El nuevo trasvase del Tajo al Segura se ha hecho público el mismo día en que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, visita varios pueblos de Castilla-La Mancha. Se trata de una cuestión muy polémica en la región y especialmente en el mundo rural afectado por las restricciones de agua derivadas de la bajada de volumen de los pantanos de cabecera del Tajo. Sobre esta cuestión ha querido poner el acento el Gobierno castellano-manchego, que ha acusado a Rajoy de “burlarse” de esta comunidad visitándola mientras se aprueba una nueva derivación de agua.
La consejera de Fomento, Elena de la Cruz, ha recordado que son cinco los trasvases aprobados desde el cambio de Gobierno en la región, y que en total se han derivado 59 hectómetros cúbicos desde la cabecera del Tajo. Considera “chocante” esta circunstancia cuando Rajoy se interesa por el mundo rural de la comunidad autónoma. De hecho, le ha invitado a que visite los pueblos ribereños de los pantanos de Entrepeñas y Buendía para que vea la situación de “atropello” que están sufriendo.
Además, ha afirmado que la disminución en las cantidades del agua trasvasada, cada vez menor, tan solo manifiestan un “sentimiento de culpa” del Gobierno central por “robar el agua” a Castilla-La Mancha y porque sabe que a partir de enero, debido a la situación de la cabecera, no van a poder trasvasar.
“La situación no es baladí”, ha resaltado la consejera, alertando de que están en riesgo los abastecimientos del río Tajuña, que afectan a pueblos como Chiloeches, Mondéjar o Pastrana. Esta Mancomunidad acumula ahora mismo 8,56 hectómetros cúbicos y entrará en situación de prealerta cuando descienda a 8,35.
Para el Gobierno castellano-manchego, que volverá a recurrir judicialmente este nuevo trasvase, todo es un “despropósito”, sobre todo cuando el próximo domingo se ha convocado una manifestación en los pueblos ribereños de los pantanos de cabecera que están sufriendo estas decisiones del Ministerio de Agricultura.