Desde la Plataforma por la Sanidad Pública de Cuenca se han denunciado las llamadas que una centralita de la clínica Recoletas de la ciudad está haciendo a los pacientes en lista de espera del servicio de neurofisiología en el hospital 'Virgen de la Luz', en el que les ofrecen hacerse las pruebas por las que llevan tiempo esperando, mientras el servicio actualmente está cerrado ya que sólo hay una médico y está de vacaciones.
No es la primera fuga de datos, tanto personales como historiales clínicos, registrada últimamente. El hospital de Fuenlabrada ha vendido numerosos datos a una clínica privada de Brunete (todo en la Comunidad de Madrid) para que los pacientes se hagan allí las pruebas diagnósticas. Parece que en Cuenca está ocurriendo lo mismo.
La empresa que llama a los clientes es 'Centro de estudios neurológicos Varela de Seijas S. L.', la propietaria de la clínica Recoletas, y mediante centralita llama a los pacientes en lista de espera para ofrecerles hacerles la prueba que están esperando. Nadie sabe cómo esa empresa privada tiene los datos de la lista de espera ni los datos clínicos de los pacientes, ya que el único centro que tiene esa información es el hospital. Además los mismos pacientes denuncian que en muchas ocasiones las pruebas que les realizan en la clínica privada no son exactamente las que los médicos y profesionales han pedido así como que tampoco se realizan en las mejores condiciones, siendo muchas veces necesario el tener que repetirlas y volver a entrar en lista de espera. El tener que repetir procesos es algo especialmente flagrante con pacientes de fuera de la ciudad, que tienen que desplazarse.
Desde la Plataforma añaden que el hospital no ha llamado a los pacientes para explicarles que van a traspasar sus datos a otro centro no público ni se les ha pedido consentimiento para ello, ni tampoco su consentimiento sobre si están de acuerdo en someterse a la prueba en otro centro. También se preguntan si la dirección del hospital ha comprobado las instalaciones de la clínica privada para conocer si tienen la idoneidad necesaria para hacer las pruebas. No se conoce tampoco en base a qué criterios la empresa privada va llamando a unos pacientes antes que a otros, ya que no se sigue la lista de espera íntegramente.
Todo esto sucede mientras que los mejores aparatos de neurofisiología de la provincia, que están en el hospital, están sin utilizar, ya que no hay un médico que pueda hacerse cargo del mismo. Con el dinero que la Junta paga a empresas privadas por las pruebas de sólo un día, se podría pagar a un profesional que atendiera a los pacientes durante todo el mes y así no tener cerrado un servicio de referencia nacional.
La Plataforma considera que las listas de espera actuales son fruto de los recortes y la mala gestión por parte de la Junta, en parte premeditada para poder vender servicios a empresas privadas y privatizar la sanidad. Estos recortes son también causantes de la última muerte en el hospital 'Virgen de la Salud' de Toledo de la que les informamos y de la que se hace eco dicha Plataforma, que se pregunta hasta cuándo van a seguir callando los profesionales sanitarios la falta de recursos y la peor calidad sanitaria.