En junio de 2013 seis personas vinculadas a los movimientos sociales de Guadalajara decidieron entrar en el edificio del Ateneo Municipal, abandonado y casi sin ninguna actividad desde hacía más de 70 años. Querían fundar allí una asamblea ciudadana para su rehabilitación y devolución al pueblo, y que recuperara el uso social que tuvo en sus orígenes. A las pocas horas fueron desalojados por la policía tras una denuncia de la Junta de Castilla-La Mancha, actual propietaria del edificio, y ahora esperan el juicio que se celebrará en octubre por estos hechos. Están acusados de usurpación y multados con hasta 36.000 por unos presuntos daños que todos ellos niegan, y están convencidos de que esta lucha será “vertebradora” de todos los movimientos ciudadanos de la ciudad.
El Ateneo fue fundado en 1891 en una ubicación diferente a la actual. Surgió del movimiento obrero incipiente de finales del siglo XIX, promovido por la burguesía preocupada por los derechos laborales, y se desarrolló para el uso y disfrute de la clase obrera, un sitio donde acudir para divertirse o para formarse en diferentes profesiones. Se mantuvo abierto hasta el inicio de la dictadura de Primo de Rivera en 1923, año en que fueron incautados sus bienes y suspendidas sus actividades.
La llegada de la II República en 1931 permitió su reapertura y la segunda fase de su esplendor, ya en su actual ubicación, como punto de encuentro de movimientos sociales. Solo duró hasta 1939. Al finalizar la Guerra Civil, volvió a cerrarse y todos los miembros de la Junta Directiva fueron perseguidos. Durante la transición democrática se intentó reflotar pidiendo que se devolviera a sus antiguos socios pero no hubo acuerdo para ello y finalmente el edificio pasó a manos del Gobierno de Castilla-La Mancha, con el usufructo del Ayuntamiento de Guadalajara. Sin embargo, nunca ha vuelto a recuperar el objetivo con el que se fundó, y prácticamente no ha tenido actividad en más de 70 años. La reapertura del Teatro Moderno, anexo al edificio, el pasado mes de marzo, es la única vida que ahora respiran estas instalaciones.
“Fue algo que perteneció al pueblo, que tuvo una repercusión importante pero que no ha vuelto a tener actividad hasta ahora”, explica Isaac, uno de los ahora imputados por intentar volver a recuperar ese objetivo. Movimientos sociales de Guadalajara decidieron en junio de 2013 entrar en el edificio tras hablar con historiadores y plantear una rehabilitación del Ateneo, “primero de su memoria y luego del propio espacio”. Con esa idea en mente, seis personas ocuparon las instalaciones para dar luz a una asamblea abierta a todos los ciudadanos y “entregar su gestión al pueblo”.
Una vez dentro, testaron los daños del edificio y realizaron fotografías, pero apenas pasadas unas horas y tras una denuncia de la Junta, la policía los desalojó. “Intentamos hablar con ellos, les contamos que era una ocupación pacífica y legítima pero consiguieron que el juez determinara el desalojo cautelar del edificio alegando que no queríamos identificarnos y que había peligro, cuando nada de eso fue verdad”, cuenta Isaac. Actualmente, los seis están imputados por sendos delitos de usurpación, penados con seis meses de prisión, y con una multa económica de 36.000 euros para todos ellos. Ese monto económico teóricamente está destinado a arreglar los supuestos destrozos que Isaac y sus compañeros niegan.
Su objetivo: la reconstrucción del edificio a coste cero para el Ayuntamiento
“De hecho, uno de los grandes retos que teníamos por delante era que la ciudadanía reconstruyese eso a coste cero para el Ayuntamiento, pero los peritos declararon esa cifra cuando nosotros no causamos ningún tipo de desperfecto. También alegamos en su momento que no queríamos quedarnos allí a vivir, que era una acción simbólica en la que se entra al edificio y se propone su rehabilitación”, relata.
El pasado día 29 de mayo se produjo el arbitraje para evitar el juicio oral. La Junta mantuvo como innegociable la “presión económica” de los 36.000 que los imputados no pueden costear y de la que además dicen no ser responsables, y decidieron ir a juicio oral, con la fecha definitiva del 8 de octubre. Han recibido el apoyo de la Plataforma Antirrepresiva de Guadalajara, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y de casi todos los movimientos sociales de la ciudad.
Están convencidos de que la lucha por el Ateneo puede convertirse en la “lucha vertebradora” de todos estos movimientos, puesto que es una causa que ha unido a mucha gente con independencia de su adscripción ideológica. “Esto dará más que hablar, porque todo aquel que esté a favor de la lucha por el cambio estará con nosotros”.