- Experto además en cambio climático y riesgos naturales asegura: “No me gustaría ver perder los espacios naturales de Castilla-La Mancha a consecuencia de un cambio en el clima”
“Trabajar durante un año con mis compañeros de El Tiempo de Castilla-La Mancha Media ha sido la mejor escuela que he tenido jamás”. De esta forma resumen Jonathan Gómez Cantero su primeros meses como ‘hombre del tiempo’ en la televisión regional. Este mes de junio se cumple un año de su incorporación a los servicios meteorológicos donde continua en la actualidad y su balance no puede ser más positivo.
¿Por qué decidió estudiar Geografía?
Siempre me ha llamado la atención todo lo relacionado con la geografía especialmente lo vinculado con la naturaleza, pero una de las cosas que más me gustaban eran los desastres naturales y la información meteorológica, no tanto comunicarla, sino el por qué sucedían los fenómenos y cómo se podían producir.
Tuve la inmensa suerte de que en mi instituto celebraron unas jornadas de ciencias, y una profesora de Geografía e Historia, Paloma Romero, con la que a día de hoy sigo manteniendo una buenísima amistad, decidió hacer un taller de meteorología, me ofrecí voluntario y ahí comenzó mi vocación por dar la información meteorológica.
Además, no puedo olvidar a mis padres que desde siempre todo lo que he querido me lo han dado y no me refiero desde el punto de vista material, pero yo por ejemplo decía quiero ir al Museo de las Ciencias y allá que íbamos.. y eso ha sido otra de las cosas que me han marcado, que siempre he estado muy volcado con el medio ambiente y he tenido una familia que les ha encantado el campo y la naturaleza.
¿Ha habido algo que le haya marcado de pequeño relacionado con la meteorología?
Con 16 años decidí mandar un email a Telemadrid y a Castilla-La Mancha Televisión para hablar con Jacob Pretus y con Carlos Macías y les propuse a ambos que me enseñaran cómo se trabajaba la información meteorológica porque no tenía ni idea de ese mundo. Me respondió Jacob, me invitó a conocer Telemadrid y pasé una mañana con él allí. Años después Jacob ha sido mi jefe en ‘Aquí la Tierra’ donde he sido colaborador dos años. Pero más curioso fue que unos días después de mi visita a Telemadrid me llamó Carlos Macías y me invitó a conocer Castilla-La Mancha Televisión por dentro, y me explicó como trabajaban la información del tiempo .
Con 16 años estuve en Castilla-La Mancha Televisión invitado por Carlos Macías y 12 años después se ha convertido en mi jefe y mi compañero todas las mañanas de lunes a viernes. Ha sido un sueño que se ha hecho realidad.
De todo lo que ha hecho laboralmente hasta ahora, ¿De qué es lo que se siente más orgulloso?
Quizá de lo que más orgulloso me siento es de estar dando la información del tiempo en Castilla-La Mancha Media porque ha sido algo que he querido hacer desde que tenía 16 años. Más que ambición de querer estar en un canal nacional ha sido el estar en el canal de mi tierra, de hecho yo he estado dos años en ‘Aquí la Tierra’ en TVE como colaborador experto en desastres naturales y lo he dejado por irme a la televisión regional.
Pero por supuesto estoy orgulloso de más cosas, he escrito un libro, estoy a punto de publicar el segundo, y he conseguido muchas cosas a nivel académico. He tenido experiencias muy bonitas como dar decenas de conferencias en institutos y poder tener la ilusión de transmitir lo que es la meteorología a los más jóvenes.
Además he tenido otras experiencias muy bonitas como hablar dos veces en el Congreso de los Diputados o participar en la Cumbre del Clima de Naciones Unidas en el año 2015. “Aunque el camino no ha sido fácil y hay veces que he tenido que enfrentarme a cosas que no han sido fáciles y he llegado a pasarlo mal”.
A lo largo de su carrera. ¿Cuál ha sido el acontecimiento meteorológico que nunca pensó que contaría?
Me ha gustado mucho cazar tormentas y he tenido la suerte, no por el daño que produce pero sí por poderlo grabar, de estar metido en una inundación en un pueblo de Toledo como es Illescas, y fue una de las tormentas más intensas que he tenido en mi vida. Fue una situación en la que yo mismo me asusté pero que fue espectacular.
Lo que nunca pensé era que un día dando la previsión del tiempo en Castilla-La Mancha Media fuese a contar que había un huracán, categoría 3 a 800 kilómetros de la península ibérica. Jamás me imaginé que lo fuéramos a tener en el mapa del tiempo de España. Desde luego aquella situación fue algo que dices: ¿Cómo puedo estar contando esto?.
¿Qué acontecimiento meteorológico le gustaría contar a lo largo de su carrera?
Me apasionan los fenómenos meteorológicos extremos. Pero claro ahí entramos en que si los cuentas van a dejar daños. Por contar, si que me gustaría contar situaciones complicadas pero que no afectaran a nadie. Mi pasión es investigar cómo podemos solucionar los fenómenos meteorológicos adversos.
A todos los del tiempo nos gusta contar situaciones que tengan algo, porque las situaciones de anticiclón y monotonía meteorológica, en la que los cielos están despejados durante semanas para nosotros son aburridas.
¿Cómo es su día a día siendo ‘el hombre del tiempo'?
Ahora estoy de matinal, me levanto a las cinco de la mañana, llego temprano a la televisión y empiezo a preparar toda la información meteorológica. No solamente es hacer los mapas es también consultar los distintos modelos meteorológicos y tu como predictor tienes que saber o por lo menos intentar dar la información más precisa.
Sobre la marcha se va actualizando la información porque la información meteorológica hay que ir actualizándola a cada segundo. Paso las mañanas con Carlos Macías que puedo decir que es un excelente compañero y jefe y está siendo un maestro espectacular para ser hombre del tiempo.
Carlos, Laura González-Mohíno, Laura Izquierdo e Irene del Río son unos compañeros brutales como personas y como profesionales. Yo soy el único climatólogo del grupo pero he aprendido más de ellos que ellos de mi, porque tienen una forma de trabajar excelente.
¿Cuál es su valoración del tiempo de esta primavera?
El tiempo cambia y eso debemos tenerlo presente. Las últimas primaveras han sido muy cálidas, han sido primaveras tórridas en las que incluso superábamos los 40 grados, la primavera más cálida jamás registrada la tuvimos el año pasado. Y en cambio esta ha sido una primavera un poquito más normal que las que habíamos tenido estos años de atrás.
Lo que no era normal era tener 42ºC pero si quizá sea más normal tener 25. Lo único que ha ocurrido es que estábamos acostumbrados a primaveras cálidas y secas y en cambio esta primavera que se ha comportado un poquito más fresca y humeda nos ha llamado más la atención. Esta primavera tan fría y tan húmeda nos han salvado de una situación dramática este verano.
¿Le asusta el cambio climático?
Sí, porque ya estamos viviendo episodios y fenómenos que nos están demostrando que el cambio climático está aquí. Ya no solamente porque el clima vaya a cambiar sino por todos los impactos asociados. No me gustaría ver perder los espacios naturales de Castilla-La Mancha a consecuencia de un cambio en el clima y creo que estamos cada vez enfrentándonos más al cambio climático porque todavía a nivel mundial no se están solucionando las emisiones de dióxido de carbono, de hecho es que no dejan de aumentar.
En los próximos años de seguir así vamos a poder tener sequías todavía más duras, tormentas todavía más intensas, vamos a poder tener cambios en los cultivos, cambios en la distribución de especies, incendios forestales más intensos, o incluso desaparición de algunos ecosistemas tal y como los conocemos.
¿Cómo se puede colaborar para evitar el cambio climático?
Nos tenemos que concienciar de emitir menos dióxido de carbono, no consumiendo tanta energía, lo típico que nos dicen de que apaguemos las luces en las salas que no estemos, eso es muy importante porque para generar esa energía se necesita estar generando energía en algún punto que en la mayor parte de los casos, por desgracia, sigue siendo a partir de energías no renovables.
Coger el coche para ir a tirar la basura o comprar el pan es emitir cada vez más al igual que no usar el transporte público. Además, consumir productos de cercanía, nos ayudaría mucho a emitir menos cantidad de dióxido de carbono. ¿Por qué queremos comer piña en pleno mes de enero? Es un simple gusto, pero la piña a lo mejor viene desde Costa Rica y ha dejado tras de sí 9.000 kilómetros de distancia en los que la huella de carbono ha sido brutal, en cambio si comemos productos de temporada, y productos de nuestro entorno emitiríamos menos dióxido de carbono.
Además es importante cambiar nuestra forma de alimentarnos, que en occidente es muy consumista, consumimos muchísima carne y la carne emite muchísimo dióxido de carbono, los productos son transfronterizos, dejan muchísimo dióxido de carbono en los desplazamientos y además todo viene envuelto en plástico. A día de hoy me parece impensable que se sigan vendiendo piezas de fruta envueltas en papel de plástico.