La “injusta guerra comercial” a la que se enfrenta el calzado, un sector en un momento “crítico”

Dos de los municipios “zapateros” de España están en Castilla-La Mancha: Almansa y Fuensalida. Miles de trabajos “peligran” tras la “injusta guerra comercial” que acecha desde marzo, al anunciarse una propuesta de gravar con aranceles de un 25% el calzado que se exportase a Estados Unidos. Fue en la víspera de la Semana Santa, recuerdan desde FICA, Federación de Industrias del Calzado Español, cuando llegó la propuesta de subida de los impuestos, que no sólo afectará a España, sino también a otros países como Francia, Reino Unido o India.

Desde FICA lamentan que el sector del calzado se verá especialmente afectado por esta guerra comercial, ya que tiene más partidas arancelarias, por tener hasta 15 tipos diferentes de zapatos. Además, la mayoría del calzado que se produce en España es de piel, un 80%, lo que hace que tenga un mayor precio medio. “Nos llega de forma completamente sobrevenida, no esperábamos vernos en medio de una guerra comercial por servicios digitales”, explican desde la Federación nacional.

Además, explican que el riesgo no sólo es el de perder la cuota de mercado de Estados Unidos, sino que es que afecta al calzado de gama “más alta” y con un precio “más alto”. “Es el principal destino fuera de la Unión Europea y en un momento fundamental, en el que empezamos a salir de la crisis de la COVID, y nos vamos recuperando de las cuarentenas y cierres de comercio”, lamentan desde la federación. En el caso de Estados Unidos, debido a la “rapidez” de la vacunación ya se percibe la reactivación del consumo, y por tanto funciona de manera “fundamental” como mercado.

La importancia de la 'marca España'

La Federación lamenta que los hechos ocurran cuando el calzado español volvía a estar en la palestra, superando las dificultades de la competencia de productos, por ejemplo, desde China, gracias a su revaloración como producto “sostenible, de cercanía y de gran calidad”. Además, estas semanas son las importantes pues es “época de pedidos” de cara a la temporada de otoño. “Castilla-La Mancha destaca por su calzado de hombre”, afirman. Estos aranceles, explican, hacen que estos pedidos peligren, debido a la “inseguridad” que han provocado entre los compradores. “Si se llegan a fijar estos aranceles, los efectos serían mucho peores. No sólo se perdería cuota de mercado, sino a lo mejor marcas extranjeras que producen aquí y ya no les compense fabricar el pedido”, recalca.

“Estados Unidos es un mercado fundamental para Castilla-La Mancha. Si las empresas cierran, se perderán puestos de trabajo, y por cada uno de ellos hay tres o cuatro indirectos. Son zonas productivas, con puestos de trabajo de calidad, con una tasa de paridad muy alta en zonas que a lo mejor no tienen la posibilidad de ofrecer una alternativa para esas personas. La situación sería muy sensible para el empleo”, advierten desde la Federación. En conclusión, se pone en peligro la 'marca España', en la que “tanto esfuerzo” se ha invertido.

Peligran 30 millones de euros en exportaciones a Estados Unidos desde Almansa

Almansa sería la zona más afectada, explica José Luis González, que es director ejecutivo de la Asociación Provincial de Industriales del Calzado de Toledo y también vocal del comité ejecutivo de FICE. Son treinta millones de euros los que se exportan a Estados Unidos. Enrique Navalón es el presidente de la Asociación Provincial de Fabricantes del Calzado y Afines de Albacete, que aglutina el 95% de la producción que se realiza en la provincia. Navalón explica que el sector del calzado en Almansa se encuentra en un momento “crítico” debido a la poca actividad que hay en los mercados internacionales, que es de donde más dependen.

En cuanto a las ayudas directas, asegura Navalón, “estamos esperando a que salga la convocatoria de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, parece ser que se nos ha incluido en el listado para poder optar a esas ayudas, pero hay otro problema muy grave sobra la noticia de que puede haber una implantación por parte de la administración americana de una penalización en los aranceles de un 25 por ciento sobre el calzado de España, lo que nos afectaría muchísimo, tanto a nosotros como sector local, como al español en general”.

En este momento están realizando gestiones con todas las administraciones: “nos hemos entrevistado con gente de varios ministerios y estamos esperando que de alguna forma nos atienda el de Economía y Hacienda para ver dónde puede llegar esta medida, que según EEUU es una respuesta a la tasa digital del Gobierno de España que entró en vigor el 16 de enero”, continúa el presidente de Asprofa. Por eso, piden que se paralice la aplicación de estos aranceles. “No puede ser que los zapatos que se exporte en junio, que son los que se están fabricando ahora lleven un 25% más de precio, porque están cancelando pedido y anulando la posibilidad de que podamos vender para la próxima temporada”, lamenta.

“Estamos con poca actividad porque las empresas tienen pocos pedidos, otras se están reiniciando para hacer los pocos encargos que tienen, otras están con el cambio de temporada tratando de hacer las nuevas colecciones para poderlas presentar en las próximas ferias, aunque también con la incertidumbre de que esas ferias se puedan lleva a cabo”, asevera Enrique Navalón. “La sensación es de inseguridad porque no sabemos lo que va a pasar los próximos meses, y los empresarios y los trabajadores están muy inquietos. El futuro próximo es inestable, no sabemos si todas van a poder aguantar este tirón, ni nosotros ni las propias empresas”, concluye.

Defender “cualquier pedido”

En el caso de Fuensalida, explica José Luis González, sólo se exporta un millón de euros al año a Estados Unidos, pues se han priorizado otros mercados internacionales, como el comunitario, o Arabia Saudí. Sin embargo, recalca que se defenderá “cualquier pedido”, debido a la situación actual de crisis. “Y tenemos que apoyar a los compañeros de las zonas más afectadas, principalmente Elda”, recalca. Con un aumento de aranceles de un 25%, señala, “no habrá margen” para asumirlo. “Nos vemos afectados por una guerra comercial en la que no tenemos nada que ver. Los afectados vamos a ser nosotros, sin comerlo ni beberlo”, recalca.

“El calzado es un producto que lleva por bandera la Marca España, junto a Italia y Portugal. Somos los tres países unidos en producción de calzado de calidad y en cualquier mercado, el 'made in Spain', vende”, afirma. Además, insiste en que se está valorando cada vez más la calidad española, y que el cliente busca un producto de proximidad, especialmente tras sucesos como el barco atascado en el Canal de Suez. “Cualquier incidente puede ocasionar problemas de suministro, y por eso buscan empresas que fabriquen en España y que sea un producto sostenible y hecho sin explotación”, recalca.

Sin embargo, confía en que las negociaciones desde Europa con la administración Biden puedan paralizar la tasa, por ahora, para poder llegar a acuerdos. “Pero no queremos ser 'los quijotes' que vamos solos. Y es que el simple anuncio del arancel ha hecho que se paralicen o suspendan pedidos. Pedimos que se haga una declaración conjunta de que no se va a aplicar, para poder dar tranquilidad a los importadores”, concluye.

Alcaldes 'zapateros'

Santiago Vera es uno de los 17 alcaldes 'zapateros' de España. El primer edil de Fuensalida recalca que los municipios piden que se “reconduzca” la situación y que “no se penalice” al calzado en sus exportaciones. “Pedimos que a través de la diplomacia, se inste a la administración de Biden a llegar a una negociación para la modulación del arancel al calzado español”. Vera destaca que, por lo menos, el sector se ha incluido dentro de las ayudas directas que se han convocado desde el Gobierno de España. “Es algo que afecta no sólo a Fuensalida, sino también a la comarca. El sector del calzado siempre ha estado contra viento y marea, sobreponiéndose, reinventándose y es algo que debemos agradecer y cuidar”, concluye.