Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
‘El Mismo Cielo‘ ('Der gleiche Himmel' / 'The Same Sky’) es la nueva apuesta de Movistar+ para seguir llenando su catálogo de series de corte europeo. Se estrenó el pasado 28 de marzo y ya se encuentra disponible y completa bajo demanda.
A finales de 2015 escribí sobre ‘Deustchaland 83’, ficción alemana que se contextualiza en la Guerra Fría y a la que no falta mucho para estrenar su segunda temporada. ‘El Mismo Cielo’, miniserie teutona de la que hablaré esta semana, retoma la misma época aunque unos años antes. Un contexto histórico interesantísimo que ha dado -y dará- cientos y miles de historias de espionaje y contraespionaje.
La creadora de este thriller de espionaje es la británica Paula Milne (‘The Politician's Husband’), guionista con una contrastada carrera en la televisión british, que escribe esta miniserie de seis horas de duración. En la dirección se encuentra Oliver Hirschbiegel, director alemán, más conocido por su gran trabajo en la película ‘El Hundimiento’ y que, sin duda, proyecta su toque personal en este proyecto. Entre los protagonistas se encuentran dos caras conocidas Tom Schilling, participó en ‘Los Hijos del Tercer Reich’, otra de las grandes ficciones alemanas, y Sofia Helin, archiconocida por su papel de Saga en la magnífica serie sueco-danesa ‘Bron/Broen’.
El punto de partida de ‘El Mismo Cielo’ comienza a mediados de los setenta cuando el Canciller Willy Brandt, creador del proceso Neue Ostpolitik, tiene que dimitir tras el escándalo producido al descubrirse que su mano derecha es un espía de la Stasi; además, en Estados Unidos, el escándalo del Watergate asfixia a Richard Nixon. El Mundial de Fútbol, celebrado en Alemania Occidental, sacude la euforia a ambos lados del muro de Berlín, mientras se inician las pruebas preparatorias para los siguientes Juegos Olímpicos que serán dentro de apenas dos años. En un país dividido por dos formas de vivir la vida, en todos sus ámbitos, tan radicalmente distintas.
La lucha por el control de la información y descubrir que hace el enemigo a ambos lados del muro es fratricida. La agencias de espionaje y contraespionaje se ponen las pilas a ambos lados del tétrico y frío muro de Berlín. El joven Lars Weber (Tom Schilling), es un querubín del cuerpo Romeo, sección de la Stasi, órgano de inteligencia de la República Democrática Alemana, especializado en la seducción de secretarías vinculadas a altos mandos y que por lo tanto tienen acceso a información clasificada. Su primera misión será la de seducir a Lauren Faber (Sofia Helin), mujer solitaria y con un hijo, analista de datos en el sector británico de la estación Teufelsberg; sin embargo, la historia dará un giro que le hará cambiar de objetivo. Aquí entra Sabine Cutter (Friederike Becht), homóloga estadounidense de Lauren, con la que experimentará un vínculo muy especial que traerá incertidumbre a sus propias convicciones y a la misma misión.
Mientras en la Berlín Oriental se desarrollan tres historias muy interesantes que desvelan distintas formas de pensar y actuar en el contexto sociopolítico de la época: Klara (Stephanie Amarell), hija de Conrad (Godehard Glese) y Gita (Anja Kling), que sufrirá en su propio cuerpo los efectos del dopaje para entrar en el equipo olímpico; Gregor (Jörg Schüttauf), padre de Lars, muy afín al régimen socialista aunque sus fuertes convicciones poco a poco se irán debilitando; Axel (Hannes Wegener), profesor de instituto y homesexual, que se verá atrapado y sin posibilidad de escape en Alemania Oriental.
‘El Mismo Cielo’ es un fiel reflejo del gran clima de desconfianza que en esos años -y en los venideros- provocaría la Guerra Fría. Berlín es el eje central de esta división que procura dos formas tan distintas de entender la economía, la política y la sociedad. Un punto caliente donde los servicios de inteligencia y contrainteligencia luchan por observar, investigar, espiar o sabotear al enemigo comunistas o capitalista. La serie consigue recrear a la perfección ambos lados del muro: el occidental, ostentoso y libre; el oriental, humilde y reprimido socialmente.
Su puesta en escena y su excelente ambientación es una de las piedras angulares para conseguir una perfecta atmósfera setentera: las calles, la ropa, los coches, productos, electrodomésticos, etc. Además hay que sumar una perfecta fotografía. Un trabajo muy cuidado para lograr una recreación realista que ayuda al espectador a trasladarse a la época.
Todas las historias de ‘El Mismo Cielo’ están conectadas ya sea familiarmente o a través de las diferentes coyunturas éticas y morales que tienen pasar los diferentes protagonistas. Sus estilos de vida están vinculados -inevitablemente- a sus ideologías políticas que marcan a cada uno de ellos y, no solo eso, ya que además deben pagar diferentes peajes personales. Quienes se encuentra en el lado equivocado de la balanza se ven obligados a sobrevivir en un clima hostil, con la añoranza de poder escapar cuanto antes.
Los conflictos son derivados de los dilemas morales y éticos que se van desarrollando conforme avanza la narración. Una familia, con gran influencia de la madre, que pone en peligro la salud de su hija, a través del doping deportivo, como una manera de salir de la austeridad exigida por el régimen socialista. Un padre que por su gran afinidad y ayuda al partido pierde amigos y familia provocándole una concienciada, dolorosa y desgastada soledad, escondida detrás de una mentira. Un profesor que conecta con gran parte de alemanes que se quedaron atrapados en el lado oriental y que ansía la libertad de occidente.
Como ocurre con el personaje de Philip en ‘The Americans’, en ‘El Mismo Cielo’ hacia el final de la temporada Lars Weber se empieza a cuestionar su misión y los métodos utilizados por la Stasi. Sus sentimientos por Sabine Cutter actuarán de detonante.
Este thriller de espías ambientado en plena Guerra Fría avanza al compás de los diferentes acontecimientos sociopolíticos de mediados de los setenta; aunque es la trama de Lars Weber la que pone ritmo, drama y tensión a la narración. Las seis horas, divididas en seis capítulos o en tres -depende de la versión-, funciona muy bien en general. A pesar de que la hora final es la que más me aporta y gusta, si me da la sensación que varias de las tramas con mucho potencial se quedan -a mí parecer- abiertas al finalizar la temporada; dejando con la miel en los labios al espectador. El problema es que a priori es una miniserie cerrada pero, la verdad, creo que se podría alargar sin problemas.
‘El Mismo Cielo’ es un drama de espía de corte clásico muy bien empaquetado y cuidado, de la que sin duda disfrutaréis los amantes del género. En el apartado actoral brilla el actor Tom Schilling. Actualmente se encuentra en el catálogo de Movistar+ así que no tenéis excusas.
‘El Mismo Cielo‘ ('Der gleiche Himmel' / 'The Same Sky’) es la nueva apuesta de Movistar+ para seguir llenando su catálogo de series de corte europeo. Se estrenó el pasado 28 de marzo y ya se encuentra disponible y completa bajo demanda.
A finales de 2015 escribí sobre ‘Deustchaland 83’, ficción alemana que se contextualiza en la Guerra Fría y a la que no falta mucho para estrenar su segunda temporada. ‘El Mismo Cielo’, miniserie teutona de la que hablaré esta semana, retoma la misma época aunque unos años antes. Un contexto histórico interesantísimo que ha dado -y dará- cientos y miles de historias de espionaje y contraespionaje.