Una de las asignaturas pendientes y grandes polémicas durante la legislatura de María Dolores de Cospedal fueron las obras del nuevo Hospital de Toledo. Después de que tanto el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, como el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, hayan confirmado algunas modificaciones en el contrato para su construcción tras el cambio de Gobierno en la región, la alcaldesa de la capital regional, Milagros Tolón ha asegurado que el Ayuntamiento podrá otorgar la licencia “en muy pocas semanas”.
Según ha precisado, los técnicos se encuentran aún valorando dicha licencia, cuya concesión será “un paso muy importante porque así empezarán las obras, que es lo que Toledo necesita”. “Hay que modernizar parques y jardines, pero el hospital es una infraestructura de máxima importancia”, ha concluido. Precisamente, la concesión de esta licencia municipal fue uno de los motivos que provocó mayores enfrentamientos entre el Gobierno anterior y el Ayuntamiento, debido a las irregularidades en la misma.
Hasta 17 millones de euros ha costado a las arcas públicas la decisión que el Ejecutivo de Cospedal adoptó en su momento de paralizar las obras del nuevo hospital de Toledo. El titular regional de Sanidad ha resaltado en varias ocasiones que ahora desde la Junta se está negociando con la empresa adjudicataria y hablando sobre “situaciones complicadas”. El objetivo, han mantenido hasta el momento, es “firmar el acuerdo cuanto antes para que el hospital sea una realidad”.
El Gobierno de García-Page también ha avanzado que el proyecto es “casi idéntico en su fondo” a lo que iba a llevar a cabo el anterior Ejecutivo socialista de José María Barreda, aunque con modificaciones “que van a reducir costes”. Estas últimas se refieren a materiales que eran costosos y a la propia distribución anteriormente prevista.