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'SKAM España': una serie necesaria frente a discursos intolerantes y de odio

‘SKAM’, la serie juvenil de origen noruego, nació allá en 2015 en tierras nórdicas y se convirtió en tiempo récord en un auténtico fenómeno nacional. Se emitió principalmente a través de la web de la cadena pública NRK. Su cuarta y última temporada fue en 2017, pero el germen de esta ficción a nivel mundial ya estaba inoculado. Tras la segunda el fenómeno comenzó a crecer y crecer más allá de las fronteras noruega: todos los jóvenes querían ver la historia protagonizada por Chris, Vilde, Eva, Noora y Sana.

La serie escandinava, de alguna manera, consiguió tomar el relevo generacional de la mítica ‘Skins’, aunque esta no consiguió el vuelo, ruido y viso internacional de lo que se convertido hoy el fenómeno ‘SKAM’, ni mucho menos. Las cadenas de medio mundo recogieron el guante y vieron en este original nórdico la forma de establecer diálogo actual y moderno con las nuevas generaciones, y, de ahí, surgieron nuevas adaptaciones: ‘SKAM France’, ‘Druck’ (Alemania), ‘SKAM Austin’, ‘SKAM Italia’, ‘SKAM NL’ (Países Bajos), ‘wtFOCK’ (Bélgica) y ‘SKA España’. Además, en otros países se plantean su propia versión de la serie.

No se puede llegar a entender este fenómeno sin las nuevas formas de comunicación y sin ese componente transmedia qué, por ejemplo, ha alcanzado en España. En nuestro país aterrizó de manos de Movistar+, producida por Zeppelin TV, de una forma muy particular y especial buscando la complicidad de un público que ve, siente y consume la televisión de una manera distinta. El primer clip salió un 9 de septiembre de 2018 y, a partir de ahí, el juego transmedia empezó: clips diarios, Youtube, Instagram de las protagonistas o WhatsApp, entre otras acciones. Todo ello se puede seguir fervientemente a través de la web oficial y más tarde -y el capítulo completo- en el servicio VOD.

La serie está protagonizada por cinco jóvenes Eva (Alba Planas), Cris (Irene Ferreiro), Nora (Nicole Wallace), Viri (Celia Monedero) y Amira (Hajar Brown), una generación de chicas nacidas a partir del año 2000. Un grupo de amigas donde se explora: la dependencia de las redes sociales, cómo afrontan el sexo y las identidades sexuales, el amor y las rupturas, la búsqueda de sí mismos o la necesidad de encajar. Así, ‘SKAM España’, se asoma a la vida de estos chicas y chicos en su camino hacia a la vida adulta.

Hay que quitarse la careta, ir más allá de los complejos y abrir “nuestras percepciones a todo tipo de series”, como decía Lorenzo Mejino al hablar de la ‘SKAM’ noruega. Que no te cohíba disfrutar de una serie juvenil -y de la que no eres su target de edad, ni por asomo- te “provoque tantos sentimientos”, como decía Begoña Álvarez, la productora ejecutiva de ‘SKAM España’, en una entrevista exclusiva a Los Lunes Seriéfilos. Qué no importe sentirse identificado con lo que le pase a este grupo de cinco adolescentes. Disfruta. Emociónate. Aprende. No hay complejos, solo barreras. Carpe diem.

La particularidad del formato ‘SKAM’ es que hay apenas interacción con adultos y, coincido plenamente con Lorenzo Mejino, que es uno de los grandes aciertos del universo. Las chicas y chicos no tienen “personajes adultos que les enseñen el camino ni que les den las claves para solucionar sus conflictos, sino que son ellos mismos los que se ayudan unos a otros para encontrar soluciones”, explica muy acertadamente Begoña Álvarez. De ahí, que tenga un punto muy, muy interesante ‘SKAM España’ -o cualquier otra versión de la original-, porque se convierte en una magnífica ventana donde ver, observar y reflexionar los problemas de la juventud.

‘SKAM España’, un reto al que se enfrentan las adaptaciones, era significar su existencia o creación: una simple copia o aportar algo más al valor de la franquicia. El vuelo de la adaptación española, al que yo me he unido ahora -de lo que me arrepiento profundamente-, comenzó asemejándose a su versión noruega -protagonizada por Eva-, pero, la segunda temporada -protagonizada por Cris-, afortunadamente se desligó para convertirse en algo sumamente especial, complejo y acertado. Elevó el nivel del discurso.

Cierto es que la temporada protagonizada por la actriz Alba Planas, no deja de ser una historia clásica de amor y desamor juvenil con todos los vericuetos y problemas del instituto y redes sociales de por medio. Sin embargo, la segunda temporada, protagonizada por una gran Irene Ferreiro, está impregnada de una pátina tan necesaria y actual como acertada. En ese momento, ‘SKAM España’ dio una vuelta de tuerca a la original noruega. Cuando decidió visibilizar, normalizar y pegar un portazo a la intolerancia para mostrar que los vientos están cambiando -a MEJOR-, por mucho que algunos se empeñen en poner puertas al campo. Love is Love.

En el caso de Cris, cuando conocimos a Irene Ferreiro, encontramos a una actriz muy sólida con una historia personal y con unas vivencias muy potentes y creíamos que era necesario darle voz. Además, el trabajo previo con los psicólogos nos decía que aquí en España se estaba reclamando una historia que visibilizase a las chicas bisexuales, que visibilizase determinadas opciones sexuales y vitales que no tienen representación en la ficción, que parece que no existen”, explica Begoña Álvarez.

La serie -y, sobre todo, esta segunda temporada- es una respuesta contra la intolerancia y el discurso del odio que se está generando desde el ámbito político; de ahí, que me parezca sumamente importante. Porque no hay mejor manera de “reivindicar la diversidad y la tolerancia”, como explica Begoña, que desde un producto cultural como las series de televisión. ‘SKAM España’ naturaliza y normaliza de manera orgánica y sin más hierro del de una sociedad -y las personas que la componen- cambia y progresa.

Es MUY importante todo lo relativo a Cris (Irene Ferreiro) y Joana (Tamara Ronchese), pero, el conjunto suma mucho porque es interesante todas esas interacciones y cómo encajan los diversos problemas a los que se enfrentan las nuevas generaciones. De ahí, ‘SKAM España’ elimina barreras y estigmas para naturalizar la diversidad sexual y la multiculturalidad. Tan necesaria en los tiempos que corren. 

En este aspecto, y, como apunta Irene Lucas en su artículo ‘Que Amiris sea lo más real que haya‘, hay un personaje capital en estas dos temporadas y ese es el de Amira (Hajar Brown), porque “visibiliza, normaliza y representa una juventud que frente a los discursos de la intolerancia, del odio y de la incultura”, explica Irene. No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación, y, de hecho, espero con cierta ansia la temporada que ella protagonice porque puede ser -y DEBE- muy importante. Ella es mulsulmana plenamente integrada y que representa unos valores cuanto menos necesarios.

‘SKAM España’ que, en la actualidad se encuentra emitiendo una tercera temporada coprotagonizada por Nora y Viri, tiene que seguir con esa línea ascendente. En esa que su discurso tenga varias capas de complejidad y que sea capaz de desarrollar de forma inteligente los problemas y afecciones actuales de la adolescencia; además, esperar que los personajes sigan ganando mucha más profundidad.

La serie y todo universo transmedia se puede ver en Movistar+. Si no lo has hecho ya, engánchate al universo ‘SKAM España’ porque cuando te des cuenta te darás cuenta lo necesaria que es.

‘SKAM’, la serie juvenil de origen noruego, nació allá en 2015 en tierras nórdicas y se convirtió en tiempo récord en un auténtico fenómeno nacional. Se emitió principalmente a través de la web de la cadena pública NRK. Su cuarta y última temporada fue en 2017, pero el germen de esta ficción a nivel mundial ya estaba inoculado. Tras la segunda el fenómeno comenzó a crecer y crecer más allá de las fronteras noruega: todos los jóvenes querían ver la historia protagonizada por Chris, Vilde, Eva, Noora y Sana.

La serie escandinava, de alguna manera, consiguió tomar el relevo generacional de la mítica ‘Skins’, aunque esta no consiguió el vuelo, ruido y viso internacional de lo que se convertido hoy el fenómeno ‘SKAM’, ni mucho menos. Las cadenas de medio mundo recogieron el guante y vieron en este original nórdico la forma de establecer diálogo actual y moderno con las nuevas generaciones, y, de ahí, surgieron nuevas adaptaciones: ‘SKAM France’, ‘Druck’ (Alemania), ‘SKAM Austin’, ‘SKAM Italia’, ‘SKAM NL’ (Países Bajos), ‘wtFOCK’ (Bélgica) y ‘SKA España’. Además, en otros países se plantean su propia versión de la serie.