Las investigaciones del asesinato de Laura y Marina, las dos jóvenes conquenses cuyos cuerpos sin vida fueron hallados el pasado 13 de agosto en un paraje de Palomera, no descartan la posibilidad de que terceras personas hubieran podido participar, no en la ejecución de las dos muertes, pero sí en la preparación, ocultación de los cuerpos y huida del presunto asesino, Sergio Morate, a Rumanía.
Así lo ha señalado este viernes la fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Cuenca, María Isabel Gómez, quien confirma que el proceso sigue en secreto de sumario, algo que reconoce “excepcional” porque entre otras cosas limita el derecho de publicidad, pero que todavía considera “indispensable” para “no perturbar” las investigaciones que se siguen realizando. Hace hincapié, eso sí, en que esta situación, que para mantenerse debe prorrogarse mes a mes, no será indefinida y que, de hecho, “no va a ser mucho más”.
Eso sí, contra Sergio Morate asegura que ahora mismo ya hay “indicios sólidos y significativos” para dirigir “en su momento” la acusación independientemente de que se puedan recabar más datos, lo mismo que para mantener su actual situación de prisión provisional.
La fiscal mantiene que será en Cuenca, en la Audiencia Provincial, donde se celebrará el juicio del caso aunque Sergio Morate se encuentre preso en la prisión madrileña de Estremera, ya que la competencia la tiene el territorio donde se produjeron los hechos. Añade que el juicio será con un jurado popular, a su entender una figura que ya tiene “cierta trayectoria” en la justicia española.