“En un ambiente cargado de odio y sed de venganza hacia los encausa-dos, el 8 de junio se celebraba el juicio sumarísimo en el salón de actos del Ayuntamiento . Hubo cuatro testigos de cargo y dos de descargo, que de nada sirvieron . El fiscal solicitó la pena de muerte . En las deliberaciones del jurado era cuando entraban en juego las influencias de los caciques y nue-vos centuriones del régimen dictatorial . La animosidad hacia Fernández de Simón era grande . Se completó el expediente con algunos cargos genéricos y absurdos como haber quemado la iglesia o ser responsable moral de todo lo sucedido en el pueblo durante el proceso revolucionario . Su suerte estaba echada”.
Este extracto del libro 'Para hacerte saber mil cosas nuevas' habla sobre la historia de Francisco Fernández de Simón, alcalde de Manzanares, elegido el 30 de julio de 1932 por el Partido Radical Republicano Socialista. La localidad ciudadrealeña no fue ni mucho menos ajena a los episodios violentos desde el último tiempo de la República hasta los años de la posguerra, sino que, de hecho, fue testigo de episodios de violencia y conflictos sociales.
Más de 280 personas están enterradas en la localidad en fosas comunes y por ellas un grupo de ciudadanos de la localidad se reúnen cada año para rendir homenaje a su memoria. “Hay años que se han llegado a juntar más de 40 personas”, explica Domingo, uno de los organizadores de esta iniciativa, de Memoria Histórica Manzanares. Este año, además, se unió a la presentación del proyecto 'Mapas de Memoria', con quien se trabajó para conocer las víctimas de la localidad durante el franquismo.
Domingo destaca que lo más destacable es que cada año se juntan más personas de distintas edades, desde personas muy mayores hasta “chavales de 18 años”. No sólo son sobrinos, hermanos o nietos de las víctimas, sino también gente interesada en mantener viva la memoria histórica, explica. “Visitamos fosa por fosa a los familiares más directos, y se ve cómo se ha ido haciendo lápida por lápida. Ahora ya ninguna está en tierra sin señalizar y hemos utilizado los datos del Ayuntamiento, el juzgado y el colegio médico”.
De este modo se han ido levantando las lápidas con los nombres de todos los que “creen” que están ahí abajo. “Decimos creemos porque no sabemos el espacio de tierra que ocupa la fosa, porque los fusilamientos se fueron haciendo bastante espaciados. Muchas de las órdenes venían de tan lejos como Extremadura”, explica Domingo. Él ha buscado la información de lo que ocurrió con su tío, Antonio González Román, que es uno de los enterrados en 17 lápidas, y para ello se valió de la información del Archivo del Ejército.
El homenaje consta de flores y poemas, uno por cada uno de los nombres que se pueden ver. Desde el colectivo han gestionado la situación con el Ayuntamiento para poder reunirse con el grupo de 'Mapas de Memoria'. Lo que pretende el colectivo es seguir adelante con las exhumaciones de las fosas, y es en esa dirección en la que han trabajado en los últimos cuatro años. “Están enterrados de manera indigna, con tierra y cal. Nos consta que algunos simplemente los metieron en cajones y que incluso fueron a pedir el importe del cajón a las familias. Es duro de narices”, afirma.
“Si conseguimos que se haga la gestión y esto se encauce, nosotros haríamos todo lo posible para obtener la autorización. Los homenajes no van a parar, asegura, aunque haya muchos familiares que ya no vienen porque la edad ”va pasando factura“. Sin embargo, recalca que los ”más jóvenes queremos seguir trabajando en ello“
Desde el proyecto 'Mapas de Memoria', afirman que las medidas para realizar las correspondientes exhumaciones de fosas deben seguir un estricto protocolo hasta que realmente se puedan llevar a cabo. Alfonso Villalta explica que Manzanares, al ser cabeza de partido judicial, recibió muchos refugiados especialmente desde Andalucía. También fue una localidad muy fuerte durante la República y eso ha hecho que se encuentren restos de personas no sólo de la localidad, sino de otras a su alrededor como Valdepeñas o Membrilla.