Cuatro son las propuestas que ha hecho Izquierda Unida para la protección del río Tajo. La primera: interponer un recurso de inconstitucionalidad a la nueva regulación del trasvase Tajo-Segura, tal como se recoge en la recientemente aprobada Ley de Montes. Además, la formación propone que el Gobierno regional se persone ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha en el procedimiento del recurso contencioso administrativo en contra del Memorándum del trasvase, proceso iniciado por la Plataforma en Defensa del Tajo.
Básicamente, lo que Izquierda Unida propone es que se impulse una legislación “alternativa a la actual”, con la que se pueda “deshipotecar” el río Tajo y que supongan también políticas ambientales que sean “sostenibles” y que ayude también a la conciliación de la cuenca del río con el Levante español. La conciliación del afluente con el resto de España es uno de los puntos en los que todas las formaciones políticas coinciden.
En este sentido, Izquierda Unida ha señalado que ya se ha asistido de forma repetida a otras 'guerras del agua', junto a modificaciones del Estatuto de Autonomía y también numerosas denuncias que, han afirmado, sólo han servido para “protagonizar el culebrón del verano”, mientras el trasvase Tajo-Segura se mantiene “intacto”. La formación asegura, además, que la regulación actual, que califican como “tramposa”, recoge un nivel de referencia que supera incluso al límite de los 240 hectómetros cúbicos de la regulación anterior.
La formación pide que la defensa del río Tajo no se reduzca a “ruido mediático” o denuncias a través de los medios de comunicación, lo que no se traduce en avances legislativos, a pesar de ser un asunto de interés general. La formación ha trasladado también su apoyo a las localidades de las riberas de los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, quienes aseguran son “los que más sufren el espolio del agua”.
Daniel Martínez, coordinador regional de la formación, ha señalado que el “Tajo agoniza desde hace años”, mientras se está sometiendo los recursos de la cuenca a necesidades e intereses de las comunidades autónomas receptoras del trasvase. el Tajo agoniza desde hace años, en los que asistimos al sometimiento político, social y ambiental de todos los recursos de la cuenca a las necesidades e intereses de las comunidades autónomas receptoras del trasvase“.