Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Esta semana toca hablar de comida, amor y viceversa. No, no es 14 de febrero, el día destinado a las muestras de amor menos sutiles. Aquí ha llegado en pleno diciembre con el frío y las navidades a la vuelta de la esquina. Sin embargo, esta vez el flechazo -o el intento de él-, llega a través de Tinder, Lovoo o Meetic. Vamos, ya me entendéis. Así comienza ‘Foodie Love’, una serie creada por Isabel Coixet, para amantes de la gastronomía y las citas a ciegas.
En este 'lío' de comida, sexo y amor se mete Coixet, en su primera serie de televisión, convirtiéndose en otra/o directora/o cinematográfica/o que se mete en el selecto mundo de las ficciones televisivas. Una serie es una serie y una película es una película. Aunque, de qué me voy a quejar yo, cuando la prestigiosa Cahier Du Cinema ha elegido ‘Twin Peaks: The Return’ como mejor película de la última década. Series 1 - Películas 0. ¡Chuparos esa! Sí, tenía que colarlo. Bueno, retomando ‘Foodie Love’, esta serie de ocho capítulos producida por HBO, está protagonizada por Laia Costa (‘Cites’) y Guillermo Pfening.
El amor en ‘Foodie Love’ se busca a través del algoritmo de una aplicación para amantes de la gastronomía. En ella se conecta a los protagonistas de la historia, una chica y un chico que comienzan a conocerse con las dudas propias de quien conserva cicatrices de relaciones anteriores. A lo largo de varias citas tendrán que descubrir si coincidencias como su devoción por el yuzu japonés o su alergia común al postureo foodie son suficientes para construir los cimientos de una historia de amor duradera.
En una opción tan plausible como trillada en televisión y cine, Isabel Coixet, intenta dar su visión particular sobre las nuevas maneras de conectar y, como, elección incluye el mundo foodie como nexo de unión para hablar de amor, desamor, sexo, miedo sentimental o compromiso, entre otros temas. Sin embargo, lejos de sentirse real, toma ese rumbo esnobista o elitista pijo-millennials que bien puede echar para atrás que se asoma a más de un capítulo. Sí, ‘Foodie Love’, es mi serie favorita de ciencia ficción sobre amor.
El trabajo de dirección de Isabel de Coixet es muy bueno y, sin duda, se nota ese toque cinematográfico. Además, hay que reconocer que Laia Costa y Guillermo Pfening están geniales y transmiten esa química que tienen juntos en escena. En esa mezcla, quizá, esté lo mejor de ‘Foodie Love’, en la ambición de Coixet de provocar una experiencia sensorial a todos los niveles -sentimientos + comida- y la magia entre Laia y Guillermo. Para ello, la historia se emplaza durante sus ocho capítulos en distintos tipos de restaurante y lugares. En una manera de guiar de manera simbólica la historia de amor entre los protagonistas.
Los dos protagonistas se van conociendo poco a poco y bocado a bocado; de ahí, como cualquier comedia romántica, se van descubriendo las inseguridades y heridas sin cicatrizar de relaciones sentimentales anteriores. Sin embargo, a ‘Foodie Love’, le sobra ostentosidad y elitismo. Sobre todo, de una historia -con rasgos autobiográficos-, en la que su primera parte es la más destacable, pero en la segunda, en muchos momentos, la cosa deja mucho que desear.
El principal problema que tiene ‘Foodie Love’ es que hay elementos suficientes -desde mi más estricto punto de vista-, que hacen que te alejes capítulo a capítulo de ella como serie y como historia. Porque el propio microcosmos donde todo se desarrolla es el mismo que te hace aborrecerla o rechazarla -hay poco lugar para el término medio, sinceramente-. Además, a partir de cierto momento, se convierte todo en una especie de marcianada más cercana a la ciencia ficción que a una comedia romántica interesante y creíble con la que puedes llegar a empatizar.
‘Foodie Love’ a ratos funciona, a ratos es un plomazo -muy intenso, eso sí- y a ratos tan esnobista y pretenciosa como poco creíble. Sí, ‘Foodie Love’, puede provocar indigestión que te haga abandonarla a las primeras de cambio. No, lo importante no es la comida -en la que tanto se recrea la directora-, la clave es desarrollar una historia transversal tan sumamente interesante que te permita paladear el relato -con gusto-, al ritmo que Coixet propone en la serie.
Desde luego, si Coixet ha intentado ser la voz de una generación, pues eso, se ha quedado en un intento infructuoso -y aburrido-. ‘Foodie Love’ no es la mejor serie española que te habían prometido, lo siento, por mucho que nos guste ver a Laia y Guillermo en pantalla porque sus personajes son tan hostiables como erráticamente construidos.
‘Foodie Love’ ha sido como una receta de alta cocina fantásticamente presentada, pero donde le falla todo lo demás. No, la serie de Isabel Coixet, no es la mejor serie española del año.
Sobre este blog
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