“No podemos ser más que optimistas”, responde el viceconsejero de Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Fernando Marchán. La pregunta: ¿Cómo se ve el futuro del lince? 2019 no ha sido un año fácil para la especie: han muerto ocho ejemplares, entre los cuales se encuentra 'Nenúfar', una lince que murió por un disparo de escopeta de un cazador que la confundió con un zorro. “Mano de hierro en estos casos”, explica Marchán. En octubre de este año, se señalaba que cuatro animales habían sido atropellados y otros tres habían muerto por causas ilegales o furtivismo.
Ecologistas en Acción ha puesto en duda estas cifras y aseguraba en octubre que el número de animales muertos rodeaba la docena. Los datos ofrecidos por la consejería de Desarrollo Sostenible señalan que, de hecho, son 13 los linces muertos este 2019 por distintas causas: atropellos, cepo, disparo, enfermedad o causas desconocidas. 2019 se convierte así en el año en el que más linces han muerto: cuatro más que en 2017 y ocho más que en 2018. El primer registro de un lince atropellado se remonta a 2009.
El viceconsejero recuerda que en la región se ha pasado en menos de una década de tener una especie “prácticamente extinta” a más de 200 ejemplares y que, por tanto, el balance del proyecto al finalizar este año 2019 debe ser positivo. “Toda la gestión desde 2011 más la labor de agentes medioambientales, veterinarios, SEPRONA, la Junta de Comunidades y su personal administrativo”, afirma, ha servido para llevar el proyecto hasta el lugar en el que se encuentra ahora mismo. Los ejemplares se reparten de manera equitativa: aproximadamente un centenar en los Montes de Toledo, unos 60 en la Sierra Morena Oriental y otros 40 en la Sierra Morena Occidental.
Linces que corren por Castilla-La Mancha
Desde 2011, en la región se ha liberado un total de 84 ejemplares en ambas zonas de cría, los Montes de Toledo y Sierra Morena, en Ciudad Real. En cuanto a la cría, fue en 2016 cuando se confirmó por primera vez que los ejemplares liberados comenzaron a reproducirse, con un total de seis hembras reproductoras. El seguimiento realizado durante 2019 ha permitido detectar un total de 37 camadas silvestres y “al menos” 107 cachorros. 54 de ellos en los Montes de Toledo, 30 en Sierra Morena oriental y otros 23 en Sierra Morena occidental. Uno de los puntos más criticados tras la muerte de 'Nenúfar' fue que después de la muerte de la madre también murieron los cuatro cachorros de lince que habían nacido en la pasada primavera. Desde la consejería destacan que antes de que finalizara el proyecto Life, en 2018, “se consiguieron cumplir los objetivos establecidos en cuanto al número de hembras territoriales”.
En detalle, la población que se encuentra en el área de los Montes de Toledo se puede dividir en ocho machos adultos, diez hembras adultas, 13 machos subadultos y 14 hembras subadultas, lo que, junto a los 54 cachorros, hace una población total de 99 ejemplares. En el caso de Sierra Morena oriental, hay seis machos adultos, seis hembras adultas, nueve machos subadultos y también nueve hembras subadultas, según los datos de la consejería. En total son 58 ejemplares, si se suma a los 27 cachorros. En el caso de Sierra Morena occidental, son 7 machos adultos y seis hembras, tres hembras subadultas y 23 cachorros, lo que hace un total de 39.
Sin embargo, el viceconsejero de Medio Ambiente tampoco quiere hablar de éxito. No todavía. “Éxito es una palabra muy drástica. El éxito lo alcanzaremos cuando estemos convencidos de que la población no solo se está conservando o estableciendo de manera fija, sino que está creciendo. Aún es muy temprano para esto, pero somos optimistas”, recalca Marchán.
El futuro del proyecto
Lo que sí quiere recalcar Marchán es que durante los próximos años se seguirá en la línea que se ha seguido hasta ahora, “potenciándolo en la medida de lo posible”, explica. La Junta de Castilla-La Mancha es socia del nuevo proyecto 'Life' puesto en marcha para continuar con la conservación de la especie. Actualmente, el Gobierno regional prepara la redacción para conseguir ayudas dentro de dicha iniciativa.
Uno de los objetivos durante la actual legislatura será seguir potenciando los corredores naturales, para unir las zonas en las que se mueve el animal a lo largo de la península con vallados que los protejan, tanto a ellos como a otros animales. También, en el paso de carreteras para evitar que se siga atropellando a más ejemplares, poniendo especial énfasis en aquellas zonas donde se han identificado 'puntos negros'. Para ello, explica el viceconsejero, también se debe trabajar no solo con reductores de velocidad, sino también con “muchísima educación ambiental” y sensibilización de la ciudadanía para respetar las especies animales.
“Por ejemplo, queremos enseñar que si alguna vez se da la desgracia de ver un lince atropellado o se atropella a un ejemplar, el ciudadano no se puede dar a la fuga, sino que debe llamar al 112 o a la autoridad competente para ver si se puede salvar al animal”, explica. “Nuestro principal empeño es evitar atropellos, porque el resto de las causas de muerte tienen una tasa de entre un 2 y un 5%, que se consideran normales, aunque entre comillas”, explica el viceconsejero.
“Debemos reducir a cero las causas de muerte por la mano del hombre. No puede haber un lince muerto por disparo, por cepo, por lazo, pero sí puede haber mortalidad porque un lince se ha caído a un arroyo y no pudo salir”, recalca el viceconsejero. “No puede ser que la negligencia de un cazador acabase con cinco linces. Por eso, esperamos tener nuestra personación lista antes de que acabe el año”, concluye el viceconsejero.