero hemos estado completamente aislados. Hasta la chica del bar se marchó porque tiene un niño que requiere medicación y no se fiaba”.
Ahora teme la siguiente parte del temporal, el hielo “y que nadie se caiga”.
64