Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Sí, hay que reconocer que los thrillers de niñas desaparecidas es un género bastante trillado en televisión a estas alturas de la historia. Sin embargo, eso no quita que un relato de estas características bien narrado, un reparto competente y bien dirigido no se pueda disfrutar igual manera. Seguramente, ‘La Caza. Monteperdido’ os suene a otras ficciones televisivas como ‘Broadchurch’, ‘El Bosque’, ‘The Missing’, ‘The Killing’ y otras tantas más; aunque, lo cortés no quita lo valiente.
‘La Caza. Monteperdido’ les unen a las series anteriormente citadas un lugar perdido donde Jesucristo perdió las alpargatas, un pueblo o comunidad pequeña marcada por la tragedia, una naturaleza exuberante y misteriosa, una investigadora outsider y dos niñas desaparecidas. Un thriller que cumple con todos los requisitos del género, pero que en ciertas partes del relato se toma algún que otro riesgo y giro narrativo que es de agradecer. Lo que resulta una apuesta segura, pero muy disfrutable.
La producción de RTVE en colaboración con DLO Producciones ha mantenido el tipo con una audiencia fiel a la historia durante los ocho capítulos que componen la temporada. La serie que, adapta el best seller internacional del Agustín Martínez, cuenta con un equipo de guion con el propio Agustín Martínez, Antonio Mercero, Miguel Sáez Carral, Jorge Díaz y Luis Moya; mientras, en la dirección, se encuentran Salvador García Ruiz y Álvaro Ron. El trío protagonista está compuesto por Megan Montaner (‘Sin Identidad’), Alain Hernández (‘Solo’) y Francis Lorenzo (‘Águila Roja’).
Hace cinco años, dos niñas de once años, Ana y Lucía, desaparecieron en Monteperdido, un pueblo del Pirineo. Tras una extensa búsqueda, el caso nunca se resolvió y los vecinos quedaron marcados por la tragedia. Ahora, una de las niñas, Ana (Carla Díaz), ha regresado. Dos agentes de la UCO especializados en desapariciones, Santiago Baín (Francis Lorenzo), teniente al final de su carrera, y Sara Campos (Megan Montaner), joven sargento, trabajarán junto al cabo de la Guardia Civil local en una investigación que pronto se revelará como un laberinto.
La importante del escenario en este tipo de formato se antoja muy importante a la hora de construir una atmósfera adecuada. En este caso, ‘La Caza. Monteperdido’, utiliza en su gran mayoría escenarios naturales de la comarca de La Ribagorza como por ejemplo la localidad y bosque de Benasque, entre otras. La belleza y magia de la zona dan un halo místico en muchos tramos del relato.
La recóndita localidad ficticia de Monteperdido es el epicentro donde pivota la historia y personajes que, con la aparición de Ana, volverán abrirse las viejas heridas en una pequeña población donde todos, a su manera, fueron tocados por la tragedia. La llegada de Sara Campos, como elemento externo, sacudirá la tranquilidad y comenzará el baile de posibles culpables, aunque sin llegar a abusar de ello -siendo un punto a favor-.
La dificultad y contras que tiene la duración de 70 minutos por episodio se salva bastante bien durante toda la temporada; de hecho, se podría decir que hay algún capítulo que da la sensación de hacerse corto. Quizá porque entre otras cosas la temporada solo tiene ocho episodios y una historia cerrada. El planteamiento narrativo de ‘La Caza. Monteperdido’ es de manual, pero conjuga muy bien todos sus elementos, clímax y giros de guion para mantener el interés del espectador hasta prácticamente el minuto final de la temporada. Todo ello gracias a un buen trabajo de guion que, aunque puede tener sus defectos, en general, solventa con gran eficacia todo.
Seguramente, el relato hubiera tenido un mejor empaque y ritmo -aunque, no creo que sea un gran problema-, si la duración de los capítulos hubiera sido algo mejor -RTVE se acogerá a partir de ahora a los 50 minutos, como Atresmedia-. La serie comienza algo perezosa, pero según va entrando en materia consigue ganar mucha fuerza y tensión. Logran sacar todo el jugo posible al misterio o leitmotiv principal de ‘La Caza. Monteperdido’.
La realidad es que, más allá de conducir muy bien el misterio del culpable de la desaparición de las niñas, también consiguen que las tramas secundarias no sean de mero relleno y ponga un puntito de interés en la trama principal. Toda la amalgama de personajes e historias logran pintar un pueblo pintoresco y a la vez de truculento con una tónica que puede recordar Twin Peaks -salvando muchísimo las distancias-. Incluso, como comenté más arriba con alguna toma de decisiones arriesgada.
No me puedo terminar la recomendación de ‘La Caza. Monteperdido’ sin reseñar el gran trabajo del reparto; sin embargo, poniendo especial hincapié en las actrices Megan Montaner, Carla Díaz y las dos que hacen de niñas (Daniela Rubio e Irene Jiménez). Prestar verdaderamente atención a Megan, en el papel de Sara Campos, porque lo hace simplemente genial; además, porque su personaje está muy, muy bien escrito.
‘La Caza. Monteperdido’ ha sido una grata sorpresa y que, sin duda, recomiendo a aquellos que les guste este tipo de historias. Un buen thriller con un guion muy potable, una banda sonora reseñable, una atmósfera muy lograda y un reparto muy compensado con una gran Megan y Carla que da como resultado un producto notable para la televisión pública. Está completa en “A la carta” de RTVE.
Sí, hay que reconocer que los thrillers de niñas desaparecidas es un género bastante trillado en televisión a estas alturas de la historia. Sin embargo, eso no quita que un relato de estas características bien narrado, un reparto competente y bien dirigido no se pueda disfrutar igual manera. Seguramente, ‘La Caza. Monteperdido’ os suene a otras ficciones televisivas como ‘Broadchurch’, ‘El Bosque’, ‘The Missing’, ‘The Killing’ y otras tantas más; aunque, lo cortés no quita lo valiente.
‘La Caza. Monteperdido’ les unen a las series anteriormente citadas un lugar perdido donde Jesucristo perdió las alpargatas, un pueblo o comunidad pequeña marcada por la tragedia, una naturaleza exuberante y misteriosa, una investigadora outsider y dos niñas desaparecidas. Un thriller que cumple con todos los requisitos del género, pero que en ciertas partes del relato se toma algún que otro riesgo y giro narrativo que es de agradecer. Lo que resulta una apuesta segura, pero muy disfrutable.