‘La Catedral del Mar’: una aventura épica en tiempos oscuros

Tras ocho episodios, la semana pasada, se puso punto final de una forma espectacular a una de las historias más épicas y apasionantes que han pasado por la televisión española este 2018: ‘La Catedral del Mar’.

La adaptación del best seller homónimo de Ildefonso Falcones era una de las series más esperadas por el gran público. Una novela que ha emocionado a millones de lectores a lo largo de más de 40 países.

La adaptación del libro de Ildefonso Falcones ha obtenido con muy buena nota por parte de los lectores -confieso que yo no lo soy-, pero según el sondeo que he hecho, la serie ha hecho justicia al libro, aun sabiendo lo difícil que es dar con la tecla de una buena adaptación de cualquier novela. En la dirección cuenta con Jordi Frades (‘Isabel’, ‘Matadero’) en el equipo de guion cuentan con Rodolfo Serra, como responsable de la adaptación, junto con los guionistas Sergio Barrejón y Antonio Onetti.

En el reparto se encuentran actores de la talla de Daniel Grao, Aitor Luna, Andrea Duro, Michelle Jenner, Silvia Abascal, Tristán Ulloa, Pablo Derqui, Josep María Pou o Ginés Gª Millán.

La historia se sitúa en Barcelona, en el siglo XIV, en unos años donde la ciudad Condal se encuentra en plena expansión, bonanza y prosperidad. Los pescadores y habitantes de uno de los barrios más humildes deciden construir Santa María del Mar, el templo más grande conocido para honrar culto a la Virgen María. Sin embargo, el relato se centra en el joven Arnau Estanyol (Aitor Luna).

Bernat Estanyol (Daniel Grao), su padre, se ve obligado a dejar sus tierras y vida, junto a su hijo casi recién nacido, para huir de la ira de un señor feudal. El pequeño Arnau va creciendo a la sombra de su catedral, a la vez que trabajará como palafrenero, estibador, soldado o cambista. Su vida dará muchas vueltas bajo el amparado de reyes y señores: de la pobreza a la riqueza del noble. El amor negado, que le marcará por vida, y las envidias de la nobleza, harán que este ascenso no sea nada fácil.

‘La Catedral del Mar’, serie con el sello de Atresmedia y Diagonal TV, tiene ese halo de gran producción que requería la novela de Falcones. Este apartado lo supera con nota por los magníficos exteriores utilizados en muchas de las escenas y secuencias de los ocho episodios; eso sí, en los interiores, en muchas ocasiones da la sensación contraria: una iluminación y escenografía de menor calidad. Se puede llegar a entender alguna falla en este aspecto dado que no se está hablando de presupuestos monstruosos como las series estadounidenses.

Sin embargo, ‘La Catedral del Mar’, deja una gran batalla con aspecto cinematográfico allá por el capítulo cuarto. Sin menospreciar y ni comparaciones odiosas, posiblemente, es una de las mejores batallas en una serie española hasta la fecha. Siempre con las grandes limitaciones de presupuesto está muy bien conseguida. No se puede comparar con ‘Juego de Tronos’ o ‘Vikings’, pero, es que eso es harina de otro costal.

La familia de los Estanyol y sus allegados sirve como punto de partida para recorrer y explorar una de las épocas más oscuras de la humanidad. ‘La Catedral del Mar’, sin cortapisa y dureza, muestra las penurias de ese periodo: un mundo fagotizador lleno de tragedia, pulsiones, odio, mentiras, traiciones, muerte, guerra, sangre, violencia, envidias o enfermedades, etc. La serie solo guarda un pequeño hueco para la felicidad; aunque, siempre amenaza atenta la sombra del drama; la época lo requiere. Solo el amor, la valentía y la amistad surgen como única brizna de luz en estos tiempos oscuros.

Tierra de reyes, señores, nobles, siervos y esclavos en tiempos donde la brutalidad, la muerte y las enfermedades acechaban en cada esquina. Mugre, sangre y sudor como la que derramaban los esclavos y campesinos en el campo. Grandes terratenientes que se convirtieron en nobles y nobles que acabaron en la inmundicia. Un mundo bañado en violencia y por un destino marcado por la herencia de padres a hijos. Un contexto histórico que espolea a cada uno de los protagonistas de ‘La Catedral del Mar’ y por el que muchos intentan rebelarse o huir. Sin embargo, la única que se levanta indómita y ajena es catedral de la Santa María del Mar.

El relato de ‘La Catedral del Mar’ desde el primer capítulo logra mantener un buen ritmo y tensión, prácticamente, no decae en sus ocho episodios. Es lo que tiene no alargar una historia en exceso e ir al meollo y esencia la historia. La serie avanza rápido con elipsis temporales para evitar al espectador historias intrascendentes; de hecho, hay veces que puedes tener la sensación que todo va demasiado rápido. Sin embargo, al final, todas las piezas encajan a la perfección.

La serie basada en la novela de Ildefonso Falcones se puede definir como un relato épico, intenso, ambicioso y de aventuras con ese halo de una gran producción al más estilo americano, salvando las distancias.

Sin embargo, ‘La Catedral del Mar’ también tiene un apartado muy positivo en su reparto. Muy fácil reseñar el fantástico trabajo de Daniel Grao como Bernat Estanyol en el prólogo de la historia. Aitor Luna, como Arnau Estanyol, encarna a las mil maravillas a un héroe de la vieja escuela con algún punto de contracción. La actriz Michelle Jenner, interpreta a Mar, demuestra que es una fantástica actriz que desprende elegancia y buen hacer en la pantalla; además, que este tipo de papeles le sientan como un guante. Andrea Duro, como Aledis, también demuestra la valía de esta actriz en un papel tan dramático y difícil.

Sin olvidar la alta gama de secundarios de la talla de Silvia Abascal, Tristán Ulloa, Pablo Derqui, Josep María Pou o Ginés Gª Millán.

‘La Catedral del Mar’ ha logrado estar a la altura de las expectativas de lectores y no lectores. Una historia épica y ambiciosa rodeada de grandes personajes y actores en una de las épocas más sombrías.