Este blog se dedicará a hablar de uno de los fenómenos más incipientes de la actualidad: el mundo seriéfilo. Recomendará, analizará y traerá curiosidades de series de televisión estadounidenses, británicas, europeas y de otros países del mundo.
Esta semana en ‘eldiario.es de clm’ vuelve a viajar a Bélgica para escribir sobre ‘La Tréve’ (‘The Break’), serie que se estrenó a principios del 2016; en un país que busca emerger en el difícil y variado mercado audiovisual internacional: como ya haría el año pasado con ‘Ennemi Public’ y, en este 2017, con la intrigante ‘Beau Séjour’, ambas ya tratadas en este blog. La serie se emitió en la cadena francófona belga (RTBF) con un modesto presupuesto pero que, sin duda, han logrado sacar un producto más que decente.
Benjamin d´Aoust, Matthieu Donck y Stéphane Bergmans son los creadores de este thriller policiaco con tintes psicológicos. Su historia se sitúa en una pequeña población de las Ardenas, un emplazamiento recóndito que da un tono pintoresco y especial a ‘La Tréve’.
El inspector Yoann Peeters (Yoann Blanc) es destinado, después de varios años de residencia en Bruselas, a Heiderfeld, su pueblo natal, donde guarda muchos recuerdos. Sin apenas tiempo para su aclimatación, un joven es encontrado muerto en el río, donde las primeras investigaciones indican que su muerte es debida a un posible suicidio, al tirarse de un puente cercano. Se trata de Driss (Jérémie Zagba), futbolista africano, que juega en el equipo de la localidad.
La rapidez con la que se quiere cerrar el caso se viene al traste cuando Peeters llega a la escena del crimen. Su olfato pronto le indica que esto es algo más que un simple suicidio: obligando abrir la investigación, cuando parecía más que cerrada. El gran problema es que este suceso servirá de mecha para la posterior detonación de los secretos más oscuros y pintorescos de esta pequeña y recóndita localidad.
Sin embargo, Peeters, traerá consigo una carga lejos de ser ligera: arrastra un trauma desde la muerte de su mujer, y un fallido operativo policial, con muertes de por medio, que le puso en el ojo del huracán. Aún así, Yoann es un excelente investigador, eso sí, un tanto impulsivo y rebelde. Un auténtico adicto a su trabajo que le repercute en su vida vida.
No hay duda que los creadores han buscado inspiración en el nordic noir y, sobre todo, se percibe mucho ese aroma a ‘True Detective’; de hecho, los títulos de crédito de ‘La Tréve’ son muy parecidos a los de la serie americana. Incluso, la serie toma como referencia un ‘interrogatorio’ al protagonista, aunque en la belga se trata de una consulta psicológica, para ir desarrollando y descubriendo la historia.
‘La Tréve’ empieza con brío y concisa; de hecho, el espectador puede llegar a sentirse abrumado. En los primeros episodios, para mí, se mete demasiado rápido en el meollo, sin dejar apenas tiempo para familiarizarte con los personajes; en definitiva, para empatizar. Sin embargo, con el paso de los capítulos todo se va elaborando muy bien a través de los diferentes conflictos que van afectan a los implicados en la historias y, al propio protagonista.
Como ya ocurriría en ‘True Detective’, en ‘La Tréve’, la narrativa se desarrolla en diferentes planos temporales: por un lado, la trama principal, es decir, todo lo acontecido con el asesinato y sus posteriores pesquisas; por otro, el “presente”, cuando el detective Peeters se encuentra en la consulta psicológica. Estas dos líneas se van desgranando a la vez, según avanza la historia. También el espectador es testigo de diferentes pesadillas de los personajes ligados con Driss, el joven asesinado; además, de propios fragmentos de su propio pasado en el pueblo.
La investigación del asesinato de Driss trae más consecuencias a los habitantes del pueblecito que las propias del crimen. Se abre el cajón de mierda y todo lo que sale de él no es precisamente bueno: secretos, mentiras, odios, drogas, celos, violencia, apuestas ilegales, vicios, etc. Además, a todo esto se le suma la construcción de un represa que provoca el desalojo -con métodos, a veces, no muy legales- de algunos de los vecinos. Todo este entramado se relaciona de una manera orgánica haciendo más compleja la historia.
El juego propuesto por ‘La Tréve’ se va haciendo más intrincado y laborioso según avanza la historia, ya que se le suman más factores, más sospechosos y buenos giros de guión, a un ritmo y tensión in crescendo. La atmósfera recreada ayuda a que el espectador esté incómodo y que, incluso, sienta que algo más grande está detrás de un simple crimen. Tanto los personajes, que van cogiendo más entidad en el tramo medio de la temporada y, el espectador, se sienten partícipes de los azares de la historia.
La serie belga ‘La Tréve’ es una opción fantástica para aquellos que les guste disfrutar de una buen thriller con aroma a nordic noir. En internet se encuentra subtitulada al español, ya que en España no se distribuye.
Esta semana en ‘eldiario.es de clm’ vuelve a viajar a Bélgica para escribir sobre ‘La Tréve’ (‘The Break’), serie que se estrenó a principios del 2016; en un país que busca emerger en el difícil y variado mercado audiovisual internacional: como ya haría el año pasado con ‘Ennemi Public’ y, en este 2017, con la intrigante ‘Beau Séjour’, ambas ya tratadas en este blog. La serie se emitió en la cadena francófona belga (RTBF) con un modesto presupuesto pero que, sin duda, han logrado sacar un producto más que decente.
Benjamin d´Aoust, Matthieu Donck y Stéphane Bergmans son los creadores de este thriller policiaco con tintes psicológicos. Su historia se sitúa en una pequeña población de las Ardenas, un emplazamiento recóndito que da un tono pintoresco y especial a ‘La Tréve’.