Lorenzo, Víctor, Fausto y Juan Miguel son los protagonistas del documental ’75 años después. Historias de cuatro brigadistas hispanos’ creado en el año 2011 por Ángel Luis Arjona. Apenas contaban con entre 16 y 19 años cuando la Guerra Civil enfrentó a España dejando al país roto más allá del fin de la contienda.
Este miércoles el documental de Arjona se ha proyectado en la Casa Perona de Albacete con motivo de una semana en la que el Centro de Documentación de las Brigadas Internacionales (CEDOBI) y el Instituto de Estudios Albacetenses quieren recordar el papel de aquellos que quisieron, de manera altruista, enfrentarse al fascismo y mantener los valores democráticos de la II República. El motivo, que se cumplen 80 años desde que, aquél 10 de abril de 1938, las Brigadas partieran rumbo a Barcelona desde donde saldrían del territorio español.
Lorenzo, Víctor, Fausto y Juan Miguel han contado su historia a lo largo de los 38 minutos de dura el metraje. Una historia de guerra en la que el recuerdo evoca batallas, trincheras, heridas y también muerte. El documental se estructura en siete bloques en los que el testimonio de Juan Miguel Mora, de origen mexicano, sirve de hilo conductor.
Todos sobrevivieron a la guerra, aunque en algún caso pasaron por campos de concentración. Es el caso de Lorenzo Alberca, nacido en un pueblo de Ciudad Real, pasó la mayor parte de su vida en Madrigueras, el municipio al que llegó de la mano de la Brigadas Internacionales. Cuando comienzó la Guerra Civil, se encontraba haciendo el servicio militar como artillero en Barcelona y en seguida es destinado a los frentes en Madrid y Guadarrama. Fue capitán de la XI Brigada Internacional, Batallón Thaelman, formado principalmente por alemanes. Combatió en primera línea y en diferentes frentes: Jarama, Brunete, Belchite … Con las Brigadas Internacionales llegó a Madrigueras, a la base, para realizar unos cursos sobre antigases. En abril de 1938 fue hecho prisionero y pasó entonces por diferentes cárceles y campos de concentración.
En el caso de Juan Miguel Mora apenas contaba con 14 años cuando llegó a España para ayudar a la República. Cuando estalla la Guerra Civil estaba en París donde cursaba sus estudios en francés. En julio de 1938 es mandado como periodista a la Batalla del Ebro. Allí decide incorporarse al combate y es integrado en la XV Brigada Internacional, en el Batallón Spanish. Salió con las Brigadas Internacionales de España y fue a parar a un campo de concentración en Francia de donde escapó para volver a su país, México.
Víctor Rubiela llegó a Madrid buscando a su padre, que al estallar la Guerra Civil Española marchó al frente de Guadalajara. Una vez en Madrid entra a formar parte de las Brigadas Internacionales como artillero y luchó en el frente en la Ciudad Universitaria, en la Casa de Campo y en Pozuelo. También participó en la famosa y cruenta batalla del Ebro. Regresó a Valencia para ser destinado a Almansa, donde al recibir formación militar fue de nuevo mandado al combate. Prisionero en Moncofar (Castellón), consiguió ser liberado y llegar hasta su tierra natal, Asturias. Sobre el año 1950 o 1951 emigraría hasta la ciudad uruguaya de Montevideo.
Fausto Villar contaba con 19 años cuando sale de Valencia, el 17 de octubre de 1937, para unirse a las Brigadas Internacionales en Quinto de Ebro (Zaragoza). Tras deambular por varios pueblos de las provincias de Zaragoza y Teruel y verse involucrado en enfrentamientos bélicos en Celadas, oeste de Teruel y Segura de los Baños, a primeros de marzo de 1938 su unidad fue enviada al sector del frente de Belchite dónde se vio envuelta en la gran ofensiva de Aragón del ejército franquista.
La importancia de la Brigadas
“Los brigadistas vienen de unos 54 países”, cuenta Arjona. Se estima que llegaron entre 30 y 60.000 jóvenes a luchar por la República , una cifra que, para lo que era el ejército republicano, “ eran una mínima parte”. Pero la importancia de las Brigadas está en que supusieron un impulso combativo para los españoles. “Por donde pasaban siempre dejaban un buen recuerdo, la moral”.
Ahora, cuando se cumplen 80 años de su marcha de tierras españolas después de dos años de lucha, Arjona recuerda que esas Brigadas situaron a Albacete en el mapa. “Supusieron un gran impacto en una ciudad que, por entonces, apenas contaba con 40.000 habitantes”. Hoy muchos de los lugares donde establecieron sus bases siguen en pie como testigos de la historia. Una historia que muchos no conocen o, simplemente han querido olvidar. Así lo dice en el documental uno de sus protagonistas. Víctor Rubiela, que emigró a Uruguay huyendo de la dictadura, asegura: “El pueblo español no quiere saber nada de nosotros. Fuimos a luchar por una España mejor”.