Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
El ambiente está enrarecido y grisáceo como los tiempos que está viviendo gran parte de una población azotada por una crisis que parece no tener fin. Esa realidad se palpa en el barrio de clase obrera de una ciudad del norte de Inglaterra donde se localizan todas las historias de ‘Broken’, que reflejan fielmente esa depauperización que sufre la población británica y que se podría extrapolar a cualquier ciudad o ciudades del mundo.
La clave que ha llevado a ‘Broken’ a ser una de las ficciones más alabadas por la crítica y el público británico es el tratamiento realista con eminente tono social de cada una de sus historias y personajes. Un enfoque directo, crudo y duro que precisamente no lo convierte en algo muy liviano y fácil de visionar; sin embargo, es un drama brillante que soterra una crítica afilada a una época que fagocita a miles y miles de personas. Solo deja un pequeño atisbo de esperanza y luminosidad en el apoyo familiar y de la propia comunidad.
El creador de este drama social es el conocido y afamado guionista Jimmy McGovern. Él mismo escribe los seis episodios de esta producción de mediados de 2017 para la BBC y que ha llegado hace unas semanas a la plataforma de Movistar+. El británico es autor de ‘Accused’, ‘Cracker’ o ‘The Street’, series que tienen muy en mente aquellos entendidos en el mercado audiovisual 'british' y que, por lo tanto, son muy recomendables. El protagonista de ‘Broken’ es el actor Sean Bean (‘Game of Thrones’, ‘El Señor de los Anillos’) que ya trabajó con él en ‘Accused’ en el papel de un transexual que le permitió alzarse como ganador del Emmy Internacional a Mejor Actor en 2013.
Sean Bean da vida a Michael Kerrigan, un sacerdote de una pequeña ciudad al norte de Inglaterra que sufre las consecuencia de la crisis. La dura realidad social y económica hace que muchos de sus feligreses acudan cada día a su parroquia en busca de ayuda y consejo. Él, a sabiendas de la dura situación de muchos de ellos, intentará ofrecerles el máximo amparo tanto espiritual como terrenal.
Sin embargo, Kerrigan, en esa dedicación absoluta a su comunidad, esconde un trauma debido a un pasado conflictivo y nada halagüeño. El sacerdocio le supuso una vía de escape de ese tormento que casi le lleva suicidio. Pero a día de hoy le siguen persiguiendo los fantasmas que le harán replantearse su fe. Aún así, él intenta refugiarse en sus feligreses aunque ello le suponga, a veces, reconsiderar la misma moral y ética cristiana.
El contexto socioeconómico configura y reconfigura la vida de cada uno de los personajes que habitan en ‘Broken’: una mujer con tres hijos que se queda en el paro, una adicta a las máquinas tragaperras que le provoca la más absoluta ruina, un niño negro que es abatido por la polícia con posibles motivos racistas y, por último, una agresión homófoba a un miembro de la comunidad. La crisis económica unifica cada una de las historias de la serie creada por Jimmy McGovern y trae como consecuencias una falta de convivencia, de tolerancia y de humanidad. De hecho, lo extraordinario de ‘Broken’ no es su punto de vista religioso -que lo hay-, sino su visión humanista de los diferentes relatos.
La serie plantea interesantes dicotomías sobre los principios morales y éticos de cada uno y la cruda realidad. Los personajes, debido a las circunstancias, se enfrentarán a conflictos y decisiones personales que les provocarán interesantes cismas a nivel humano y religioso y que incluso afectarán de una manera muy especial al padre Kerrigan. De hecho, la verdad y la mentira dejaran de tener fronteras claras y la expiación será la única manera de seguir adelante.
El dramatismo crudo y con gran carga psicológica de ‘Broken’ da poco pie a la esperanza en los tiempos oscuros que se viven. Sin embargo, al final, si que deja un pequeño atisbo a la esperanza: el apoyo y la solidaridad mutua.
Si el actor Sean Bean realiza una gran actuación dotando al padre Kerrigan de matices y contradicciones, también aportan muchísimo a ‘Broken’ dos secundarias de lujo: las actrices Anna Friel (‘Marcella’), encarnando a una madre de tres hijos que se quedan paro y, Paula Malcomson (‘Deadwood’, ‘Ray Donovan’), quien interpreta a una madre adicta al juego que quiere poner fin a su drama suicidándose. Ellos tres hace un tándem que eleva el nivel de la serie.
‘Broken’ es una serie dura que esconde una excelente reflexión sobre la condición humana y la solidaridad como uno de los mecanismos para afrontar la crisis socioeconómica. De ella se extraen conflictos sobre la tolerancia, el pecado, el perdón, la expiación o la convivencia. Un recomendación excelente que se puede ver a través de Movistar+.
El ambiente está enrarecido y grisáceo como los tiempos que está viviendo gran parte de una población azotada por una crisis que parece no tener fin. Esa realidad se palpa en el barrio de clase obrera de una ciudad del norte de Inglaterra donde se localizan todas las historias de ‘Broken’, que reflejan fielmente esa depauperización que sufre la población británica y que se podría extrapolar a cualquier ciudad o ciudades del mundo.
La clave que ha llevado a ‘Broken’ a ser una de las ficciones más alabadas por la crítica y el público británico es el tratamiento realista con eminente tono social de cada una de sus historias y personajes. Un enfoque directo, crudo y duro que precisamente no lo convierte en algo muy liviano y fácil de visionar; sin embargo, es un drama brillante que soterra una crítica afilada a una época que fagocita a miles y miles de personas. Solo deja un pequeño atisbo de esperanza y luminosidad en el apoyo familiar y de la propia comunidad.